Josefina. El cine como luz

al rescate de la soledad y la incomunicación humana

Entrevista a Javier Marco, director de Josefina (2021)

 

Director de Josefina
El alicantino Javier Marco, director de Josefina (2021). Imagen 1

 

Introducción

El pasado mes de noviembre el joven director alicantino Javier Marco nos concedió una extensa entrevista. Pudimos analizar juntos su manera de ver el cine, a partir de su primer largometraje, Josefina. Se trata de un punto de inflexión en su carrera, después de más de diez años dirigiendo cortometrajes. Un aprendizaje que ha dado su fruto, como muestra por sus nominaciones al Festival Internacional de San Sebastián de 2021 y a los Premios Goya de 2022.

Nos hizo un hueco en su día a día. Son más de las once de la noche. Gracias a una videoconferencia por teams podemos tener nuestro primer encuentro. Quedamos gratamente impactados por su sencillez y su cálida acogida, así como por su sensibilidad hacia la colaboración entre filosofía y cine. Nos aceptó que contáramos con él, y con su guionista habitual, con quien forma un auténtico tándem a lo De Sica-Zavattini (Belén Sánchez-Arévalo, para el IV Congreso de Filosofía y Cine: El reconocimiento del otro en el cine de John Ford, de Roberto Rosellini y de los hermanos Dardenne)

Hablamos con fluidez, como si nos conociéramos de hace tiempo. Es cierto que ver la obra de un artista te genera una cierta familiaridad con él. Nos había encantado Josefina y eso ayudaba. Hemos trascrito la conversación casi de un modo literal; así queremos mantener la vitalidad de las expresiones del director.

 

Comenzamos la conversación con una apuesta fuerte. Decía Robert Bresson que “Llamarás buena a la película que te dé una idea elevada del cinematógrafo”. Queremos comenzar esta entrevista agradeciéndole que haya realizado Josefina porque nos parece que este aserto bressoniano se cumple. ¿Estaría de acuerdo?

Como director me gusta mucho no tener mucho artificio

Robert Bresson es uno de los grandes, y compararse con él es una temeridad. Pero no puedo negar que como director me gusta mucho no tener mucho artificio, sino dejar que el guion y los actores sean los importantes, es decir, que haya una buena historia, y que todos los actores se muestren como muy creíbles, como muy auténticos, y que la gente se los crea. A mí me pasa a veces que, viendo películas, no me creo a los actores. No me gustaría que las nuestras les pasara lo mismo. Valoro mucha una película en la que los actores están “brutales” -si se me permite la expresión, que todo el mundo entiende-.

También depende de las historias que cuenta el guion. Las nuestras suelen ser muy intimistas. Nada aparatosas. Me gusta mostrar a los personajes, que sean potentes, y construir la historia a partir de ellos. Que les pase algo que nos puede pasar a cualquiera de nosotros, a todo ser humano. Que ello vaya adquiriendo fuerza y el acontecimiento poco a poco se vaya haciendo grande. A mi equipo y a mí nos gusta igualmente que sea el guion el que lo diga, no la realización.

Prefiero los planos largos porque dan tiempo al espectador para que entre en la vida de los personajes

Prefiero los planos largos porque dan tiempo al espectador para entre en la vida de los personajes. Ahora estamos acostumbrados a cortes muy rápidos. No comparto esa filosofía. La entiendo porque ahora todo el mundo se aburre y cuando ven un vídeo de cinco minutos ya lo consideran largo. Se consumen vídeos de usar y tirar. A mí me gusta “dejar poso”. Son las películas que dejan ese poso las que me acaban atrayendo. Si una película te hace pensar en seguida en lo siguiente, es señal de que no te ha dejado ninguna huella.

El cine realiza la labor de cambiar la mente, de permitir aprender muchas cosas. Es el mejor arte porque combina todos (fotografía, música, etc.), pero al final de esta sensación permanece mucho tiempo en tu cabeza y no se te olvida. Todos tenemos películas favoritas y siempre las tenemos allí. El cine es una herramienta muy potente y hay que saber utilizarla.

 

Cuéntenos algo de su formación académica…

¿Qué lleva a un director a crear con imágenes que le lleguen al espectador y le emocionen como a mí me emocionó?

Soy de Alicante y allí estudie Ingeniería de Telecomunicaciones. Pero desde que vi la película Blade Runner de Ridley Scott, siendo un muchacho de unos diez años, me impactaron las imágenes. Desde entonces me preguntaba: ¿Qué lleva a un director a crear con imágenes que le lleguen al espectador y le emocionen como a mí me emocionó?

A los dieciséis años ya comenzaba a hacer cortos de una manera muy amateur. Hacía a la vez de director, de cámara, de actor… Los otros actores eran también amigos. No teníamos un duro. Cero de presupuesto. Sólo me podía permitir compartir bocatas. Pero ya existía allí ese amor por el cine y por contar historias. Poco a poco fuimos haciendo esos cortos un poco mejores.

Cuando luego te das cuenta de que trabajas en algo que realmente te gusta, notas la diferencia

En Alicante esos años no había estudios Comunicación Audiovisual. Mis padres buscaban que estudiase una carrera con más salidas. Se me daban bien las ciencias y por eso me incliné por una ingeniería. Trabajé como ingeniero dos años en Alicante y dos en Madrid. Dos años más tarde me quise dedicar al audiovisual porque no me llenaba el mundo profesional que había conocido. Cuando luego te das cuenta de que trabajas en algo que realmente te gusta, notas la diferencia. Hice un Máster en Dirección de Cine on line, mientras trabajaba como montador, que también me encanta. He estado trabajando como montador hasta dos meses antes de comenzar el rodaje de Josefina.

Simultáneamente rodaba un corto por año, diez en total. Eso te permite crear un estilo, que te va formando a ti mismo como director. En el 2015 empezamos a concebir la idea de Josefina, aunque la hayamos rodado casi seis años después. Después de la “peli” no he tenido que volver a montar. Me gusta el montaje, pero prefiero la dirección. Estoy como residente en la Academia del Cine, desarrollando ya lo que será el segundo largometraje.

 

De tus cortometrajes nos impacta Uno[1]

Nos gusta desarrollar la libertad creativa y contar la historia de la mejor manera posible para que el espectador se la vaya imaginando

Hemos intentado hacer con Josefina algo así como otro corto con más tiempo, noventa minutos en lugar de quince. Nos gusta desarrollar la libertad creativa y contar la historia de la mejor manera posible para que el espectador se la vaya imaginando. Nos parece un método muy potente para que sean los que ven la película los que vayan completando la historia. Es cierto que es una opción que tiene sus riesgos, pues hay quienes les gustan los finales cerrados. Pero el arte del cine está en eso: que trate al espectador como alguien que quiere estar dentro de las películas, como alguien que va entendiendo la historia poco a poco.

 

Nos parece que está cerca de lo que Henri Agel sostenía, que toda obra maestra tiene que contener ambigüedad para dejar que el espectador construya lo que queda abierto en el relato. ¿Lo comparte? ¿Hay que leer así el final de Josefina?

Que cada escena aporte algo, un granito de arena. Y que al final todo se entienda

No sé si es lo adecuado. Es lo que nos gusta. Cuando sientes algo así como espectador, a mí me encanta. Que seas un cocreador, no un espectador pasivo. Nuestras películas tienen un tempo tranquilo. Nos gusta que se vaya entrando en la historia y que cada escena aporte algo. Toda escena debe tener un porqué. Al igual que cada plano que cortamos en el montaje intentamos que tenga un sentido, que responda a un porqué. Insisto, que cada escena aporte algo, un granito de arena. Y que al final todo se entienda.

Josefina soporta muy bien un segundo visionado. Cuando ya sabes el final vas comprobando que cada escena te va dando pistas. En el primer visionado lógicamente no te das cuenta de todo, pero en el segundo comienzas a atar más cabos. Estas son las “pelis” que más me gustan como espectador.

Como director te tiene que gustar mucho lo que cuentas, tienes que sentirte muy atraído por el material y la manera de contarlo

Como director te tiene que gustar mucho lo que cuentas, tienes que sentirte muy atraído por el material y la manera de contarlo. De este modo, si te sientes conectado al cien por ciento va a salir una película honesta.

 

Javier Marco junto a la guionista Belén Sánchez Arévalo… Algo así como Vittorio de Sica y Cesare Zavattini. Imagen 2

 

Nos parece que, como director, eres al mismo tiempo un autor y un dinamizador de un equipo de personas: en los títulos de crédito no falta ni la más mínima aportación…

En los rodajes siempre pasan cosas, pero si todo el mundo rema a favor es todo más sencillo

Tuvimos un equipo, permítasenos la expresión, “brutal”. Había gente con la que habíamos trabajado en los cortos y gente que se unió después. Eran muy buenos profesionales, y muy buenas personas. En los rodajes siempre pasan cosas, pero si todo el mundo rema a favor es todo más sencillo. Todos los actores (Robert Álamo, Emma Suárez, Manolo Solo, Miguel Barnardeau, Pedro Casablanc, Olivia Delcán, Simón Andreu…) iban siempre a favor.

Una vez que tú explicas el tono que quieres que tenga la película, trabajo que hay que hacer en la preproducción, se puede pasar al rodaje. De este modo los actores saben de qué va la película. Son reuniones en las que les explicas el tono, y cómo conseguirlo, y das las referencias que permiten entenderlo. Es algo completamente necesario para que todos vayan a favor de la historia.

Como director tienes que saber lo que la película necesita y darlo.

Como director tienes que estar abierto a la película, que la película te vaya contando todo lo que necesita. No tienes que centrar tu ego como director por encima de todo, tienes que estar abierto y dejar que la película te vaya hablando. Es algo que ve tanto en la preproducción, como en el rodaje o incluso en el montaje. La “peli” te va hablando: necesita más silencio, o menos diálogos, lo que sea… Como director tienes que saber lo que la película necesita y darlo.

Esto te pasa cuando tienes un equipo que te da confianza para hacer ese trabajo. Lo buen que sea ese equipo será lo bueno que sea el resultado final de esa película. Tienes que confiar en ellos. Estar abierto a sus aportaciones siempre y cuando vayan a favor del tono que quieres conseguir.

 

¿Cómo consigue que en Josefina el personaje de Roberto Álamo diga tanto con tan poco?

La verdad es que pones la cámara delante de Roberto o de Emma y se la comen
Fotograma de Josefina
Emma Suárez y Roberto Álamo en Josefina. Imagen 3

La verdad es que pones la cámara delante de Roberto o de Emma y se la comen. Con los dos es muy fácil trabajar. Cuando una o uno está actuando, el otro o la otra, aunque no salga en la pantalla, le está dando la réplica y actuando al cien por cien. Eso explica que las actuaciones de los dos sean muy buenas debido a su generosidad. A ambos les gusta intentar decir las cosas con menos diálogos. Una mirada puede valer más que mil palabras en muchas ocasiones.

Una vez que has contado lo quieres contar y has transmitido una emoción que quieres hacer llegar, si quitas frases obtienes un resultado más potente, más cinematográfico, y que puede hacer alcanzar más emoción en el espectador. Es algo que se trabaja en los ensayos, pero también en el rodaje y en el montaje. De este modo también se va construyendo la película.

 

Emma Suárez en su papel de mujer trabajadora resulta muy creíble…

Queríamos mostrar que a pesar de todo esto, de todas las cargas que tiene, siempre sale adelante

Una muestra de su generosidad. Otra actriz hubiese dicho que, si no salía con todo el maquillaje, muy aparente, no salía. Su papel, Berta, era el de una mujer de un barrio del extrarradio, de una trabajadora. Cuando se cierra su tienda de costura, se pone a coser casullas. Sabe salir adelante, a pesar de todas las cargas que soporta. Tiene un marido gravemente enfermo, y que además no la ha tratado muy bien durante toda su vida. Su hijo está en la cárcel, que para ella es una de las peores experiencias que se puede tener.

Queríamos mostrar que a pesar de todo esto, de todas las cargas que tiene, siempre sale adelante. Esa Josefina, un personaje de mentira que crea Juan (Roberto Álamo) para poder acercarse a Berta (Emma Suárez) fingiendo que él tiene una hija con ese nombre que también está en la cárcel, da luz a su vida. Hacía mucho tiempo que Berta no salía de su casa, y se va con Juan a un bar. En su vida no había pasado esto. Y ahora es el momento. Ella tiene cincuenta y cinco años, pero da igual. Es su primera vez y la quiere aprovechar.

Emma captó rápidamente su personaje, lo hizo suyo, le dio el alma en los ensayos

Emma captó rápidamente su personaje, lo hizo suyo, le dio el alma en los ensayos. Al principio no entendía muy bien cuál era el tono, dónde estaba. Por eso hicimos ese trabajo. Justo antes de rodar lo tenía ya completamente interiorizado, había entendido perfectamente a Berta, la había hecho suya, la había enriquecido con muchas aportaciones. Y así que el primer día de trabajo lo tenía claro, al igual que Roberto. Así que…¡Acción!

 

El personaje de Josefina es alguien angelical, el nexo providencial para un entramado caótico que se ha ido produciendo a través de las mentiras de Juan

La incomunicación y la soledad serían los dos temas fundamentales de la película

Josefina (Olivia Delcán), que en la pantalla no se sabe muy bien de donde sale, es el personaje que da esperanza en la historia, no sólo a Juan y a Emma, sino también al propio Sergio (Miguel Bernardeau), el hijo de Berta. La madre al final puede pensar que Juan le ha mentido, pero fruto de esta ficción está viendo mejor a su hijo que nunca. Sergio lleva dos años en prisión, entró por un accidente, y a partir de su ingreso ha cambiado tanto que ni su madre lo reconoce. No quiere hablar con ella. Entre ambos se ha perdido totalmente la comunicación.  La incomunicación y la soledad serían los dos temas fundamentales de la película.

Pero es gracias a Josefina, a lo que ella hace visitándole, su hijo está mejor y Berta también. Ambos por medio de un personaje que, como tal hija de Juan, no existe. Berta ha descubierto mejor la luz en su vida.

Por eso la película se llama Josefina, porque esa Josefina es alguien que se mete en la vida de los protagonistas y la cambia

Es la historia de dos personas solitarias que necesitan conectar con otro ser humano. Por eso es tan importante la escena en la que se dan un abrazo. Necesitan afecto, tocarse, y esa escena define la película. Es un poco el conectar un ser humano con otro. Después de la pandemia tiene otra dimensión. La película se hizo antes de la pandemia y no se sabía que iba a pasar esto de que no hayamos podido abrazarnos durante dos años. Es lo que le pasa a Berta. Necesita sentir el afecto de otro ser humano. Lo encuentra en Juan. Y esa luz aparece.

Por eso la película se llama Josefina, porque esa Josefina es alguien que se mete en la vida de los protagonistas y la cambia. No sólo la de Berta. También la de Juan. Y la de su hijo.

 

El personaje de Sergio es el de alguien resentido, con un carácter airado. Nos parece que es el personaje que tiene menos apuntes, que está más en construcción…

Depende de que esté en prisión por una u otra razón para que su actuación cambie, se modele

 

Fotograma de Josefina
Miguel Bernardeau como Sergio en Josefina. Imagen 4

A Miguel Bernardeau le hacía falta saber por qué su personaje, Sergio, está en la cárcel. Depende de que esté en prisión por una u otra razón para que su actuación cambie, se modele. Su manera de moverse, de comunicarse, con el resto de la gente. También lo trabajamos en la preproducción. Estuvimos un día entero hablando de por qué estaba en la cárcel. Así Miguel empezaba a entender su personaje, Y aunque eso no se diga en la película, ayuda a entender su caminar tan lento, su manera de hablar igualmente premiosa.

Sergio era una persona común antes de entrar en la cárcel. Estudiaba Bellas Artes antes de que ocurriera el problema, el accidente. Hay gente que piensa que tiene que ver con que se peleara con su padre que está en la cama casi muriéndose. Pero no tiene nada que ver. Es verdad que hay una mala relación entre el padre y el hijo, pero el hijo no le golpeó ni nada de eso. Acordamos Miguel y yo que Sergio salió una noche con sus amigos. Iba en coche, borracho, y atropelló a una persona. Salió del coche y vio que había muerto. Se dio a la fuga. Y una vez en su casa preguntó a sus padres: “¿Qué hago? ¿Confieso? ¿No confieso?”. Pero al final se entregó.

 

No era un delincuente habitual

Exacto. Se ve envuelto en un accidente que le puede pasar a muchas personas. No era algo que lo definiera como una mala persona o por estar metido todos los días en algo turbio. Fue un accidente y, por supuesto, una mala decisión. Le cambió la vida.

 

Muy divertido resulta el personaje de Rafael (Miguel Solo) el vigilante compañero de Juan en la prisión

Todos los personajes se sienten solos

Rafael también se siente solo. Del mismo modo que Pascual (Simón Andreu), el vecino de Juan, en el que éste puede ver su futuro:

Como siga así voy a acabar como mi vecino. Que no voy a querer salir ni a la calle.

Eso le puede poner en un estado de alerta.

Todos los personajes se sienten solos. Sergio se siente solo. A Rafael (Manolo Soro) no le escucha nadie. Está hablando para sí mismo. Pero sí necesitábamos este personaje para este contrapunto, porque es un drama gris. Las aportaciones de Rafael le dan un aire de comedia que también es necesario para que la historia pueda ser digerida de un modo mejor.

Como si Josefina fuera mucho más un personaje fantástico, que otro presentado de manera realista
Actriz que encarna el personaje de Josefina
Olivia Delcán como Josefina, el personaje fantástico, angelical, que da nombre a la película. Imagen 5

 

 

 

Y las frases de los azucarillos que él va leyendo son ciertas pistas de otra posible lectura de quién es Josefina. Todas esas sentencias de los sobres de azúcar, que son tres veces las que salen en la película, invitan a otra manera de ver a Josefina. Como si fuera mucho más un personaje fantástico, que otro presentado de manera realista. Casi propio de cine fantástico.

Hay espectadores que han percibido ese elemento de la película, esa posible lectura. No se subraya, pero está latente.

 

 

 

 

 

 

 

 

Algo así como “soñad y os quedaréis cortos” o “suelta la imaginación”

A mí como director me gusta hacer varias tomas, en busca de otros detalles, otros matices en cada toma. Luego en el montaje te dan la vida

En efecto. Manolo Solo es un actorazo. Siempre está bien. Es genial. Hace el rodaje superfácil. A mí como director me gusta hacer varias tomas, en busca de otros detalles, otros matices en cada toma. Luego en el montaje te dan la vida. Porque te dan muchas opciones.

Manolo es uno de los que termite este juego. Él siempre quiere probar cosas. De hecho, a veces tenía ya la toma que yo daba por buena y me decía: «¿Puedo probar una cosa?”. Le respondía: “Claro, por supuesto”. Nunca les voy a cortar las alas a los actores, para nada. A veces tardamos una hora o dos en iluminar un campo de luz… ¿Cómo no le voy a dar al actor un minuto o treinta segundos a un actor para que pruebe una cosa? Y si es algo positivo, como suele ser, es de justicia darle las gracias. En mi caso, estoy superagradecido por su generosidad a Manolo. A todos los actores.

 

Despedida del director de Josefina

Después de cuarenta minutos de entrevista, nos despedimos de Javier, hasta el IV Congreso de Filosofía y Cine: El reconocimiento del otro en el cine de John Ford, de Roberto Rosellini y de los hermanos Dardenne. El director está feliz de sumar con nosotros. Lamenta, y nosotros con él, que no se dé en la educación escolar una asignatura obligatoria sobre cine. Ayudaría, en su opinión, que los jóvenes tuvieran otros valores. Está bien que les formemos profesionalmente.

Josefina y las reflexiones de Javier Marco nos hacen pensar. Que no sería incompatible que junto a esa educación para el empleo les propusiéramos a nuestros jóvenes sueños e imaginaciones que nos hacen mejores, que nos permiten saber que sólo el verdadero encuentro con los demás pone luz en nuestras vidas. No estamos hechos sólo ni principalmente para el mundo que traduce en ejercicios contables. Todos llevamos dentro un misterio de creación personal que nos acerca a los corazones de los otros más de lo que con frecuencia las mujeres y los hombres del siglo XXI solemos creer. Por eso hay terreno para una alianza fecunda entre cine y filosofía.

 

Ficha técnica de la película

 

Josefina (2021)[2]

Directed by 

Javier Marco

 

Writing Credits (in alphabetical order)  

Belén Sánchez-Arévalo

 

Cast (in credits order)  

 
 

Emma Suárez

Berta

 

Roberto Álamo

Juan

 

Miguel Bernardeau

Sergio

 

Manolo Solo

Rafael

 

Pedro Casablanc

Emilio

 

Olivia Delcán

Josefina

 

Simón Andreu

Pascual

 

Belén Ponce de León

Verónica

 

Alfonso Desentre

Antonio

 

Iñigo Salinero

Funcionario tortilla

 

Enrique Escobedo

Mecánico taller

 

Jorge Aznar

Funcionario correos

 

María Algora

Camarera

 

Manuel Toro

Funcionario carta

 

Enrique Rodríguez

Trompetista (as Enrique Rodríguez ‘Enriquito’)

 

Paco Soto

Guitarrista

Rest of cast listed alphabetically:

 

Mabel Rivera

Eladia

Produced by 

Rosa García Merino

executive producer

Sergy Moreno

executive producer / producer

Jamila Wenske

executive producer

Music by 

Nerea Alberdi

 

Vanessa Garde

 

Cinematography by 

Santiago Racaj

 

Film Editing by 

Miguel Doblado

 

Casting By 

María Acero

 

Production Design by 

Óscar Sempere

 

Costume Design by 

Silvia García Bravo

(as Silvia Garcia-Bravo)

Makeup Department 

Gloria Pinar

makeup department head

Yolanda Sánchez

hair department head

Production Management 

Ángel Luis de Diego

unit production manager

César Romero

production manager

Second Unit Director or Assistant Director 

Javi Pérez

first assistant director

J. Enrique Sánchez

third assistant director (as J. Enrique ‘Kike’ Sánchez)

Sound Department 

Carlos Bonmatí

sound

Álex F. Capilla

foley artist

Rubén García Mesa

foley editor assistant

Paloma Huelin Izquierdo

sound (as Paloma Huelin)

Nacho Royo-Villanova

re-recording mixer

Maider Urkitza

assistant sound editor

Visual Effects by 

Samuel Carrasco

digital compositor

Roberto Corralo

digital compositor

Darío Siero

compositing supervisor

Guiomar Urrea

visual effects coordinator

Camera and Electrical Department 

Lara Blanco

first assistant camera

Lucas Góngora

digital imaging technician

Txuca Pereira

still photographer

Santiago Racaj

camera operator

Pepe Rodilla Cahill

second assistant camera

Casting Department 

Nuria González

extras casting

Costume and Wardrobe Department 

Raquel Iglesias

assistant costume designer

Editorial Department 

Álvaro Monzón

additional editor

Federico Patón

assistant editor

Music Department 

Nerea Alberdi

orchestrator

Vanessa Garde

music producer

Lourdes Hernández

music supervisor & consultant

Mikel F. Krutzaga

score mixer

Carlos Lillo

recording engineer

Alexander Nikoleit

additional programmer & orchestrator

Script and Continuity Department 

Javier Marlasca

script supervisor (as Javi Marlasca)

Additional Crew 

Ferri Ballester

production assistant

Carmen Bueno

production trainee

Sofía Cortés Echegaray

production trainee

Ángel Luis De Diego Jr.

production staff

Nerea Herrero

production assistant (as Nerea Herrero Durán)

Celia Varela Sixto

production staff

 

 

NOTAS

[1] Está accesible en https://www.youtube.com/watch?v=6r5thRFrBoQ

[2] Ficha tomada de IMDB,16/02/2022

 

About the author

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Licenciado en Derecho y en Filosofía y Ciencias de la Educación. Doctor en Derecho con una tesis sobre el paradigma del iusnaturalismo tomista en su génesis histórica y en la actualidad. Autor de diversos artículos y publicaciones sobre derechos humanos y de la familia, así como sobre temas de biojurídica. En los últimos años ha intensificado su investigación sobre los directores del Hollywood clásico, teniendo como referencia la obra de Stanley Cavell. Ha publicado estudios sobre Georges Stevens, Henry Koster, Mitchell Leisen, Leo McCarey y Frank Capra.

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Profesor de la Facultad de Filosofía y director del Máster Universitario en Marketing Político y y Comunicación Institucional de la UCV, premiado como Programa de Educación Política del Año en el certamen Napolitan Victory Awards de Washington Estados Unidos.

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