1.3. Emergencia del individuo y primera desconfesionalización del Estado
§ 7. Emergencia del hombre moderno. Urbanización y órdenes mendicantes
La tercera etapa de la formación de la cristiandad, registra, durante los siglos XII y XIII, un proceso de urbanización en el que las nuevas instituciones refuerzan la identidad y sustancialidad internas de los diferentes tipos de comunidades, y la autonomía del individuo como actor de todas ellas.
Las instituciones y eventos que determinan estas fases se pueden representar en la siguiente tabla.
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Factores socializadores |
Factores individualizadores |
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A.-Sociedad Civil |
B.-Iglesia Cristiana |
C.- Sociedad Civil |
D.- Iglesia Cristiana |
3.- S XII-XIII Baja Edad Media |
Urbanización. Fueros urbanos. Banca. Gremios. Dcho. Mercantil Policía |
Órdenes caballería. Universidades. Catedrales góticas. Inquisición |
Urbanización. Banca. Dcho. Mercantil. Estilos artísticos personales |
Órdenes mendicantes, 3 votos. Fco Asis, Domingo de Guzmán |
4.- S. XIV Pre-Ren |
Excomun Felipe IV 1302 (1ª desconf. Estado). Avignon 1309-1377 |
Bonifacio VIIII, Unam Sanctam, 1302. Poder en Iglesia |
Estilos artísticos personales. Filosofía nominalista |
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La Cristiandad, delimitada externamente por las fronteras con el islam, reconstruye o construye su tejido urbano y potencia la autonomía individual, es decir, construye la bona fides de sus habitantes y su propia subjetualidad, mediante las siguientes instituciones:
1.- Los proto-Estados nacionales confesionales y la proto- administración pública.
2.- La determinación de la ortodoxia conjuntamente entre autoridades políticas y religiosas mediante sus conflictos y acuerdos.
3.- Las ciudades, sus fueros, las obras públicas y las vías de comunicación interurbanas.
4.- El comercio entre el mediterráneo y la liga hanseática del noroeste de Europa.
5.- El nacimiento de la banca, del crédito y de los procedimientos financieros.
6.- La difusión del modelo del Self made man por parte de las órdenes mendicantes.
7.- La difusión del modelo del patriota emprendedor de las órdenes de caballería.
8.- El desarrollo del derecho mercantil y las transacciones basadas en la bona fides.
9.- El nacimiento de la Universidad y la formación de los nuevos profesionales.
10.- La formación de las lenguas nacionales y su uso en documentos oficiales.
11.- Los conjuntos de relatos sobre el nacimiento de la Cristiandad. Ciclo artúrico, Chanson de Roland, Mio Cid, etc.
12.- Asimilación de las ciencias greco-romanas e islámicas. Sistema de numeración indo-islámico, matemática, astronomía, medicina, alquimia, etc.
Los habitantes bárbaros de la cristiandad desarrollan sus actividades en las esferas primarias de la cultura (religión, política, derecho y economía), y en las secundarias (técnica, arte, ciencia y filosofía), como hacen los constructores de los primeros imperios Calcolíticos, pero en lugar de inventarlo y crearlo todo desde la nada como ellos, asimilan casi todo lo ya generado en el Calcolítico y en la Antigüedad.
Es cierto que mucho saber técnico egipcio y romano se pierde, y el nivel de calidad de las vías de comunicación romanas no se recupera hasta el siglo XX. Pero el conjunto de las esferas de la cultura alcanza en la Cristiandad en cinco siglos, del XI al XV, el desarrollo que en el Calcolítico logran durante cuatro milenios, y con un grado de madurez psíquica individual y de integración social más amplio y profunda.

Uno de los principales catalizadores de ese proceso son las órdenes mendicantes, y su difusión del modelo del Self made man, del hombre que se hace a sí mismo, o del hombre moderno.
El fraile mendicante cuando entra en religión toma un nombre nuevo, prescinde de su alcurnia, apellidos y herencia mediante el voto de pobreza, prescinde de su descendencia mediante el voto de castidad, y se consagra a la predicación mediante el voto de obediencia, para vivir de lo que suscita mediante esa actividad evangelizadora, o sea para vivir de la limosna. La limosna es la prefiguración del salario, y la predicación la primera modalidad de profesión liberal[17].
Esa es la estructura existencial del hombre moderno. Su legitimidad ante sí mismo y ante los demás no proviene de su pasado, sino de sus obras presentes y futuras, como deja bien claro Don Quijote cuando empieza su vida de caballero andante. A su vez, la legitimidad de lo que el hombre moderno sabe no proviene de las autoridades del pasado, sino de la evidencia que se le ofrece a su inteligencia en presente, como es el caso de Descartes y su fórmula “pienso, luego existo”[18].
El tipo del hombre moderno, operante desde el siglo XIII en que Francisco de Asís (1181/1182-1226) funda la Orden de los Frailes Menores, es el que lleva a cabo las creaciones y transformaciones enumeradas en los puntos anteriores.
La transformación de una sociedad feudal en una sociedad burguesa lleva consigo la transformación de un Estado militar en un incipiente Estado burocrático, administrativo.
Los fueros de las ciudades operan como fuerzas centrípetas que atraen a los individuos del campo la ciudad, y de la servidumbre agrícola a la autarquía urbana.
La ciudad y sus instituciones producen un notable incremento del número de individuos con formas de vida heterogéneas. Este incremento expande la talla y la cohesión de una sociedad de creciente solidaridad orgánica, hasta formar la masa crítica necesaria y suficiente para que se forme y se consolide una sociedad civil moderna.
Desde este punto de vista puede decirse que Europa se constituye y se consolida en su esencia en esta tercera etapa de la formación de la Cristiandad, en los siglos XII y XIII[19].
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NOTAS
[17] Marín, Higinio, La invención de lo humano: la génesis sociohistórica del individuo, Madrid: Encuentro, 2007.
[18] Foucault, M. Las palabras y las cosas. Una arqueología de las ciencias humanas, Madrid: Siglo XXI. También Rorty define la democracia como el sistema en el que toda legitimación queda remitida al futuro. Cfr. Rorty, R., Contingencia ironía y solidaridad, Barcelona: Paidós, 1996.
[19] Esa es la tesis de Jacques le Goff en su obra ¿Nació Europa en la Edad Media?, Barcelona: Crítica, 2003. Debo esta observación a Luis Fonseca.
About the author
Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran, entre otras: Filosofía de la basura: la responsabilidad global, tecnológica y jurídica (2020), y Secularización (2022).