1.2. Formación de la Cristiandad. Unificación reflexiva de individuo y comunidad
§ 5. Contenido común de las conciencias individuales. Identidad colectiva
La identidad colectiva como identidad tribal y como identidad individual es el contenido de la conciencia del individuo paleolítico, como lo señala Lévy-Bruhl, y es el contenido de la conciencia de la mayoría de los ciudadanos.
A partir de las sociedades estatales complejas, en el Calcolítico, con la cultura urbana y la división del trabajo, emergen las formas de vida en número cada vez mayor (OORA §§ 16-17), y con ellas se produce la emancipación de las conciencias individuales también cada vez en mayor número. Pero todavía la homogeneidad de las conciencias es amplia en los grupos humanos que forman las familias, tribus, estamentos, gremios y clases sociales.
Esta homogeneidad se mantiene, incluso en el cristianismo primitivo y en el medieval. Con la urbanización de la Baja Edad Media y con la Reforma, empieza a producirse una autonomización de las conciencias. Primero en los ámbitos de las esferas secundarias de la cultura (técnica, arte, ciencia y sabiduría), y posteriormente en las de las primarias (religión, política, derecho y economía). Pero es con la revolución industrial del siglo XIX cuando se da de un modo generalizado.
En el cristianismo primitivo, la conciencia religiosa es colectiva a ciertos niveles, como se advierte en Hechos de los apóstoles, 16,22-34:
El carcelero se despertó sobresaltado y, al ver abiertas las puertas de la prisión, desenvainó su espada con la intención de matarse, creyendo que los prisioneros se habían escapado.
Pero Pablo le gritó: «No te hagas ningún mal, estamos todos aquí».
El carcelero pidió unas antorchas, entró precipitadamente en la celda y, temblando, se echó a los pies de Pablo y de Silas.
Luego los hizo salir y les preguntó: «Señores, ¿qué debo hacer para alcanzar la salvación?».
Ellos le respondieron: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y toda tu familia».

Esta unidad del individuo con la familia es así hasta el cristianismo moderno. A pesar de que la Reforma y el humanismo renacentista proclaman la autonomía de la conciencia religiosa individual, todavía en Westfalia (1648) el número de individuos en los que se da esa autonomía no es mayor que el número de individuos integrados en los grupos regionales y nacionales. El individuo profesa la religión que tiene vigencia en la región donde vive, y eso es así, afirmado conscientemente, en intelectuales de un nivel como el de Montaigne y Descartes[11].
La conciencia individual religiosa, política y económica, no se desprende autonomizada, en número mayoritario, de la familia, del grupo y de la Iglesia regional, como una práctica generalizada, hasta después de las revoluciones francesas y americanas, y la revolución industrial.
Entonces la libertad de elección empieza a ser una característica común entre los hombres y las mujeres, y reaccionan ante ella en la forma de inquietud, inseguridad e incluso desasosiego[12]. Entonces la filosofía tematiza esa inquietud ante la libertad como angustia, como miedo a la libertad, reflexiona sobre ella y se despliega en una nueva forma que se denomina existencialismo, o sea, reflexión sobre la existencia personal.
Hasta el siglo XXI no se da la autonomización de las conciencias de un modo pleno en el orden religioso. La emancipación se empieza a generalizar en la segunda mitad del siglo XX, en el orden del dogma y en el orden de la moral, y alcanza a la mayoría de los individuos, de un modo masivo, en el siglo XXI.
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NOTAS
[11] Aunque los dos son católicos y profesan la fe cristiana de un cierto modo crítico, ninguno de los dos se considera teólogo, ni llamado a desempeñar papel eclesiástico. Por eso declaran que siguen la religión que tiene vigencia en la sociedad en que viven. Cfr. Descartes, R., Discurso del método, Madrid: Trotta, 2018; Montaigne, M., Ensayos, Madrid: Cátedra, 2006; cfr., Navarro Reyes, J., Pensar sin certezas: Montaigne y el arte de conversar, Madrid: F.C.E., 2006.
[12] Quizá el mejor exponente de ese fenómeno es el libro de Erich Fromm, publicado en 1941, El miedo a la libertad, Barcelona: Paidos, 2009.
About the author
Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran, entre otras: Filosofía de la basura: la responsabilidad global, tecnológica y jurídica (2020), y Secularización (2022).