1.- El espíritu y los espíritus en el mundo antiguo.

§31.- Almas y espíritus en la vida pública. Antesteria, Halloween y Día de muertos.

Calabazas Halloween. Almas y espíritus
Calabazas típicas de la noche de Halloween. Imagen 1

La Fiesta de los Muertos, de los difuntos o de los antepasados es, probablemente, una celebración en honor de los progenitores y ancestros, que se establece con los asentamientos urbanos neolíticos en numerosas culturas, y que en los procesos calcolíticos de urbanización se institucionaliza, adoptando configuraciones particulares en los que se advierten elementos articulado según una estructura común.

Suele celebrarse después de la cosecha en el otoño. El Wag del Antiguo Egipto se celebraba en agosto, el Bon del Japón budista tiene lugar en julio o agosto, el Pitri Paksha hindú en septiembre. En la religión Inca, el mes de noviembre entero es ‘Ayamarca’, que significa Fiesta de los Muertos, y en la China budista se le llama Fiesta de los espíritus[1].

En la Europa de tradición celta y cristiana el Halloween se celebra a principios de noviembre. En la tradición gaélica se llama Samhain, y en la cristiano-escocesa se denomina All Hallows’ Eve, esto es, “Día de todos los santos”. En el Halloween, los tres días de fiesta podrían ser una conmemoración ritual del Diluvio, en el que se relata la debilidad de la tierra en el periodo anterior [2].

Samhaim
Grupo de personas celebrando Samhain.    Imagen 2

La noche del 31 de octubre al 1 de noviembre es la celebración del final de la temporada de cosechas en la cultura celta​ y era considerada como el «Año Nuevo Celta», que comenzaba con la estación oscura. Es tanto una fiesta de transición (el paso de un año a otro) como de apertura al otro mundo. Su etimología gaélica significa ‘fin del verano’.

Los rituales y el conjunto de elementos folklóricos del Halloween se difunden en todo el territorio de los Estados Unidos desde el siglo XVIII, y a partir de ahí se difunden por todo el mundo. En la actualidad el Samhain lo celebran de un modo muy particular los seguidores de movimientos religiosos neopaganos, como la wicca ​ y el druidismo[3].

La Antesteria, de ánthos (ἄνθος, «flor») parece ser una fiesta jónica calcolítica de los difuntos, integrada en los ritos dionisíacos a partir de la antigüedad. Algunos autores la interpretan como Fiesta de la Revocación (ἀναθέσσασθαι, anathessasthai, “orar”) en referencia a los momentos de la celebración en que se consideraba que los muertos andan entre los vivos. Otros interpretan la fiesta como cultos para calmar y reconciliar a los difuntos[4].

Tiene también tres etapas en tres días sucesivos, llamados Pithoigia, (fiesta de la “apertura de las jarras” de vino nuevo), Choës, (fiesta de “el vertido” de las jarras y de la bebida del vino nuevo) y Chytroi, (fiesta de “las ollas” o las “cacerolas”), en las que se ofrecían alimentos a Hermes Ctonio y a los difuntos.

Los difuntos, tanto Keres (Κῆρες, espíritus femeninos) como Cares (Κᾶρες, espíritus masculinos), que habían tenido una muerte violenta o habían quedado insepultos, permanecían comiendo y bebiendo las ofrendas que les ofrecían los celebrantes.

En la Grecia antigua hay un dicho que se dirige a los que piden favores con demasiada insistencia, “Vete a la calle, Keres, que ya se terminó la Antesteria”[5].

Procesión Dia de Muertos
Procesión durante el Dia de Muertos. Imagen 3

Probablemente la fiesta de difuntos contemporánea más vistosa, y que reproduce más literalmente la relación de los antiguos con los espíritus, es la fiesta del Día de Muertos en México.

El Día de Muertos tiene lugar el 1 yel 2 de noviembre y está vinculado a las celebraciones católicas de Día de los Fieles Difuntos y Todos los Santos. En el 2008 la Unesco declaró la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México[6].

El pueblo teotihuacano, los totonacas, los mexicas y aztecas, hacen continuamente ofrendas a los difuntos de comidas, bebidas y herramientas útiles para el viaje al más allá, y sacrifican perros en sus tumbas para que les sirvan de guías en el viaje.

Altar de Día de Muertos en México.
Altar de Día de Muertos en México. Imagen 4

En la actualidad en el Día de Muertos se hacen altares en las plazas y calles de las ciudades, y en ellos se disponen las comidas y bebidas que más agradan a los difuntos. Estos difuntos suelen ser padres, abuelos o bisabuelos, cuyos nombres, costumbres, gustos y aficiones se recuerdan y se procura satisfacer.

Se convive con ellos durante las fiestas como en la Antesteria griega, se canta, se baila, se interpretan piezas musicales con bandas de variados y numerosos instrumentos. Muchos de los participantes pasan la noche en los cementerios, que llenan de flores y de velas, para señalar a sus difuntos el camino hacia el más allá y hacerles compañía durante esas horas.

Hay numerosas grabaciones disponibles en la red, que se pueden estudiar todo lo detalladamente que se quiera, y, por supuesto, se puede participar en la fiesta en cualquier ciudad mexicana los días 1 y 2 de noviembre[7].

Ahora lo que interesa es ver con qué nombre se designa a estos espíritus, de cuántos tipos son, qué trato hay con ellos y que estatuto ontológico les asigna la reflexión filosófica, para examinar la continuidad del léxico antropológico paleolítico y neolítico con el de la antigüedad y la época histórica, hasta nuestros días.

 

Para consultar la entrada anterior, pincha aquí.

 

NOTAS

[1] https://en.wikipedia.org/wiki/Festival_of_the_Dead

[2] https://en.wikipedia.org/wiki/Halloween

[3] https://en.wikipedia.org/wiki/Wicca

[4] https://en.wikipedia.org/wiki/Anthesteria

[5] https://en.wikipedia.org/wiki/Anthesteria

[6] https://es.wikipedia.org/wiki/Dia_de_Muertos

[7] https://www.youtube.com/watch?v=DQrqVq5nf34; https://www.youtube.com/watch?v=T9aMx6wXYcU

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Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran Antropología y ética ante los retos de la biotecnología. Actas del V Congreso Internacional de Antropología filosófica, 2004 (ed.). Locura y realidad. Lectura psico-antropológica del Quijote, 2005. Danza de oriente y danza de occidente, 2006 (ed).

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