
Una cultura del encuentro
Una cultura del encuentro Introducción Uno de los déficits que arrastran nuestras sociedades occidentales, a nuestro entender, es la escasez de tiempos y espacios para que las personas se puedan encontrar. Algo que, de entrada, parece sencillo –el encontrarse con otro- pero que, en ocasiones, resulta complicado. Las agendas están tan llenas (no sabemos si plenas) que dar con tiempo para que las personas puedan encontrarse es tarea, a veces, harto difícil. Nos preguntamos por qué. ¿Por qué es, aparentemente, tarea tan complicada encontrarse? ¿Qué (nos) está sucediendo? Nos hemos planteado tres preguntas cuyas posibles respuestas -¡ojalá!- puedan servir de reflexión, defensa y protección para una cultura del encuentro. La primera pregunta es, “¿Con quién encontrarse?”; la segunda es, “¿Cómo encontrarse?” y, la tercera, “¿Por qué encontrarse?” Pero, ¿qué es una cultura del encuentro? Se intentará responder esta pregunta a través de las tres anteriores. Hacia