Filosofía de la Basura*.
Jacinto Choza. Universidad de Sevilla. 6 de julio de 2016
Índice
1.- Basura y medio ambiente. Génesis del problema. 2.- El problema del medio ambiente en el plano artístico, científico y filosófico. 3.- Órdenes de lo desechable y órdenes de responsabilidad. 4.- Basura material y basura moral. 5.- Reciclaje y re-formalización. Noé y el robot Wall-e. 6.- Formalización e inteligencia artificial. Alma del mundo y ángeles del cosmos.
1.- Basura y medio ambiente. Génesis del problema.
La basura es el conjunto de los desperdicios que resulta del medio urbano, y, más en concreto, del medio doméstico, y existe desde el comienzo de la especie humana, como saben bien los arqueólogos. Por extensión, se llama «basura» a los demás residuos, y cuando el término resulta demasiado particular, se emplea el de «desechos» para designar los excedentes de las actividades de la especie humana.
A diferencia del término «basura», que proviene de épocas anteriores, tanto el término «desecho» como el término «excedente«, son de creación contemporánea y surgen dentro del ámbito cultural de la economía, avanzado el siglo XX. Basura y excedentes no son, pues, lo mismo. Entre ambos términos se insertan varias revoluciones industriales y explosiones demográficas.
Etimología del término «basura»
Basura, según el diccionario de la RAE, deriva del latín vulgar versūra ‘acción de barrer’, derivado a su vez del latín clásico verrĕre ‘barrer’, y quiere decir 1. f. suciedad (cosa que ensucia). 2. f. Residuos desechados y otros desperdicios. 3. f. Lugar donde se tiran residuos y desperdicios. 4. f. Estiércol de las caballerías. 5. f. Cosa repugnante o despreciable. 6. f. coloq. U. en aposición para indicar que lo designado por el sustantivo al que se pospone es de muy baja calidad.
La palabra «basura» viene de la deformación del latín versura, forma que la mayoría no vincula a vertere (verter), sino a verrere (barrer, limpiar). Sería en origen pues lo que hay que barrer y limpiar, y con el sufijo -ura (como en cultura y escultura), el resultado de la acción de barrer. El verbo verrere se asocia con una raíz indoeuropea *wers- (arrastrar, confundir, mezclar), que también estaría presente en la palabra guerra[1].
El término griego equivalente es aporrímmata, del verbo aporripto, desechar, expulsar, desterrar. Los términos latinos que se corresponden con el griego son purgamen (porquería, inmundicia), purgamentum (purificación, expiación), quisquiliae (desecho, hez), sordes -ium (suciedad, basura, persona sucia, asquerosa) y tienen el significado de “cosa mala o despreciable”[2].
En la época actual el término “basura” se asocia a los términos “medio ambiente” y “reciclaje” por varios motivos.
En primer lugar, porque en correlación con la explosión demográfica registrada durante el siglo XX[3], se produce un incremento de la demanda y la escasez relativa de algunos recursos naturales, que genera una cierta alarma por la previsible dificultad para satisfacerla.
En segundo lugar, porque la obtención y distribución de recursos produce un deterioro del medio ambiente e incluso del medio urbano, perceptibles y desagradables.
En tercer lugar, porque el incremento de población, de producción y de consumo, da lugar a una multiplicación en la cantidad y diversidad de los desechos que desbordan la tradicional potencia de la naturaleza para absorberlos[4].
La naturaleza no tiene capacidad para asumirlos en su complejo, cíclico y unitario proceso de producción y reproducción del conjunto de los vivientes. Dicho conjunto pasa a designarse con los términos de biomasa y ecosistema, y da lugar al desarrollo reciente de una ciencia llamada ecología[5]. La naturaleza registra el fallo de su falta de potencia, de fuerza o de firmeza, como su in-firmitas, como su “enfermedad”, como una alteración de su modo de ser habitual y constante, una alteración desagradable, a veces insoportable y pavorosa, que amenaza numerosas formas de vida. El exceso de desechos produce simultáneamente un cambio en el medio ambiente y un cambio climático.
Los cuatro grandes ámbitos en los que se producen las alarmas sociales
La escasez de recursos naturales, el incremento de la demanda, de la producción y del consumo, experimentados al ritmo de la explosión demográfica del siglo XX, puede agruparse de un modo perceptible en los grandes campos siguientes.
1.- Los productos agrícolas del suelo cultivable. Esta escasez de la tierra la detecta y la formula Malthus en el siglo XIX, y es retomada en 1968 en las propuestas del club de Roma de crecimiento cero[6].
2.- El agua. Las crisis de los recursos hídricos registradas por la FAO (Food and Agriculture Organization), a partir de los años 60[7], alertan sobre la situación de las reservas de agua y de los residuos hídricos urbanos e industriales en los siglos XX y XXI[8].
3.- El aire. Las crisis de la polución atmosférica en las grandes concentraciones urbanas, son registradas y advertidas a partir de los 80 por la por la Organización Mundial de la Salud (OMS)[9].
4.- Los combustibles y en general, la energía. En este campo la crisis es producida por la decisión de los países árabes de no exportar más petróleo a los países que habían apoyado a Israel durante la guerra de Yom Kipur en octubre de 1973[10]. Este embargo, acordado en el seno de la OPEP, se levanta en marzo de 1974, y da lugar a un cambio de estrategias y a un control riguroso del consumo mundial de petróleo[11].
El medio ambiente, y con él el planeta entero, aparece como problema porque el conjunto de los cuatro grandes ámbitos en los que se producen las alarmas sociales son lo que desde el neolítico se conoce como el conjunto de los cuatro elementos: tierra, agua, aire y fuego, aquello de lo que está hecho el cosmos y la naturaleza toda. La alarma se refiere al temor de que, dado el crecimiento demográfico, pueda no haber bastante tierra, agua, aire y fuego para todos, cuando “todos” es un número que supera los siete mil millones. Se refiere al temor de que el planeta todo pueda quedar inutilizado y la vida en él imposibilitada.
La posibilidad de la autodestrucción
La guerra fría había dado lugar, en la década de los 80, a la carrera armamentística de los misiles nucleares, a la llamada “guerra de las galaxias”, con la posibilidad de una destrucción violenta de la humanidad y del planeta mediante tales armas, y el cambio climático le añadía la posibilidad de una destrucción pacífica, pero destrucción también.
La alarma que habían despertado los cálculos y las proyecciones de Malthus a mediados del siglo XIX, sobre la demanda de alimento por parte de la población humana y la oferta por parte del planeta en tierra cultivable, se reproduce en la segunda mitad del siglo XX, pero ahora también en relación con el agua, el aire y el fuego. Entonces, buena parte de los organismos internacionales que se crean o se remodelan después de la segunda guerra mundial, especialmente la Organización de las Naciones Unidas, se configuran para afrontar las posibilidades de una autodestrucción violenta y una autodestrucción pacífica.
No se trata solamente del ajuste entre el volumen de la especie humana y el volumen de alimento que el planeta puede proporcionar. Porque desde mediados del siglo XX, después de la tercera revolución industrial, la especie humana no solamente utiliza como recursos para sobrevivir los productos de la tierra, los productos agropecuarios, sino la totalidad de los recursos del planeta.
Las posibilidades próximas de autodestrucción y la tercera revolución industrial[12], ponen de manifiesto que el marco de referencia estable y constante al que se remitía la acción humana desde el nacimiento de la agricultura en el neolítico, que era la naturaleza, se ha dejado atrás, y que la acción humana no puede recurrir a un criterio exterior a ella misma para dictaminar sobre la corrección de sus actividades, procesos y proyectos.
La conciencia de la posibilidad de autodestrucción se hace global, y también la de que los criterios para la decisión ya no son externos sino internos a la acción misma, y que en ella hay que encontrar lo que es bueno y justo para la polis. El problema del medio ambiente es una llamada a la reflexión.
2.- El problema del medio ambiente en el plano artístico, científico y filosófico.
El arte como forma de autoconciencia
El arte es la expresión natural de la vida y la primera forma de la autoconciencia del homo sapiens en todos los tiempos. Quizá la primera vez que los hombres registran la autodestrucción del planeta y de la especie, como una posibilidad real, es en la segunda mitad del siglo XX, y entonces el arte lo expresa de múltiples modos. De entre ellos es ilustrativo el modo en que lo hace el arte más típico de ese siglo, el cine.
En la década de los 70 se desarrolla un nuevo género cinematográfico, que ayuda a la autoconciencia humana a visualizar la crisis social y planetaria, el llamado “cine catástrofe”, que describe la destrucción del planeta y de la humanidad.
Bajo ese nombre se clasifican diversos sub-géneros entre los que se encuentran: 1, Meteoros. 2, Terremotos, derrumbes y otros desastres naturales. 3, Incendios. 4, Volcanes. 5, Extraterrestres, animales y seres monstruosos. 6, Plagas, mutaciones y apocalipsis zombi. 7, Animales feroces. 8, Accidentes en barcos y aviones. 9, Aeropuerto y sus continuaciones.[13]
La reflexión intelectual, científica y humanística como forma de autoconciencia
Después del arte, la segunda forma de la autoconciencia del homo sapiens en todos los tiempos es la reflexión intelectual, científica y humanística, especialmente filosófica. En efecto, la filosofía es definida por Hegel en el siglo XIX como la expresión en conceptos de la propia época. La expresión conceptual de la segunda mitad del siglo XX, no es solamente la concepeción de la posibilidad de la autodestrucción humana completa, pero esta posibilidad es una parte importante de ella.
En 1965 el filósofo italiano Umberto Eco publica el ensayo Apocalípticos e integrados[14], donde, entre otras cosas, describe a las sociedades occidentales enfocando su perspectiva de futuro según dos actitudes divergentes: la de los que sienten que el egoísmo y la maldad humanos son tan desmesurados que solo cabe la destrucción apocalíptica, y la de los que sienten que la responsabilidad humana es capaz de dirigir la marcha de la sociedad en sentido positivo, y aceptan el camino del progreso como correcto.
En 1973 el economista alemán Ernst Friedrich Schumacher publica el ensayo The small is beautifull (Lo pequeño es hermoso)[15], donde describe los problemas generados por el desarrollo industrial en el medio ambiente y apunta dos géneros de remedios. Las de las vías de solución éticas, como el sentido de responsabilidad en la producción y en el consumo, y las vías de solución técnicas, como la investigación sobre máquinas capaces de producir oxígeno, o sea, vegetales artificiales o vegetales robots, entre otras.
Desde la década de los 70 las academias y sociedades científicas de todo el mundo dedican sus esfuerzos a obtener la mayor cantidad de datos posibles sobre los aspectos del problema y a realizar propuestas de soluciones. En 1994 la Academia de Ciencias de Nueva York, dedica el volumen 709 de sus Anales, Human Reproductive Ecology. Interaction of Environment, Fertility and Behaviour (Ecología de la reproducción humana. Interacción entre medio ambiente, fertilidad y comportamiento) a analizar la interacción entre demografía y ecología con análisis minuciosos sobre las relaciones entre crecimiento demográfico, desarrollo económico y cuidado del medio ambiente.
En algunos casos se propone un modo extremoso de control de la población humana, considerando al homo sapiens como una especie de plaga que habría que combatir, y reducir quizá a dimensiones anteriores al siglo XX, para salvar el planeta[16].
En 1992 el filósofo y político francés Luc Ferry publica El nuevo orden ecológico. El árbol, el animal y el hombre[17], donde expone su percepción de que el nuevo orden ecológico ha desbordado los marcos teóricos y prácticos de la tradicional dicotomía entre izquierdas y derechas. La noción de equilibrio ecológico no puede establecerse por referencia a ninguna naturaleza, sino solamente por referencia a la vida humana, y específicamente a los valores estéticos y éticos mediante los que ella se regula.
En 2011, el psicólogo canadiense y profesor de Harvard Steven Pinker, publica Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones[18], donde analiza los progresos ininterrumpidos de la humanidad en cuanto a la disminución de la violencia desde el paleolítico hasta el siglo XXI, y en cuanto a la mejora de las condiciones de vida, disminución de la pobreza y otros logros sociales según su distribución en el planeta.
En una línea similar se sitúa el conjunto de los estudios del sociólogo norteamericano Jeremy Rifkin, desde el libro El fin del trabajo. El declive de la fuerza del trabajo global y el nacimiento de la era posmercado, de 1995, hasta La Tercera Revolución Industrial: cómo el poder lateral está transformando la energía, la economía y el mundo, de 2011[19]. Estos estudios describen el modo en que, cuando nuevas tecnologías de la comunicación convergen con nuevos regímenes energéticos, se producen cambios económicos que alteran los paradigmas tradicionales.
Estos estudios son enfoques y valoraciones reflexivos sobre las alteraciones medioambientales y los cambios climáticos, producidos durante los doscientos años que van desde la primera a la cuarta revolución industrial[20]. Durante esos años los países de la Europa occidental pasan, de estar formados por sociedades agrícolas, a estar formados por sociedades post-industriales.
Durante esos años, en esos países, la jornada laboral de los ciudadanos pasa de 60 horas semanales a 40, la expectativa media de vida pasa de menos de 60 años a 80, y la renta per cápita va en aumento continuo al ritmo del PIB. Esa tendencia se mantiene en Europa en todos los frentes en la cuarta revolución industrial[21].
3.- Órdenes de lo desechable y órdenes de responsabilidad.
El incremento demográfico del último siglo, el aumento de la demanda de materias primas, y el incremento de la producción y el consumo de manufacturas, produce un deterioro en la tierra, las aguas, el aire y la energía que el planeta puede suministrar, es decir, un deterioro del medio ambiente en que transcurre la vida, y un riego de agotamiento de la materia y la energía con las cuales la vida se mantiene. Ante ese peligro reaccionan el arte, la ciencia, la filosofía y la religión de los diversos modos señalados.
El crecimiento demográfico
La causa última del problema ecológico es la causa última del desarrollo histórico de todos los tiempos, a saber, el crecimiento demográfico. El aumento de la población es el motor de todo desarrollo porque es imposible que el progreso demográfico sea solamente demográfico[22]. Si cada siglo hay más millones de personas es porque esos nuevos millones de personas comen, habitan bajo techo, se comunican, se intercambian bienes y hacen muchas otras cosas.
Cada vez más, más millones de personas sobreviven gracias a una especial forma de división del trabajo, que describen Adam Smith y Marx entre otros, gracias a unas formas peculiares de organización, que describen Weber y Luhmann entre otros[23], y gracias a unas formas siempre nuevas de comunicación, que describen entre otros Shannon y MacLuhan[24].
Todo ese desarrollo demográfico genera desechos que producen deterioro. Ese deterioro se percibe con alarma, se examina y se estudia con diversos enfoques científicos y ético-políticos, y con diversos planteamientos ideológicos. Ese examen despierta el sentido de responsabilidad de la comunidad humana institucionalizada, la ONU, y se emprenden tareas de reparación en relación con ellos. Por una parte, se lleva a cabo una clasificación de los tipos de deterioros y desechos que se producen, y por otra, se crean los organismos e instituciones, públicas y privadas, encargados de intervenir proponiendo soluciones a los problemas[25].
Gestión de los desechos
La correspondencia entre problemas de deterioro y desechos, y los organismos e instituciones que asumen la responsabilidad de resolverlos, se puede representar en la siguiente tabla[26].
Ámbito | Deterioro (problema) | Reparación (soluciones) |
1.- Tierra.
Biomasa. Continentes |
Desequilibrio ecológico
Desertización |
PNUMA, FAO
Reforestación |
2.- Agua.
Océanos, mares, ríos. |
Contaminación. |
OMI, FAO, Limpieza de océanos, mares, ríos. |
3.- Aire.
Atmósfera |
Cambio climático.
Agujero de ozono |
PNUMA, OMS
Regeneración física. |
4.- Energía urbana
Medio urbano/ consumo |
Residuos urbanos.
Vertederos. BASURA |
OMS, OMC, Reciclaje. Biotecnología |
5.- Energía industrial
Medios productivos |
Residuos agropecuarios
Residuos industriales |
OMS, OMC, Reciclaje.
Biotecnología |
6.- Energía cósmica
Medio espacial cósmico |
Basura espacial |
UNOOSA, COPUOS
Limpieza espacial |
7.- Energía moral
Medio social moral |
Marginación
Delincuencia |
OACNUDH
Abolición pena de muerte |
Las clasificaciones de los desechos se modifican y actualizan periódicamente en función de los modos de producirse, recogerse y reciclarse. Con referencia a la tabla anterior, una panorámica de los residuos se logra clasificándolos en los siguientes apartados[27]:
1.- Medio terrestre. Continentes, Residuos agrícolas.
2.- Medio acuático. Océanos, mares, ríos.
Basura marina. De la producción de 100 millones de toneladas de plástico anuales, un 10% va al mar. De ese volumen, el 20% proviene de barcos y plataformas, el resto de tierra[28].
3.- Medio aéreo. Capa de ozono, smog fotoquímico (polución de las grandes ciudades).
4.- Medio urbano/ consumo
Residuo urbano/domiciliario: residuos que produce una familia o una comunidad. Este puede ser separada en distintos grupos: a) metal y latas, b) bolsas plásticas, c) papel, cartón, envases de cartón, d) vidrio, e) botellas y envases de plástico, f) trapos y ropa, Residuo comercial. Residuos orgánicos provenientes de negocios, oficinas y ferias, como papeles, cartones, frutas o verduras, etc.
Residuo hospitalario. Residuos que se producen en hospitales y clínicas, pueden ser o no orgánicos y se los considera peligrosos.
Basura tecnológica. Aparatos electrodomésticos inservibles.
5.- Medio productivo. Residuo industrial, son los originados en las industrias dedicadas a la transformación de las materias primas en productos terminados, como por ejemplo neumáticos y otros desechos. A veces se concentran en vertederos y cinturones urbanos deprimidos, y se convierten en hábitat de inmigrantes y población marginal, (suburbios de Nairobi, Manila, Rio de Janeiro, etc.)
6.- Medio espacial cósmico. Para combatir la basura espacial se envía a órbita un globo de espuma capaz de recolectar esta basura.
7.- Medio social moral. Porcentaje de población en centros penitenciarios, cárceles y ejecutados.
4.- Basura material y basura moral.
El concepto de basura lleva consigo un cierto sentido de responsabilidad por parte de la comunidad humana sobre sus propios desechos. La basura es un producto cultural, que si revierte al medio físico y se integra en él deja de ser basura y pasa a ser naturaleza.
La naturaleza hasta la Antigüedad
Hasta la antigüedad la naturaleza es algo de lo que el hombre no tiene que responsabilizarse ocupándose de su corrección. Al contrario, es algo que hay que adorar, desvelar y obedecer. Porque es el supremo misterio de la divinidad, o bien es un poder que excede con mucho las posibilidades de gestión técnica humana.
Este modo de entender la naturaleza se hace presente en la concepción aristotélica, y griega en general del siglo IV AdC, de la piratería como una actividad tan “natural”, como la pesca y la caza. A la naturaleza se puede recurrir para obtener medios de subsistencia, como materias primas, productos agrícolas y especialmente mano de obra, o sea, esclavos. Las razias piratas para la obtención de esclavos constituyen una actividad natural a los ojos de los antiguos hasta los inicios del imperio romano[29].
Para Cicerón, y en general para la Roma imperial, la piratería no es “natural” sino “ilegal”, es un delito, porque Scipion ha dedicado mucho tiempo y esfuerzo a limpiar de piratas el Mediterráneo y a convertirlo en Mare Nostrum, en “Nuestro Mar”[30].
La comunidad humana ha cancelado cualquier tipo de exterioridad que pueda ser ajena a ella
La comunidad humana ha ido ampliando su sentido de responsabilidad sobre lo que considera propio, desde el Mar Mediterráneo en el siglo I AdC, hasta los espacios siderales en el siglo XXI, y eso es lo que implica el concepto de “basura espacial”.
Si la comunidad humana institucionalizada, considera como “basura espacial” los desechos de las actividades interplanetarias, y asume la tarea de su limpieza, es que considera el espacio interplanetario, el cosmos en general, como algo que cae bajo su responsabilidad. Eso significa que, desde el punto de vista físico, la comunidad humana ha cancelado cualquier tipo de exterioridad que pueda ser ajena a ella.
Pero el crecimiento de responsabilidad en el orden físico ha ido en paralelo con el crecimiento en responsabilidad en el orden moral. Desde los tiempos más remotos hasta el siglo XX, la comunidad humana ha expulsado a la exterioridad más absoluta a los individuos que no podía integrar en sus dinamismos, como si el organismo social produjera desechos, al igual que los seres vivos, con todo aquello que no metabolizan y expulsan al exterior como heces e inmundicias. Ese es precisamente uno de los sentidos del término “basura” en algunas culturas antiguas.
El crecimiento de la responsabilidad en el orden moral
La historia política y la historia jurídica del homo sapiens es la historia de las formas de exclusión de los individuos de la comunidad propiamente humana, desde la esclavitud y el exilio hasta la pena de muerte. Pero sobre todo, es la historia de la superación de esas formas de exclusión, o sea, la historia de la superación de la basura en todas sus formas, de lo excluible físicamente y de los excluible social y moralmente.
La historia del humanismo, la historia de los derechos humanos, es precisamente la historia de la expansión de la responsabilidad de las comunidades humanas sobre la totalidad de los espacios físicos y de los espacios sociales y morales.
No hay perversión o maldad moral que no tenga redención de alguna manera posible y que por lo tanto merezca la aniquilación. A partir del siglo XX la especie humana asume esa certeza y esa responsabilidad. Por eso se produce la abolición de la pena de muerte en la mayoría de las naciones del mundo.
Entre los organismos de la comunidad internacional institucionalizada, hay unos cuantos dedicados a evitar el deterioro de los recursos humanos, es decir, a cuidar de las personas, a su reparación y reintegración social o “reciclaje”, entre los que se cuentan UNICEF, UNESCO, y otros.
Entre los organismos de origen privado, Amnistía Internacional, ONG fundada en Londres en 1962[31], es una institución dedicada a lo que se podría denominar “desechos humanos”, es decir, a la recuperación para una vida conforme a la dignidad de la persona humana, de los individuos que por su comportamiento antisocial han sido excluidos de la comunidad, bien mediante la reclusión en centros penitenciarios o bien mediante la pena de muerte.
Entre los objetivos de Amnistía Internacional está la abolición definitiva de la pena de muerte en todo el planeta. Ello significa que la especie humana ha cancelado lo totalmente desechable o excluible, en primer lugar, lo desechable desde el punto de vista físico, y en segundo lugar, lo desechable desde el punto de vista moral en el ámbito social y en el espiritual. La abolición de la pena de muerte significa responsabilidad de la comunidad humana no solo sobre el planeta, sino también sobre ella misma y sus miembros.
La cancelación de la exterioridad, y por tanto de la exclusión, en el orden físico y en el orden social moral, lleva consigo también en el siglo XX, la cancelación de la exterioridad y de la exclusión en el orden espiritual y religioso. La consecuencia más directa de esta cancelación es la abolición del infierno del ámbito de las religiones.
El infierno desaparece del orden de las creencias religiosas porque los hombres del siglo XXI no pueden creer que Dios sea más torpe y menos paciente que los sapiens en el enfoque y resolución del problema de la maldad de las personas[32].
Lo desechable es aquello de lo que el hombre no se responsabiliza, lo que excluye de su vida y en general de los órdenes de la existencia.
1.- Lo desechable en el orden cultural material. La basura
2.- Lo desechable en el orden cultural moral. Los condenados a la pena de muerte.
3.- Lo desechable en el orden social espiritual. Los condenados a los infiernos.
La desaparición de lo desechable es la desaparición de lo desechado e inútil, de lo sin sentido y sin forma. Su desaparición significa volver a dar forma y sentido a lo que quedó desprovisto de él, y eso se expresa con el término, reformar, re-formalizar o reciclar. Es la versión secularizada, tecnológica y ontológica, de lo que desde la perspectiva religiosa y teológica se designa como redención, cuyo significado etimológico es “volver a adquirir”.
5.- Reciclaje y re-formalización. Noé y el robot Wall-e.
Reciclar significa reintroducir en un ciclo. Generalmente en el ciclo de la “naturaleza”, de la vida en el planeta tierra. No se sabe si el universo es cíclico y si forma parte de un multiverso o no. Según algunas teorías físicas, desde el Big Bang en adelante, y según el segundo principio de la termodinámica, el universo se comporta como un sistema aislado que va de una situación entrópica dada, o situación de un determinado orden, a una situación de completo desorden, designada como “muerte entrópica” o “muerte térmica”, en la que no hay energía libre para crear y mantener la vida[33].
Se considera que el planeta tierra, “la naturaleza”, es dentro del universo un sistema abierto, cuyos procesos van de una situación de determinado caos, a una situación de orden y complejidad crecientes (a una situación de entropía negativa).
Esta situación es la que los antiguos mitos describen diciendo que en el principio era el caos, y que las divinidades del cielo y de la tierra mediante su unión amorosa, sus palabras o sus órdenes, crean un cosmos, un orden en que aparece la vida en diferentes formas de complejidad también creciente[34].
Orden y desorden en el universo
La cosmología contemporánea habla del desorden y el orden del universo como si hubiera emisión y recepción de información entre unos campos de fuerzas y otros, que en unos casos hace posible la generación de nuevos campos de fuerzas y nuevas formas, y en otros la imposibilita o propicia su disolución.
Es posible que así operen los procesos de formación de los diferentes ámbitos del universo descritos hasta el siglo XXI: materia oscura, agujeros negros, partículas y subpartículas, estrellas, sistemas planetarios, galaxias, etc., y, dentro de algunos sistemas planetarios, seres vivos con sus ciclos vitales de nacer, crecer, reproducirse y morir, con sus ciclos terrestres de primavera, verano, otoño, invierno, y otros procesos regulares de los astros.
En general, en el universo, y en cualquier ámbito real o ideal, los procesos que llevan a situaciones de mayor orden son procesos de formalización, y los que llevan a situaciones de mayor desorden son procesos de des-formalización, de disolución de las formas y de las conexiones entre ellas.
En el conjunto de los vivientes del planeta tierra, el desarrollo demográfico es un proceso de formalización que lleva a situaciones de mayor orden, es decir, a sociedades cada vez más amplias y más complejas, y a la vez un proceso de desformalización, que lleva a situaciones de mayor desorden, como es el de incremento de la basura en todas sus variedades.
Reciclaje y redención
El reciclaje y la redención son el conjunto de actividades mediante las cuales toda la basura, es decir, a todo lo inútil, des-formalizado y sin sentido, pasa a ser integrada en procesos y situaciones de mayor orden, es decir, tiende a ser re-formalizada.
Reciclaje significa, pues, re-formalización, y ahora hay que hacer una diferencia importante entre dos tipos de reciclaje: el reciclaje natural y el reciclaje cultural o tecnológico. El reciclaje cultural es al natural lo que la selección artificial es a la selección natural de las especies.
A partir del neolítico la especie humana aprende a introducir cambios en los procesos de entropía negativa de la naturaleza, de emergencia de especies vivas, para generar, siguiendo el impulso de las energías y formas naturales, nuevas especies vegetales y animales, es decir, para generar la agricultura y la ganadería.
A partir de la cuarta revolución industrial la especie humana aprende a introducir cambios en los procesos socioculturales que provocan procesos de desorden en la naturaleza, o sea basura, para integrarlos en procesos de mayor orden naturales, o sea reciclaje, y generar así nuevas formas de organización y complejidad[35].
Los procesos de entropía negativa naturales o de reciclaje natural, son interferidos nuevamente por procesos de entropía negativa artificiales, no solo a nivel biológico y de códigos genéticos, sino también a nivel planetario y cosmológico.
La tecnología del reciclaje tiene entre sus recursos ramas de la biotecnología que permiten integrar elementos inertes en los procesos metabólicos de los seres vivos, como las bacterias que se alimentan de petróleo, de plástico, etc. Estos recursos biotecnológicos se añaden a los ya existentes, que permiten transformar energía física de unos tipos en otros, y se articulan con ellos.
El conocimiento permite, mediante la tecnología, integrar el reciclaje artificial en el reciclaje natural, interferir en él, y quizá extender la acción humana de reciclaje a los lugares del sistema solar más allá del planeta tierra y su satélite.
En la segunda mitad del siglo XX y en la primera parte del XXI, las tecnologías del reciclaje artificial pueden rectificar tendencias de entropía positiva y puede revertirlas en procesos de entropía negativa, de más orden. Pueden hacerlo y se proponen como objetivo revertirlas todas.
Los problemas producidos por el exceso de desechos y algunas de las soluciones alcanzadas se pueden representar en la siguiente tabla.
Ámbito | Deterioro (problema) | HABER
Reparación (soluciones) |
DEBE |
1.- Tierra.
Biomasa. Continentes |
Desequilibrio ecológico
Desertización |
Reforestación |
Reforestación |
2.- Agua. Biosfera
Océanos, mares, ríos. |
Contaminación de aguas |
Plantas de aguas residuales Limpieza de lagos y ríos
|
Limpieza de océanos, mares, ríos |
3.- Aire.
Atmósfera |
Cambio climático.
Agujero de ozono |
Regeneración física. |
Smog fotoquímico |
4.- Medio urbano/ consumo |
Residuos urbanos Excedentes de alimentos BASURA |
Gestión de vertederos.
Reciclaje de residuos orgánicos en combustibles. Reciclaje biotecnológico Suelo rural/urbano |
Reciclaje de materiales de vertederos. Biotecnología |
5.- Medios productivos/
Agrario/ industrial |
Residuos agropecuarios Residuos industriales |
Gestión de vertederos.
Reciclaje de residuos orgánicos en combustibles. Reciclaje biotecnológico Suelo rural/urbano |
Reciclaje de materiales de vertederos. Biotecnología |
6.- Medio espacial |
Basura espacial |
Limpieza espacial |
Limpieza espacial |
7.- Medio social moral | Marginación
Delincuencia |
Abolición pena de muerte
Abolición del infierno |
Superación de epidemias
Abolic. analfabetismo |
La dificultad de la lucha por el reciclaje y su dramatismo está expresada en la película Wall-e, de 2008, versión contemporánea del relato de Noé, que aparece en todas las mitologías en que se recoge el episodio del diluvio universal (fin del pleistoceno y comienzo del holoceno, o sea, fin de la edad del hielo y de la glaciación Würm).
En este caso las inundaciones no son de agua sino precisamente de basura. La especie humana tiene que ser desalojada del planeta por el exceso de basura y trasladada al espacio. El robot Wall-e, con la ayuda de la robot de última generación Eva, que llega en la nave Axioma, y tras muchas peripecias, consiguen limpiar la tierra y traer de nuevo a la especie humana al planeta[36].
Wall-e es una película que no pertenece al género “cine catástrofe” que se inaugura en los años 70, sino al género “animación”. Está clasificada como “comedia romántica, cine posapocalíptico, ciencia ficción humorística, aventuras, película infantil, romance, cine distópico”[37].
Quizá en 2008, cuando se estrena la película, los logros son ya tan visibles como los deterioros, y se hacen presentes en la conciencia colectiva de algún modo, aunque generalmente las catástrofes son más perceptibles que las restauraciones, por ser más alarmantes y pertenecer a la categoría de “noticia”[38].
En cualquier caso, la historia de los procesos de producción de basura y de reciclaje, la filosofía de la basura, abre un último interrogante que, aunque no pueda resolverse, al menos puede plantearse, en relación con la cuestión de si el mundo tiene alma.
6.- Formalización e inteligencia artificial. Alma del mundo y ángeles del cosmos.
La “forma” es el principio interno de organización de cualquier realidad existente y de cualquier entidad ideal como las fórmulas matemáticas (por ejemplo, el teorema de Pitágoras). Son principios activos. Hace que los entes reales existan y que los entes ideales sean verdaderos.
Cuando esos principios activos, a los que se les ha llamado formas en la historia del pensamiento, superan un cierto umbral de actividad se les ha llamado, también en la historia del pensamiento, “almas” (en griego, psychés).
Cuando esas almas controlan la actividad viviente en más o menos grado, y despliegan más o menos actividad en el medio, se dice que esos vivientes son más o menos inteligentes. Cuando se trata de formas que constituyen los programas de computadores que regulan entidades u organismos no vivientes, como edificios y vehículos, o como reguladores del tráfico o de la electricidad, a esos entes se les llama edificios inteligentes, vehículos inteligentes, mapas inteligentes, etc.
No es lo mismo estar vivo que ser inteligente. Hay unas diferencias que ahora no son del caso, y hay semejanzas e identidades. Entre éstas, la más relevante para nuestro tema es ser capaz de aprender. Desde este punto de vista la inteligencia artificial (IA) es a los entes artificiales lo que el alma, o la parte del alma llamada inteligencia, es a los organismos naturales.
Algunos pensadores, antiguos, modernos y contemporáneos, sostienen que el conjunto de los procesos entrópicos del cosmos, positivos y negativos, no solamente son interdependientes, sino que también trasvasan información de unas regiones a otras y de unos sistemas a otros, y que todo eso está regulado por un sistema hiperformalizado al que denominan “alma del mundo”[39].
Por lo que se refiere a la formalización de los sistemas culturales y la relación entre ellos, ningún ser humano puede aprender y controlar, individualmente, la información de los Organismos dependientes de la ONU que se refieren a la basura y al reciclaje en sus diversos órdenes. Pero un robot del tipo Wall-e o del tipo del actual Sophia, sí puede[40].
Sophia es un robot creado por Hanson Robotics, de Hong Kong, que ha realizado diversas demostraciones en su campaña de publicidad, entre ellas obtener realmente el pasaporte de ciudadano de Arabia Saudí. Se identifica a sí misma como mujer, aunque declara no tener género[41]. Desde el enfoque de este estudio la igualdad del robot y el humano carece de interés. Lo relevante es la superioridad del robot, de la inteligencia artificial, que puede no tener límites, mientras que la inteligencia humana, natural y subjetiva, los tiene.
La cuestión es si Sophia puede retener y combinar, ella sola, la información acumulada en los organismos de las Naciones Unidas sobre procesos entrópicos positivos y negativos y actuar sobre ellos. Si puede atender, ella sola, a las consultas que pueden hacerles varios miles de gobiernos y organizaciones empresariales del mundo las 24 horas del día. Si con la información de que dispone, puede proponer soluciones a todas esas consultas, como es capaz de ganar varias partidas simultaneas a los últimos campeones del mundo de ajedrez.
La respuesta es, en todos los casos, afirmativa. Sí puede. Y por eso puede dialogar en condiciones de igualdad con el “alma del mundo”. Este protagonista de la cuarta revolución industrial, la IA, puede operar además resolviendo problemas con criterios estéticos y éticos, como indica Luc Ferry.
En estas condiciones Sophia es un interlocutor válido para el alma del mundo, y con ella puede haber comunicación entre los procesos de reciclaje natural y los de reciclaje artificial.
Ángeles
Los pensadores que describen el alma del mundo y llevan a cabo su elaboración teórica, en ocasiones describen la emisión y recepción de información, de formas, entre los diversos sistemas del universo mediante sistemas de ondas, de mensajes y mensajeros (en algún sentido análogos a los que operan en los ácidos nucleicos de los códigos genéticos), que en griego se designas con la palabra ángelos.
La palabra española «ángel» procede del latín angĕlus, que a su vez deriva del griego ἄγγελος ángelos, ‘mensajero’. La palabra hebrea más parecida es מֵלְאָךְ mal’ach, que tiene el mismo significado[42]. La representación plástica de estos mensajeros se hace, en la historia del arte y de las religiones, mediante configuraciones de elementos aéreos, ígneos y luminosos, que forman figuras voladoras, con alas, o deslumbrantes, o luminosos y capaces de trasladarse a velocidades inimaginables. Estas representaciones simbólicas tienen analogías con elementos de la física y la cosmología contemporáneas como fotones, partículas sub-atómicas y fenómenos cuánticos.
En las cosmologías y religiones antiguas, y en el hinduismo, judaísmo, cristianismo e islam actuales, los ángeles son los espíritus reguladores del cosmos, auxiliares de Dios en la tarea de su constitución y mantenimiento (providencia)[43].
Las cosmologías contemporáneas y las religiones actuales, cuando entran en diálogo, plantean el tema de la relación de Dios con el Big Bang y la creación, pero rara vez plantean el tema, más ajustado y abordable, de la relación del universo con los ángeles.
Para las religiones, Brahman, Yahweh, el Uno, Dios, o Alá, se sitúa más allá de la creación y del universo, y entre el universo y Él se despliega el ámbito de los miles de millones de criaturas espirituales, en cantidad y diversidad semejante a las de las partes y sistemas del universo, y tan desconocidos como el 70% del universo del que apenas se sabe nada.
La IA no es una subjetividad natural, Wall-e y Sophia no son seres vivos, y ellos están informados de eso. Los ángeles de las diversas religiones tienen una capacidad intelectual como la de los robots, y son subjetividades naturales.
La articulación y la conexión entre la subjetividad natural humana y la Inteligencia Artificial, entre cuyas modalidades se encuentran las variedades de cyborg actuales y posibles, permite una homologación del hombre y las capacidades operativas de los ángeles. El cyborg es la homologación del hombre y el ángel en el orden operativo.
Esa homologación no se da en el orden constitutivo porque, aunque los dos son subjetividades naturales, el ángel es una subjetividad espiritual (un espíritu sin cuerpo, y sin alma)[44] mientras que el hombre es una subjetividad material, un alma con cuerpo y con espíritu.
El reciclaje desde el punto de vista religioso
El reciclaje aparece, desde el punto de vista religioso, como la redención que no deja nada fuera, como la culminación de la tarea de creación, llevada a cabo mediante la colaboración de los ángeles y los hombres y sus actividades artísticas, científicas y filosóficas.
Desde los puntos de vista artístico, científico y filosófico, el reciclaje aparece como la cancelación de toda exterioridad, como la reintegración de toda basura natural a los procesos naturales de entropía negativa, y como la articulación de los procesos naturales en los culturales, regulados por criterios estéticos y éticos.
La filosofía de la basura, en tanto que filosofía del reciclaje, es una versión post-histórica de la filosofía del hombre, o del espíritu, en tanto que humanización del cosmos, de espiritualización del universo, llevada a cabo en un diálogo entre los diferentes tipos de seres espirituales y vivientes materiales.
NOTAS
- Texto de la conferencia que será impartida en el marco del I Congreso Internacional de la Sociedad Iberoamericana de Antropología Filosofica (SIAF) en La Universidad Católica de Santa María, Arequipa (Perús), que tendrá lugar los días 18 y 19 de septiembre del año en curso.
[1] https://etimologias.dechile.net/?basura
[2] https://es.glosbe.com/es/la/basura
[3] La población mundial pasa de casi 1.000 millones de habitantes en 1800 a más de 6.000 millones en 2000. En 2011 se alcanzan los 7.000 millones, y en 2017 se cuentan 7.350 millones de habitantes. https://es.wikipedia.org/wiki/Poblacion_mundial
[4] La producción mundial de plástico pasa de 1’5 millones de toneladas métricas en 1950 a 311 en 2014, https://www.dw.com/es/6-graficos-para-entender-el-problema-del-plastico/a-36756148; cada año se producen entre 7.000 y 10.000 millones de toneladas de residuos urbanos en el mundo, cfr. https://www.residuosprofesional.com/millones-toneladas-residuos-urbanos/
[5] https://es.wikipedia.org/wiki/Biomasa, https://es.wikipedia.org/wiki/Ecologia
[6] El Club de Roma, ONG fundada en Roma en 1968, tiene su sede en Suiza. Por encargo suyo, un equipo de MIT dirigido por la biofísica Donella Meadows, elabora el informe Los límites al crecimiento (en inglés The Limits to Growth) publicado en 1972, que ha tenido varias actualizaciones. https://es.wikipedia.org/wiki/Club_de_Roma
[7] https://es.wikipedia.org/wiki/Escasez_de_agua, https://en.wikipedia.org/wiki/Water_scarcity, cfr.
El Estado de los recursos de tierras y aguas del mundo para la alimentación y la agricultura, 2012, en https://www.fao.org/documents/card/en/c/a2128b09-361c-5468-9d93-2189cc430234/; cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Recurso_hirico.
[8] https://es.wikipedia.org/wiki/Contaminacion_hidrica, https://es.wikipedia.org/wiki/Aguas_residuales.
[9] https://es.wikipedia.org/wiki/Contaminacion_atmosferica
[10] https://es.wikipedia.org/wiki/Crisis_del_petroleo_de_1973
[11] https://es.wikipedia.org/wiki/Organizacion_de_Países_Exportadores_de_Petroleo
[12] Es la revolución de la información y las comunicaciones mediante recursos que van desde la TV, automóviles y aviones hasta internet, cfr., https://es.wikipedia.org/wiki/Tercera_revolucion_industrial,
[13] Cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Cine_catastrofe.
[14] Eco, Umberto, Apocalípticos e integrados, Barcelona: Tusquets, 1995. Sobre el impacto y difusión de este libro, cfr., https://es.wikipedia.org/wiki/Apocalipticos_e_integrados.
[15] Schumacher, E. F., Lo pequeño es hermoso, Madrid, Akal, 1973. Sobre el impacto y difusión de este libro, cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Lo_pequeño_es_hermoso.
[16] Cfr., David Attenborough, https://es.wikipedia.org/wiki/David_Attenborough y su trilogía de TV: Life on Earth (1979, La Vida en la Tierra en versión española), The Living Planet (1984, El Planeta Viviente) y The Trials of Life (1990, La Vida a Prueba).
[17] Ferry, Luc, El nuevo orden ecológico. El árbol, el animal y el hombre, Barcelona: Tusquets, 1994.
[18] Pinker, Steven, Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones, Barcelona: Paidós, 2012. Sobre el alcance y difusión de este libro, https://es.wikipedia.org/wiki/Los_Ángeles_que_llevamos_dentro
[19] Rifkin, J., El fin del trabajo: Nuevas tecnologías contra puestos de trabajo. El nacimiento de una nueva era, Barcelona: Paidós, 2010; La tercera revolución industrial, Barcelona: Paidós, 2011.
[20] Cfr., Schwab, Klaus, La cuarta revolución industrial, Madrid: Debate, 2017. https://es.wikipedia.org/wiki/Revolucion_industrial_cuatro. La cuarta revolución industrial, que corresponde más bien al siglo XXI, es la que viene dada por la conexión entre las tecnologías de manufactura robotizada, los procesos ciberfísicos, el Internet de las cosas, la inteligencia artificial y la computación en la nube.
[21] El trabajo del futuro, Observatorio ADEI, julio 2017, cit.https://www.observatorioadei.es/publicaciones.html
[22] Livi Baci, Massimo, Historia mínima de la población mundial, Barcelona: Ariel, 2002.
[23] Weber, M., Economía y sociedad, Madrid: FCE, 1993, Luhmann, N., Fin y racionalidad en los sistemas, Madrid: Editora Nacional, 1983; Essays on Self-Reference, New York; Columbia University Press, 1990.
[24] Shannon, C., The Mathematical Theory of Communication, Chicago: University of Illinois Press, 1949; McLuhan, M., Comprender los medios de comunicación. Las extensiones del ser humano, Barcelona: Paidós, 2009.
[25] El número, nombre y rango de los organismos de la Organización de las Naciones Unidas puede verse en https://es.wikipedia.org/wiki/Organizacion_de_las_Naciones_Unidas. Las ONGs dedicadas al Medio Ambiente pueden verse en https://www.ecoticias.com/medio-ambiente/107919/Directorio-ONGs-de-Medio-Ambiente.
[26] Para una relación de los organismos públicos y privados dedicados a los diversos problemas del medio ambiente, cfr., las webs indicadas en la nota anterior. Las siglas corresponden a los organismos de las Naciones Unidas dedicadas a la gestión en los diferentes ámbitos.
[27] Cfr., https://www.tiposde.org/general/245-tipos-de-basura/#ixzz5ELL3gvqd
[28] https://oceans.greenpeace.org/es/our-oceans/pollution/the-trash-vortex, (2/05/2018)
[29] Aristóteles, Política, I, 3. Madrid: Instituto de Estudios Políticos, 1973.
[30] Este tema está desarrollado detenidamente en Choza, J., Historia cultural del humanismo, Sevilla-Madrid: Thémata-Plaza y Valdés, 2009.
[31] https://en.wikipedia.org/wiki/Amnesty_International
[32] Amnistía Internacional se funda en 1962. Y en el año 2018 los países que han abolido la pena de muerte son 141, más dos tercios del total. https://www.amnesty.org/es/latest/news/2017/04/Death-penalty-2016-Facts-and-figures/
[33] https://en.wikipedia.org/wiki/Heat_death_of_the_universe
[34] https://es.wikipedia.org/wiki/Entropia
[35] Este punto de vista es adelantado por diversos pensadores de diversas áreas en el siglo XX. Se encuentra, entre diversos trabajos de estos y otros autores, en la obra científica de Ilya Prigogine, ¿Tan solo una ilusión? Una exploración del caos al orden, Barcelona: Tusquests, 1983; en la obra filosófica de Edgar Morin, El método 1. La naturaleza de la naturaleza, Madrid: Cátedra, 1986; en la obra sociológica de Luhmann. Fin y racionalidad en los sistemas, Madrid: Editora Nacional, 1983, y en la obra teológica de Teilhard de Chardin, El medio divino. Ensayo de vida interior, Madrid: Trotta, 2008.
[36] https://es.wikipedia.org/wiki/WALL-E
[37] https://es.wikipedia.org/wiki/WALL-E
[38] Esa es la tesis de Pinker, Steve, En defensa de la Ilustración, Barcelona: Paidós, 2018. La recuperación de la capa de ozono, la limpieza del Támesis y el Nervión con sus peces, o las plantas de tratamientos de aguas residuales de París, Bilbao y otras grandes ciudades, no son realmente “noticias”, y no parecen datos determinantes de la opinión pública.
[39] La primera descripción, o la primera formulación teórica del alma del mundo se debe a Platón, Timeo, Madrid: Gredos, 2000. La idea también está presente en doctrinas orientales como el Brahman (Dios) y el atman (alma) en el hinduismo, en los estoicos, en filósofos como Paracelso (1493-1541), Baruch Spinoza (1632-1677), Gottfried Leibniz (1646-1716) y Friedrich Schelling (1775-1854). Desde los años sesenta ha sido recobrada por defensores de la hipótesis de Gaia (que considera que la Tierra es un ser vivo), como James Lovelock y otros. Cfr. https://es.wikipedia.org/wiki/Anima_mundi, cfr. especialmente https://pt.wikipedia.org/wiki/Anima_mundi
[40] https://www.youtube.com/watch?v=S5t6K9iwcdw. El futbolista portugués Cristiano Ronaldo protagoniza un nuevo anuncio del operador de televisión por cable luso MEO.
[41] https://www.youtube.com/watch?v=R0bVxbRCd-U
[42] https://en.wikipedia.org/wiki/Angel, https://es.wikipedia.org/wiki/Angel
[43] https://es.wikipedia.org/wiki/Angelologia. La voz “ángel”, en la versión de wikipedia en inglés, contiene la angelología de las diversas religiones antiguas y modernas.
[44] Esta concepción del ángel como un espíritu sin cuerpo y, sobre todo, sin alma, corresponde a la angelología de Edith Stein. Cfr. Gutiérrez Aguilar, Ananí, La experiencia de la persona en el pensamiento de Edith Stein, Sevilla: Thémata, 2018.
About the author
Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran Antropología y ética ante los retos de la biotecnología. Actas del V Congreso Internacional de Antropología filosófica, 2004 (ed.). Locura y realidad. Lectura psico-antropológica del Quijote, 2005. Danza de oriente y danza de occidente, 2006 (ed).