A propósito de Afganistán.
La complicidad anglo norteamericana-wahabita o
la primacía de la razón calculadora[1]
I. La complicidad anglo norteamericana-wahabí
Los orígenes remotos de la crisis afgana, y de la mayor parte de problemas en el mundo árabe y o musulmán tienen ya casi tres siglos, porque se remontan al siglo XVIII, momento en que comienza la hegemonía británica en el mundo, y surge el reino wahabí de Arabía Saudí, dos realidades que van a estar permanentemente vinculadas desde entonces hasta el presente.
Consolidación de la hegemonía británica
El imperialismo anglosajón tiene uno de sus momentos culminantes en 1702, cuando la Compañía de las Indias Orientales, fundada en 1599, obtiene la soberanía territorial en la India, “la joya de la Corona”, que mantendrá hasta que el gobierno asumió el control en 1858.
En 1708, el presidente de la Compañía de las Indias Orientales consideraba imprescindible postrarse a los pies del emperador mongol para dirigirse a él y se calificaba a sí mismo como ‘la más diminuta partícula de arena’, restregando la frente en el suelo para lo que le gustara ordenar. Un siglo y medio después de ese reverencial encuentro el escritor indio Bankim Chandra Chatterji decía que
el mundo nunca ha visto unos hombres tan tiránicos y poderosos como los que sentaron por primera vez las bases del Imperio Británico en la India.
Los ingleses que venían a la India estaban contagiados por una epidemia: robar la riqueza de los demás, agregaba[2].
El desplazamiento de la hegemonía francesa por la británica en el mundo se debe a dos tratados, el de Utrecht, en 1713 que puso fin a la guerra de Sucesión en España, por el que Francia cedió a los ingleses los territorios norteamericanos de Terranova y Nueva Escocia, así como el control de la Bahía de Hudson. Y el Tratado de París de 1763 que puso fin a la Guerra de los Siete Años (1756 – 1763), por el que se apropió de todo el Canadá y de los territorios entre el río Mississippi y Montañas Apalaches que habían estado en manos francesas.
La hegemonía británica en el mundo se consolida en 1815 con la victoria sobre Napoleón en Waterloo.
El reino wahabí de Arabía Saudí
Es significativo que el imperialismo británico, que entusiasmó a personalidades tan distintas como a Marx, que lo veía como etapa previa necesaria para la llegada del socialismo, así como a Hitler, que deseaba un imperio alemán semejante al británico, surja al tiempo que el wahabismo, el producto más reaccionario y procaz del islamismo. El wahabismo surge con Ibn Wahhab[3], un clérigo musulmán con muy escasa formación intelectual pero que tuvo la enorme habilidad de pactar un acuerdo político religioso que convertía al wahabismo en la religión oficial en Arabia, a cambio del apoyo a la dinastía de los Saud. Pues bien, es necesario subrayar que su pertenencia al Islam, es muy dudosa ya que se trata de una secta fanática, que profesa:
a) un rigidísimo monoteísmo que establece una falsa disyuntiva, o contraposición, entre Dios y el hombre, de modo tal que la soberanía de Dios exige abominar de todo lo humano, la cultura, el arte, la pintura, la música, los santos. Llegaron a desenterrar a Mahoma, por considerar que su tumba era demasiado lujosa para ser la tumba de un ser humano[4], y han destruido el patrimonio cultural y religioso de la propia Arabia Saudí.
b) Su nota fundamental es el takfirismo, su rechazo del distinto, especialmente del musulmán considerado hereje, para ellos todos los demás, especialmente chiitas y sufíes. Consiguientemente, mantiene una profunda hostilidad no sólo hacia el judaísmo y el cristianismo considerados religiones del libro y por tanto respetadas por el Islam[5], sino también hacia el sufismo (por la interpretación abierta del Corán) y el chiismo (por su no aceptación de la Sunna). Su régimen jurídico es de una crueldad inusitada en las penas empleadas para proteger el monoteísmo y el puritanismo[6], y excluye enteramente a la mujer de todos los derechos cívicos.
c) Se oponen al precepto fundamental de la muqatalah, combate mutuo o no transgresión que se contiene en Corán, LX/8 (la prueba) y que prohíbe toda violencia contra no beligerantes. Degradan el concepto de yihad, al negar la dimensión interior de lucha ascética, y reducirlo a la violencia contra los disidentes[7].
La relación entre el Imperio británico y el wahabismo
El apoyo británico al wahabismo se producirá primero por oposición al Imperio Otomano, y desde el hallazgo del petróleo, en 1938, por el deseo de control del mismo. Los petrodólares serán la base de la extraordinaria difusión del wahabismo, en países como Pakistán o Sudán; así como los errores cometidos en el trato con el Islam, llevarán a la población a pasar del razonable sufismo al irracional wahabismo. Idéntica involución se producirá en el mismo Afganistán a consecuencia, primero de la invasión de la URSS, y después, de la anglosajona.
Esta complicidad angloamericana-wahabita obedece a la primacía de la razón calculadora, de la razón instrumental, que se limita a contar y medir, (sobre el pensamiento meditativo, que busca el sentido) y por tanto, da primacía a los medios, a los recursos, al control de los recursos, sobre los fines como el bien común.
La razón calculadora
La razón calculadora reduce la realidad a lo cuantificable y manipulable, y por lo tanto lo convierte todo, incluso el ser humano, en objeto de uso y dominio, ya que el otro no es visto como un tú, sino como alguien anónimo, instrumental[8]. Esta mentalidad tiene su origen remoto en el Leviathan, de Hobbes, cap. XI y ss., al romper la relación del ser humano con la naturaleza y con el otro, y establecer la disposición, uso y acaparamiento ilimitado de los bienes externos[9] como fuente de la libertad y la autonomía.
Con Hobbes coincidirán Locke, Hume, Helvetius, Bentham[10], J.B. Say, y la Escuela económica neoclásica. Junto a la primacía de la razón calculadora en el mundo anglosajón puede encontrarse el desprecio por la poesía. Así, John Locke escribe en sus Pensamientos sobre la educación, & 174:[11] Tras aconsejar a los padres que impidan a sus hijos hacer poesía, afirma
El poeta perderá su tiempo y su dinero, ya que difícilmente se van a descubrir minas de oro o plata en el Monte Parnaso.
Serán razones económicas -eliminar el déficit en la balanza de pagos británica con China-, las que provocarán las dos guerras más injustificadas e inmorales que se han dado en la historia: las dos guerras del opio[12]. Por ellas los británicos impusieron el consumo del opio administrado por la Compañía de Indias, se adjudicaron Hong Kong, y para administrar los beneficios logrados con el tráfico del opio, crearon el banco HSBC, que sigue siendo el octavo más grande del mundo y uno de los más especulativos[13].
El apoyo de Estados Unidos
Igualmente el entusiasmo de EEUU por Arabía Saudí se debe al hecho de usufructuar su petróleo a través de la compañía ARAMCO de capital americano hasta hace bien poco. La codicia del petróleo es la misma razón que lleva a EEUU a aborrecer a Irán, por haber nacionalizado este país el petróleo, en 1952 por parte del gobierno democrático de Mosadeq, que pronto fue derribado para dar plenos poderes al Sha para que gobernara en favor de los intereses anglosajones. Por esta misma razón traicionaron a la Alianza del Norte, dirigida por el señor de la guerra Massoud entusiasta del General De Gaulle, que había vencido al comunismo en 1986[14].
El deseo de controlar el petróleo saudí ha llevado a EEUU a oponerse a panarabismo laico y defensor de los derechos de las mujeres y apoyar el panislamismo, fanático y negador de todos los derechos humanos.
La complicidad anglo-wahabi en el siglo XX
La complicidad anglo-wahabi continúa en el siglo XX con los buenos servicios prestados por Bin Laden a la CIA en la lucha contra el régimen comunista de Kabul. La enemistad de Bin Laden y Al Qaeda contra EEUU se deberá al rechazo por parte de estos y de Arabia Saudí en 1990 del ofrecimiento de Bin Laden de luchar con ellos contra Sadam Hussein.
Resulta evidente señalar que tanto Al Qaeda, fundada en 1988-89, como el movimiento taliban fundado en 1995 obedecen fielmente a la ortodoxia wahhabi. Por ello con su gobierno, 1995-2001 se implantó la sharia y con ello se recortaron drásticamente los derechos de las mujeres, asi como se implantaron severos castigos con aquellos que no cumplían con las leyes islámicas.
El otro rasgo común a los wahabies y a los anglosajones es el dar origen a sociedades escindidas, desgarradas. En un caso entre fieles y herejes, en el otro caso, entre los que obedecen a la CIA (dominación del Capital, Inglés, y Algoritmo) y los que resisten a la misma. Así escribe el filósofo sirio B. Ghalioum en Historia y diversidad de las culturas[15]:
Por doquier en el Tercer Mundo, allí donde se ha impuesto la Modernidad, la sociedad se ha dividido en dos comunidades opuestas, a las que todo separa: la sensibilidad, el modo de vida, la ética, las relaciones con la naturaleza, el Estado, la patria, el poder, el trabajo, la historia, las aspiraciones. Una de ellas, minoritaria, florece en la prosperidad; la otra, mayoritaria, está destinada a la muerte lenta y al aislamiento.
II. La quiebra de la razón calculadora: la inutilidad de la tecnología como armamento y de la teoría de la disuasión
La tecnología no sirve como armamento
La consecuencia más positiva de la crisis de Afganistán es que la tecnología no sirve para lograr la paz, ni siquiera para mantener el poder. EEUU es el país que gasta más en armamento en el mundo, varias veces más que los que le siguen, China, Reino Unido, Rusia, Arabia Saudí.
El objetivo es la Joint Vision 2020 del Pentágono denominado “Full Spectrum Dominance” (dominio de todo el espectro en el campo de batalla). Con ello creen tener la omnisciencia y la omnipotencia. De ahí los nombres de sus operaciones militares: “Alcance infinito”, “Justicia infinita”. De acuerdo con su confianza en el Destino Manifiesto[16], creen saber lo que es bueno para todos y se creen con el poder de hacer valer esta visión en cualquier parte del mundo. Su aviación es invencible, pero produce odio, especialmente sus drones. Nada hay más intolerable que le maten a uno un ser querido con un vuelo no tripulado. Es la negación más elemental de la justicia de la guerra al hacer imposible que haya muertes por uno de los bandos contendientes[17].
El fracaso de la teoría de la disuasión
EEUU han creído que debían hacer en todos los países considerados enemigos -y por tanto malos- lo que hicieron en Alemania y Japón: destruirlos a base de bombardeos masivos, confiando en que de ahí surgiría, como en Alemania y Japón, la democracia anterior; pero como ha recordado Sopko, John F, inspector para la reconstrucción de Afganistán[18], había una democracia previa y el efecto ha sido el opuesto, fomentar el odio y la violencia.
El “fuego amigo” de EEUU ha provocado 50 mil civiles afganos muertos, 60.000 miembros de fuerzas del orden (militares y policías) y 10 millones de desplazados.
Cae por tanto la teoría de la disuasión, que ha acompañado la historia humana, “Si quieres la paz, prepárate para la guerra”, y sustituirla por el “Si quieres la paz, prepárate para la paz”.
Problema de fondo y solución
El problema de fondo es que EEUU tiene táctica, pero carece de estrategia. En la segunda guerra mundial lucha heroicamente contra el totalitarismo nacionalsocialista, pero deja el Este de Europa en manos de Stalin. En su lucha contra el comunismo, abre paso a la extensión del terrorismo islamista. Como reconoció cínicamente Brzezinski[19],
la CIA engañó a la URSS para hacerles entrar en Afganistán, y crearles un nuevo Vietnam, ya que era mucho más importante conseguir la caída de la URSS que evitar la extensión del terrorismo yihadista.
Para hacer frente a la razón instrumental y recuperar el humanismo, es imprescindible por tanto reconocer la validez de la regla de oro, el tratar siempre al otro como a sí mismo, y distinguir entre naturaleza y ser humano, que tienen valor en si, y el dinero, que tiene solo un valor instrumental.
III. ¿Quién debería sustituir a los anglosajones en la hegemonía mundial?
En mi opinión, como pone de relieve la crisis de Ucrania[20], dos países aparecen como los más sensatos, Alemania y Francia, que se esfuerzan por encontrar una salida pacífica a la crisis[21]. A ellos habría que añadir América Latina.
Contar con la aportación de América Latina
México
Ya en los años 60 del siglo pasado, el gran escritor mexicano Octavio Paz en su libro Corriente alterna[22] acusaba a los EEUU de pretender ser universalistas, cuando son rigurosamente imperialistas; afirmaba que su única universalidad era la de la técnica, es decir, lo contrario de una ideología o de una política, lo que explicaba la brutalidad de los métodos yanquis y el maquiavelismo a corto plazo de su política internacional. La superación de la mentalidad tecnocrática se daría según él en lo que calificaba como revuelta.
No se trata de una rebelión, porque éstas son excéntricas, marginales y minoritarias: mientras que la revuelta engloba a la mayor parte de la población. No es tampoco una revolución porque constituye un movimiento plural[23].
La base de la revuelta como alternativa a la tecnocracia[24], sería el arraigo en la tradición cultural y religiosa del pueblo, junto a la defensa del acceso universal a la propiedad de la tierra. Si la modernización tecnocrática habría sido la ideología de las dictaduras como la de Porfirio Díaz, la resistencia en favor de los derechos inalienables de pueblo se habría forjado desde una base religiosa. Anticipándose a lo que escribirá Harvey Cox en su libro Hacia una teología postmoderna, Paz afirma:
Los que mejor han resistido al imperialismo han sido la gente humilde que hace peregrinaciones al Santuario de la Virgen de Guadalupe[25].
Los esfuerzos de los campesinos por conservar sus tierras y sus derechos se inspiran frecuentemente en una consideración de la ley que es una mezcla de actitudes tradicionales y anticapitalistas.
Pues bien, advierte Paz,
La clave del futuro de las sociedades industriales y en buena medida el de la revuelta del tercer mundo se encuentra en Europa.[26] Una política europea independiente de EEUU modificaría las relaciones entre las superpotencias y afectaría decisivamente la historia en África, Asia y América Latina[27].
Argentina, Perú y Brasil
En esta revuelta del tercer mundo se manifiesta de forma muy semejante a Paz, escritores como el argentino Ernesto Sábato, o el peruano Francisco Miró[28]. Todos ellos arremeten contra la mentalidad tecnocrática, como base del etnocentrismo y colonialismo occidentales y defienden la recuperación de las tradiciones religiosas postmodernas, como presupuesto para la resacralización del hombre.
Tanto en su libro Hombres y engranajes como en su intervención en el libro colectivo editado por la Unesco Historia y diversidad de las culturas[29], Ernesto Sábato ha subrayado la conexión entre el desprecio a la mujer y el desprecio a los pueblos premodernos por parte de la mentalidad tecnocrática occidental, destacando que la crisis de la civilización actual no afecta solo al capitalismo, sino a toda concepción idolátrica de la técnica que implique la explotación del hombre.
Manifestaciones recientes de esta revuelta positiva de los países latinoamericanos contra la tecnocracia son los movimientos contra los Planes de Ajuste Estructural [30] y en favor de la condonación de la deuda del Sur. Entre ellos destaca el Foro Social Mundial de Porto Alegre en 2001, liderado por el arquitecto brasileño Chico Whitaker en el que participan 1.250 ONG[31]. Otro movimiento es ATTAC, Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras para la Ayuda al Ciudadana, que persigue el control de capitales, mediante el establecimiento de la Tasa Tobin.
Recuperar la unión e integración social
Frente a la escisión social que provocan tanto el fanatismo iconoclasta wahabí como la tecnocracia anglosajona, hay que reivindicar el pensamiento meditativo, copulativo y simbólico que une a Dios y a los hombres, recuperar la primacía de la belleza, pero una belleza que no sea simple esteticismo, sino que conecte con la verdad y el bien[32] y que tenga claramente sentido inclusivo, que integre a todos sin excepción.
Imperialismo británico versus Imperialismo español
A este respecto me parece importante tener en cuenta que la historiografía más reciente tiende a destacar el papel positivo de la empresa de España en América contraponiendo el Imperio español al imperio británico. Habría que citar en primer lugar la ingente obra del gran hispanista inglés John H. Elliot, nacido en 1920 y que acaba de fallecer el 10 de marzo, quien destacaba que la colonización española buscaba la integración de los indios a través de los matrimonio mixtos, y el hecho de considerar a los indios como ciudadanos españoles[33], porque les interesaba los indios en su totalidad más que sus tierras, mientras que la colonización inglesa trataba a los indios, como habían tratado a los irlandeses, considerándoles animales, lo que dio origen al genocidio de los indígenas, especialmente en EEUU, porque les interesaban solo las tierras y no los hombres.
En efecto tanto en la Leyes de Burgos de 1512 (27, Diciembre) como en las Leyes y ordenanzas nuevamente hechas por Su Majestad (Carlos V) para la gobernación de las Indias y buen tratamiento y conservación de los indios, se aconsejaban los matrimonio de españoles e indias, y de españolas e indios, y se limitaron los derechos de los españoles en favor de los derechos de los indígenas.
En esta misma perspectiva se inscribe la obra de M. E. Roca Barea, Imperiofobia y leyenda negra. Roma, Rusia, Estados Unidos y el Imperio español[34], en la que se contrapone la idea de Imperio, como “expansión incluyente que genera construcción y estabilidad a través del mestizaje cultural y de sangres” y “el imperialismo, que no produce ni mestizaje ni estabilidad , ya que es excluyente y basa su estructura en una diferencia radical entre colonia y metrópoli”. Se crea así un clima capaz de comprender al Imperio español sin complejos[35] y a la historia de España en su conjunto sin necios sectarismos.
En el ámbito latinoamericano habría que destacar en el mismo sentido de reconocimiento de la labor de España en América al gran pensador uruguayo Alberto Methol Ferré en su libro La América Latina del siglo XXI, [36]asi como a Gullo en su libro Madre patria[37].
……Pero las alternativas a la hegemonía mundial de los anglosajones han sufrido un importante revés con la brutal invasión de Ucrania por parte de Putin.
Otros artículos de Jesús Ballesteros publicados en esta web:
NOTAS BIBLIOGRÁFICAS DE A PROPÓSITO DE AFGANISTÁN: LA PRIMACÍA DE LA RAZÓN CALCULADORA
[1] Ponencia presentada el 21de febrero de 2022 en el seminario internacional “A propósito de Afganistán: el fracaso de la tecnocracia, la urgencia del humanismo”, organizado por el Master en Derechos humanos, paz y desarrollo sostenible.
[2] Lo recuerda MISHRA, P., en su libro De las ruinas de los imperios, Barcelona, Galaxia Gutemberg, 2014. p. 49. Por su parte Suami Vivekananda, pensador y líder religioso indio, dijo a finales del siglo XIX: “Intoxicados por el vino embriagador del poder recién adquirido, temibles como los animales salvajes que no saben diferenciar el bien del mal, esclavos de las mujeres, dementes en su lujuria, empapados de pies a cabeza en alcohol, impuros, materialistas, arrebatando la riqueza a los demás… esa es la imagen del demonio occidental a ojos de los indios» (Ibid. p. 68).
[3] MEDDEB, A., La enfermedad del Islam, Galaxia Gutemberg, Barcelona, 2003, pp. 71s.
[4] Como recuerda ALGAR, H., Wahhabism a Critical Essay, Nueva Yersey Islamic Publications International, 2002, a comienzos del siglo XIX, “destruyeron los restos mortales del Profeta” para “impedir que se adorase al Profeta como a Dios”.
[5] Con razón ha sido acusado el wahabismo saudí de esquizofrénico, debido a su profunda alianza militar y económica con Estados Unidos, y de otro lado a su profundo odio al cristianismo (ROY, O., El Islam Mundializado. Los musulmanes en la era de la globalización, Bellaterra, Barcelona, 2003, p.140).
[6] La esquizofrenia y doble moral del régimen saudí ha sido recordada recientemente por BALTA, P., en la presentación de su libro El euromediterraneo, Desafíos y propuestas, Ediciones de Oriente y del Mediterráneo, Madrid, 2005, al afirmar que impone el islamismo más puritano y es simultáneamente uno de los países que importa más pornografía (ABC. 23.5.05).
[7] COMMINS, D., Il wahhabismo e il suo sviluppo, en www.Oasis.Center.eu (consultado el 21.02.22).
[8] CARBAJO NUÑEZ, Martin, Crisis económica. Una propuesta franciscana, Madrid, BAC, 2014, p. 23s. El mismo WEBER, M., al final de su libro, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, Península, Madrid, 1984, reconoce que en su momento (1907) el capitalismo no responde a ningún espíritu religioso, sino solo a la mecánica de la codicia.
[9] No intrínsecos, sobre ello, FREY, Bruno, cit. por COHEN D., Homo oeconomicus. El profeta (extraviado) de los nuevos tiempos, Ariel, Barcelona, p. 20.
[10] Como es bien sabido, el principal divulgador de las ideas utilitaristas. De especial interés a este respecto son sus artículos “La psicología del homo oeconomicus” y “La filosofía de la ciencia económica”, ahora en Escritos económicos, México, FCE, 1965, pp. 3-30 y 169-94.
[11] Cit. por ORDINE, Nuccio, La utilidad de lo inútil, Acantilado, Barcelona, 2017.
[12] Las Guerras del Opio son quizá uno de los eventos de la historia más humillantes analizados desde una visión actual. Básicamente, los ingleses primero, junto a franceses, rusos, portugueses y estadounidenses después, obligaron a los chinos a abrir sus puertos para comerciar con droga y todo tipo de productos. Decenas de miles de personas murieron o acabaron adictas a un opiáceo que comerciaban los británicos, quienes no aceptaron que el emperador, al ver los estragos que causaba entre sus súbditos, prohibiera su consumo. La derrota militar fue dolorosa y degradante para los chinos.
[13] Para su historia véase, TOUSSAINT, Eric, Bancocracia, Icaria, Madrid, 2007. Y sobre sus últimas tropelías, recuérdense los fraudes descubiertos por el informático suizo Hervé FALCIANI.
[14] Sobre ello véase, FERNÁNDEZ, Encarnación, “Las complejas raíces de la descomposición actual de Afganistán”, Sistema nº 224 – Enero 2012 – pp. 41-68
[15] B. GHALIOUM, “Liberación de la historia”, en varios, Historia y diversidad de las culturas, Serbal-Unesco, Barcelona, 1984 , p. 342. En este punto la tesis de Ghalioum puede conectarse con la de A. GORZ, respecto a la progresiva escisión de la sociedad actual, lo que él denomina la sociedad dual, debido al individualismo modernizador.
[16] Sobre esta creencia que está a la base de modo permanente de la política exterior de EEUU, véase BALLESTEROS, J., Repensar la paz, EUNSA, Pamplona, 2005, p. 96ss.
[17] WALZEL, M., Guerras justas e injustas, Paidós, Barcelona, 2001.
[18] Citado por VALORI, G. E. https://saeeg.org/index.php/2021/09/01/fracasos-y-calculos-militares-industriales-de-estados-unidos-en-afganistan(consultado (consultado el 7.04.2022)
[19] “Qu´est-ce qui est le plus importan au regard de l´histoire du monde? Les talibans ou la chute de l´empire sovietique? ¿Quelques excités islamistes ou la liberation de l Europe centrale e la fin de la guerre froide?» Entrevista en Le Nouvel Observateur. (15. 01. 98). Su última respuesta parece ignorar la esencial distinción entre el Islam, ciertamente plural y pacífico, y el islamismo unitario y violento.
[20] Entrevista a BALLESTEROS, Jesús, “A propósito de la invasión de Rusia a Ucrania”, por Rodolfo Marcone Lo Presti, Diario Constitucional CL, 7 de marzo de 2022 (consultado el 31 03 22).
[21] China es el país con mayores posibilidades de asumir la hegemonía planetaria, pero no parece nada deseable. Actualmente China es una dictadura que controla todo el poder en el Partido Comunista y éste a su vez en la persona de su Secretario general, XI Chin Ping. En relación con Afganistán, China ansía utilizar las tierras raras de Afganistán, ricas en litio, cobre, etc. Su posible alianza con los talibán tiene el límite en la conexión de éstos con los musulmanes chinos de Xinjian, el turquestán más oriental.
La preocupación de Rusia de que el islamismo se extienda entres sus países limítrofes reduce notablemente sus posibles contactos con los talibán.
[22] Siglo XXI, México, 1967, p. 215.
[23] Corriente alterna, cit., pp. 213 y 223
[24] De la que serían arquetipos el campesino Emiliano Zapata y el escritor López Velarde, a quien el propio Paz califica como postmoderno.
[25] PAZ, O., El ogro filantrópico. Historia Política, Seix Barral, Barcelona 2ª ed., 1981.
[26] Sobre la relación entre Octavio Paz y Albert Camus en el tema de la revuelta, véase el artículo de MUÑOZ LEVY, D., “Octavio Paz y Albert Camus. El sendero de los solitarios, Nexos, 08 11 13.
[27] PAZ, O. Corriente alterna, cit. p. 215.
[28] VARIOS, Fundamentos filosóficos de los derechos humanos, cit..
[29] SÁBATO, E. Hombres y engranajes, Alianza, Madrid, 2ª ed., 1980.
[30] FERNÁNDEZ, E., ¿Estados fallidos o Estados en crisis?, Granada, Comares, 2009, p. 114.,
[31] Sobre dicho movimiento, WHITAKER, Ch., El desafío del foro social mundial, Barcelona, Icaria, 2006.
[32] Sobre este punto insiste METHOL FERRRE, en su obra citada en nota 37.
[33] Entre su ingente bibliografía, cabe destacar su libro Imperios del mundo atlántico. España y Gran Bretaña en América, 1492-1830. Taurus, Madrid, 2006, cap. “Coexistencia y segregación”, pp. 132-45. Las colonias del sur nunca fueron realmente “colonias” sino partes de España, de la Monarquía Hispánica.
[34] Siruela, Madrid, 2017, p. 422ss.
[35] Sobre ello el libro colectivo, La Historia sin complejos. La nueva visión del Imperio español. Estudios en honor de John H. Elliot, Actas, Madrid, 2010, así como el libro de TAMAMES, R., La mitad del mundo que fue de España, Espasa Calpe, Madrid, 2021
[36] En su artículo El fracaso del 5º Centenario Cuadernos del CLAEH. Informe “500 años de América: oportunidades y desafíos”. N°63-64, Montevideo, octubre de 1992.
[37] Espasa Calpe, Madrid, 2021.
About the author
Jesús Ballesteros
Catedrático Emérito de Filosofía del Derecho y Filosofía Política en la Universitat de València. Director del Doctorado en "Sostenibilidad y paz en la era postglobal". El libro escrito en su Homenaje se titula, "Pensar el tiempo presente", Valencia, Tirant lo Blanch, 2018. Es Dr.h.c.por la Universidad Panamericana de México.