3.- El fondo del alma. Fenomenología de la experiencia mística

§ 81.- Lo natural espontáneo y lo “sobrenatural” voluntario en la mística

 

Representación escrita del mantra Om.

La enciclopedia Wikipedia, en la exposición de la voz “mantra” en su versión en inglés, dice que tiene efectos psíquicos y espirituales, y que conduce a “estados alterados de conciencia”. Por otra parte, la misma enciclopedia, en la voz “estado alterado de conciencia” en la versión en español, distingue entre 1) “normales”, en los que se incluyen el sueño y la vigilia, 2) “estados de conciencia alterados inducidos” mediante drogas y alucinógenos, o una práctica: discusión, autosugestión, deporte, hipnosis, relajación, miedo, sexo, pranayama, arenga, etc., y 3) “producidos por una patología”: agotamiento, ayuno, catalepsia, deshidratación, diabetes, drogas, epilepsia, esquizofrenia, intoxicaciones, manía, narcolepsia, insomnio, privación de sueño, etc. Entre los estados no normales se describen situaciones consideradas patológicas desde el punto de vista de la psiquiatría y la neurofisiología[1].

En la versión en lengua inglesa se describe la historia de la utilización de la expresión “estado alterado de conciencia”, y la historia de los modelos teóricos utilizados para describirlo[2].

Los modelos teóricos utilizados para establecer la definición de estado normal y estado alterado de conciencia se establecen en neurología, psicología y filosofía, y varían mucho de unos de esos campos a otros, y, dentro de cada campo, de unos autores a otros.

En el campo de la filosofía, Tomás de Aquino sostiene que los objetos propios de la inteligencia humana son las esencias de los entes materiales, mientras que Duns Scoto sostiene que son todos los inteligibles[3]. Según estas posiciones, y salvando el anacronismo terminológico, los tomistas podrían inclinarse más a considerar la experiencia mística como un estado alterado de conciencia, mientras que los scotistas a considerarla como un estado normal.

La experiencia mística puede ser un estado de conciencia normal en unos contextos, épocas y culturas, en unos mundos cuyos lenguajes hablan de esos asuntos, y no en otros, en unos mundos cuyos lenguajes no hablan de eso o hablan de eso como de algo anormal.

A partir de ahí, surge el problema de distinguir entre las cosas que son naturales en este tipo de fenómenos, las que son culturales, y otras que no son naturales ni culturales, y a las que se les puede dar el nombre de “sobrenaturales”.

Como la experiencia mística es una comunicación íntima entre entes espirituales o al menos inmateriales, la cuestión consiste en dilucidar cuantas clases de entes inmateriales y espirituales aparecen en el registro nominal de tipos de entes en las diferentes culturas, y cuántos tipos de comunicación aparecen registradas entre ellos. 

En diversas culturas urbanas del siglo XXI, un yogui es experto en una práctica normal de comunicación entre espíritus, pero un exorcista quizá no lo sea tanto, y tal vez pueda decirse lo mismo de un poseído, un alma en pena, y otras entidades.

Según el registro antropológico, filosófico y teológico disponible, los espíritus se pueden agrupar en las siguientes clases, dependiendo de su grado de espiritualidad y señalando las fuentes en que aparecen:

 

Grado de espiritualidad

Tipo de ente espiritual

Fuentes que lo registran

Ser absoluto

Uno, Dios,

Libros sagrados/teólogos

Espíritu puro

Ángeles y demonios

Libros sagrados/ teólogos

Espíritu de viviente orgánico muerto

Almas de hombres difuntos (fantasmas)

Plutarco, Tertuliano, Relatos de fiestas de difuntos, etc.

Espíritu de viviente orgánico vivo

Almas de hombres vivos (chamanes, magos, etc.)

Libros sagrados, filósofos, antropólogos.

Alma de organismo animal

Almas de animales

Textos religiosos y antropológicos

Alma de organismo vegetal

Almas de vegetales

Textos religiosos y antropológicos

Esencia de ente sustancial inerte

Almas de astros y minerales

Textos religiosos, filosóficos y antropológicos

 

En esta obra se distingue la experiencia mística natural de la sobrenatural
Relatos de un peregrino ruso (2018). Sígueme.

En el estudio de las religiones, y en esta filosofía de la religión, se han descrito comunicaciones entre todos estos tipos de entes inmateriales y espirituales. Cuando el peregrino ruso[4] dice que unas experiencias místicas, o sea, unas formas de comunicación entre espíritus, entre entes inmateriales, son naturales y otras no, no está improvisando una taxonomía provisional.

El peregrino ruso es un asiduo lector de la Filocalía, la colección de textos de la patrística oriental, que recoge tradiciones desde los primeros monjes del desierto y desde Máximo el Confesor hasta San Simeón el Nuevo Teólogo y hasta él mismo[5].

En esa tradición, y en la del cristianismo occidental medieval, una cuestión debatida, y que en la modernidad desaparece de los tratados teológicos occidentales, es la de qué tipo de comunicación tienen los espíritus puros entre sí. La cuestión planteada es la de sí, como ocurre entre los espíritus de los hombres vivientes, los espíritus puros tienen una intimidad en la que se encuentran a sí mismos, que se reservan, y que pueden comunicar o no, según su discrecionalidad. La lógica y la semiótica medieval recoge estas cuestiones y sus posibles respuestas[6].

La respuesta a la cuestión formulada tiene en cuenta la analogía con los espíritus encarnados, es decir, con los humanos, que pueden reservar y comunicar discrecionalmente algunas dimensiones de su vida y otras no. Los seres humanos pueden manifestar y ocultar lo que piensan y quieren, pero no siempre pueden hacerlo con lo que sienten, y difícilmente en lo referente a su tamaño y volumen y otras cualidades corporales, que son públicamente perceptibles y no dependen de su voluntad de comunicación.  

Análogamente ocurre con la comunicación entre los espíritus. Precisamente la diferencia entre esos dos tipos de cualidades propias, que pueden ser reservadas o no, y comunicarse discrecionalmente o no, es lo que permite a Jámblico diferenciar entre las gracias que se otorgan según la discrecionalidad del otorgante, y que en el cristianismo se denominan milagros, y las gracias que se otorgan al margen de la conciencia y voluntad del otorgante, en función de la confianza del receptor, y que en el cristianismo se denominan gracias recibidas por la eficacia de la acción realizada (ex opere operato),  como se ha dicho antes (OORA § 50).

Un criterio general para diferenciar en las experiencias místicas entre los fenómenos naturales o espontáneos, y los que no lo son, y que podrían llamarse voluntarios o “sobrenaturales”, puede ser precisamente este. Las manifestaciones que no quedan reservadas en la intimidad de los espíritus, con la posibilidad de ser comunicadas libremente, son las que pertenecen al orden de lo que el peregrino ruso llama experiencias místicas naturales, y las que sí quedan son las que pertenecen al orden de las experiencias “sobrenaturales”.

Así, el encuentro de los espíritus entre sí, ya sean fantasmas, chamanes en viaje astral, ángeles, demonios, espíritus de bosques y montes, etc., podría considerarse un fenómeno natural, y la comunicación de asuntos íntimos entre ellos, podría ser sobrenatural. O bien, las comunicaciones íntimas con los espíritus supraterrenales serían “sobrenaturales” y los encuentros con los espíritus sin más, no.

 

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NOTAS

[1] https://es.wikipedia.org/wiki/Estado_alterado_de_conciencia

[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Altered_state_of_consciousness

[3] Tomás de Aquino, Summa theologiae, Madrid: BAC, 1978, I, 85, 1 y 2.

[4] Los Relatos de un peregrino ruso, Salamanca: Sígueme, 2018, es un libro escrito entre 1853 y 1861, que narra de forma autobiográfica el peregrinar físico, y el itinerario espiritual, hasta la oración interior continua, de un peregrino anónimo o starets, a través de la Rusia del mediados del siglo XIX.

[5] “Filocalia” o “filokalia”, es el nombre de una colección ya clásica de textos dedicados a la mística y ascesis en la Iglesia ortodoxa, publicado por primera vez en 1782 por Nicodemo el Hagiorita, Macario de Corinto. Cfr., La filocalia de la oración de Jesús, Salamanca: Sígueme, 2004.

[6] Castañares, Wenceslao, Historia del pensamiento semiótico. 2 , Madrid: Editorial Trotta , 2018. Agradezco a Jesús de Garay la información sobre el trabajo de Wenceslao Castañares en esta línea.

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Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran Antropología y ética ante los retos de la biotecnología. Actas del V Congreso Internacional de Antropología filosófica, 2004 (ed.). Locura y realidad. Lectura psico-antropológica del Quijote, 2005. Danza de oriente y danza de occidente, 2006 (ed).

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