Alicia Villar Ezcurra (ed.)
Escritos sobre la ciencia y el cientificismo
de Miguel de Unamuno
Ficha técnica del libro
- Título: Escritos sobre la ciencia y el cientificismo (de Miguel de Unamuno).
- Editora: Alicia Villar Ezcurra
- Editorial: Tecnos
- Edición: 2017
- Ciudad: Madrid
- Páginas: 426
- ISBN: 978-84-309-6949-4
Indice del libro
Estudio introductorio. Valoración de la ciencia y crítica al cientificismo en Miguel de Unamuno.
Nota a la edición.
Bibliografía.
Cronología de Miguel de Unamuno.
ESCRITOS SOBRE LA CIENCIA Y EL CIENTIFICISMO.
1. Escritos sobre la Universidad y discursos.
2. Artículos y ensayos.
3. Cuentos y escritos inéditos.
4. Correspondencia.
Comentario
Conocido es el pensamiento humanista y espiritual de Miguel de Unamuno; menos conocida sea, tal vez, su fervorosa actitud inicial en favor de la ciencia, algo que se puede descubrir gracias al libro que Alicia Villar Ezcurra ha editado, recopilando textos de diverso origen del genial pensador vasco (prólogos, cartas, conferencias…), algunos de ellos inéditos hasta la fecha.
Destaca en este libro el prólogo de la profesora Villar, unas páginas en las que se describe con rigor el itinerario intelectual de nuestro protagonista; un itinerario que muy bien puede ser resumido con estas pocas palabras: «un espíritu en movimiento» (p. xii), opuesto a cualquier tipo de acatamiento reverente, fiel a una originalidad radical. O, como nos explica ella misma:
El movimiento y la posibilidad de contradecirse como medio para liberarse del tirano que todos llevamos dentro fue una reivindicación constante de Don Miguel que siempre reclamó la máxima libertad, y protestó cuando se intentaba clasificar y encasillar su pensamiento en un sistema o en una escuela determinada.
Creo que todos los que conozcamos un poco a la figura unamuniana, no podremos encontrar un mejor modo de describir su personalidad, la cual no debe ser identificada precipitadamente como reaccionaria, sino, más bien, como genuina e indiscutiblemente libre.
Aprovechando diversas circunstancias temáticas (la misión de la universidad, la recientemente conocida en España teoría del evolucionismo, la relación entre España y Europa, la reflexión sobre las dificultades de la actividad científica… y su crítica al cientificismo), Miguel de Unamuno escribió distintos textos relacionados con la ciencia, muchos de los cuales han sido agrupados en este ejemplar. Aunque si bien son todos los que están, no están todos los que son; decisión que, desde la edición de este ejemplar, se ha adoptado a consciencia. ¿Por qué? Pues porque se han seleccionado expresamente textos de difícil acceso, dejando aparte aquellos que, por pertenecer a obras suyas más conocidas (En torno al casticismo, Amor y pedagogía, Del sentimiento trágico de la vida en los hombres y en los pueblos) son más accesibles al público en general.
Fue Unamuno un gran defensor de la ciencia, tal y como muestran sus lecturas y su correspondencia con personajes importantes de este ámbito; admiración que iba a la par con una crítica feroz al cientificismo y a los cientificistas, quienes convertían (y convierten) a la ciencia en ‘un ídolo al que adorar’. No me puedo resistir a recomendar su Mecanópolis, ficticio paraíso de la técnica en el que el protagonista despierta tras un sueño, y que a la postre resultó no ser tal; o La vertical de Le Dantec, un escrito destinado a La Nación de Buenos Aires, en el que critica ferozmente a un biólogo y filósofo francés, Félix Le Dantec, no sin cierto tono de humor.
Pero —como decía— en sus orígenes, Unamuno, si bien creo que no se lo podía calificar estrictamente como cientificista, no estaba tan lejano a esta postura fuertemente (exageradamente) valorativa de lo científico. Ardoroso defensor de Spencer, Unamuno vivió de primera mano las consecuencias de las académicamente convulsas décadas de la segunda mitad del siglo XIX; cuando las ciencias fueron relegadas a un segundo plano tras el empuje ilustrado, y su estudio se trataba de recuperar de la mano de krausistas, positivistas y regeneracionistas.
En esta época se empezaron a conocer en España obras científicas de reconocido prestigio en Europa, las cuales dieron pie, más que a un debate científico, a un debate ideológico. En este turbulento contexto, en el que no faltaron figuras auténticamente científicas de distintas disciplinas (Ramón y Cajal, Torres Quevedo, Menéndez Pelayo, Torroja, Turró, etc.), con frecuencia la ciencia era empleada como arma arrojadiza para fines que excedían sus competencias.
Así fue utilizado el pensamiento de Herbert Spencer, con quien nuestro autor se sentía cómodo; simpatizaba también con la filosofía científica del monismo evolutivo, entendiendo inicialmente a la ciencia en sentido amplio, abarcando incluso a las ciencias humanas y sociales. Pero tras su crisis espiritual de finales de siglo (en torno a 1897), Spencer ya le resultaba ‘plano y mecánico’; sus preocupaciones previas se le antojaron vanidades, siendo sustituidas por cuestiones existenciales, que no cabían en una inteligencia científica ni analítica. Se rebeló, pues, contra todos los que negaban la importancia de reflexionar sobre las cuestiones últimas, lo que le supuso no pocas incomprensiones entre los ‘ortodoxos racionalistas’.
Y así, desde fines del XIX, el intelectual Don Miguel quiso distanciarse del intelectualismo y progresivamente del positivismo y del cientificismo (p. xxxi).
No quisiera dejar de destacar que, si los escritos de Miguel de Unamuno son ciertamente interesantes, el prólogo de Alicia Villar no le va a la zaga. De indispensable lectura, estas páginas muestran un gran conocimiento de la obra unamuniana, así como del contexto español en el que vivió y maduró como intelectual, y como persona. Los pasos que dio tras su crisis de final de siglo están explicados con detalle, así como sus lecturas filosóficas, o la búsqueda de formas de expresión que pudieran dar debida salida a las inquietudes de carácter espiritual. No es casualidad que en esta época escribiera novela, poesía… estilos mediante los que se puede dar a conocer la realidad no tanto racionalista como cordialmente, pues, en las cosas importantes de la vida, ciertamente la razón (racionalista) no alcanza, y hay que movilizar, junto con Pascal, ‘otro tipo de razones’.
Directorio de imágenes
Imagen 1: https://elcultural.com/wp-content/uploads/imgBD/20100108/letras/img/26419_1.jpg
Imagen 2: https://bancodelecturas.files.wordpress.com/2017/09/default1.jpg?w=816
About the author
Doctor en Filosofía (Universidad de Valencia, tesis sobre la influencia de la afectividad en el comportamiento humano a la luz del pensamiento ético y estético de Xavier Zubiri) y Máster en Ética y Democracia (Departamento de Filosofía Moral y Política de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UV).