2.- La revelación como palabra sagrada y como escritura sagrada

 

§ 33.2.- El relato histórico como revelación y meditación

La palabra es la manera en que la vida del espíritu está dada espiritualmente para sí misma, como el semen es la manera en que la vida del cuerpo está dada corporalmente para el organismo[1].

La historia es de suyo y desde el primer momento historia sagrada. Historia de lo que sucede y hacen en el tiempo los dioses y sus hijos y representantes, los reyes y emperadores. La historia surge en los cantos y recitaciones inspiradas de los aedos, poetas, adivinos y pitonisas. Porque la creación y lo que pasa en ella no puede no ser llevada a cabo por los poderes sagrados.

Cuando en el calcolítico crece exponencialmente la división del trabajo, nace la aritmética, la geometría y la astronomía, y se diversifican los tipos de relato, entones se inicia la secularización de la historia como historia de los imperios y emperadores, aunque no por eso deja completamente de ser sagrada. La secularización completa de la historia no se produce probablemente hasta que se constituye como ciencia positiva, en los siglos XVIII y XIX. Pero incluso entonces se hace profecía y apunta a una escatología secularizada.

Melchior Bocksberger, La creación del mundo (1575). Imagen 1

Como declara Pablo,

las cosas invisibles de él [Dios], su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas (Romanos, 1: 20).

Pero esas cosas hechas no son solamente las del universo físico, sino también las de la historia humana.

La revelación hablada y la escrita es la historia humana misma, y así lo entiende Orígenes. El espíritu se manifiesta y se da a entender “tanto en las cosas que deben suceder como en las que ya han sucedido”, tanto “en las que se realizaron deficientemente como en las que no sucedieron y podían o debían haber sucedido”, porque la palabra sagrada y la escritura sagrada tiene un sentido literal y un sentido simbólico o espiritual.

Así, por ejemplo, está escrito que Abraham tuvo dos hijos, uno de la esclava, y otro de la mujer libre. El hijo de la esclava es el nacido según la carne, y el nacido de la libre es el nacido según la promesa.

Las dos mujeres se pueden entender en sentido literal y tienen un sentido literal, pero también tienen un sentido alegórico, y así, ocurre con toda la escritura[2]. Pero eso no es algo que encuentra solamente Orígenes en el Antiguo Testamento. Antes lo ha descubierto Filón en el Pentateuco[3], y después lo encuentra Proclo en la Iliada y la Odisea[4].

revelación
Orígenes. Imagen 2

Lo mismo ocurre con el Bhagavad Gita, y podría decirse también del Popol vuh, si los mayas hubieran desarrollado más ampliamente una cultura urbana imperial, con más desarrollo de las letras, la historia y la teología. La historia contiene enseñanzas, revelaciones, de las profundidades más ocultas del cosmos, de lo humano y de lo divino.

Para cualquier persona en la época histórica, la ancianidad es la época en que la inteligencia saca lecciones y sabiduría de hechos, dichos y sucesos, que en el momento en que se produjeron eran incomprensibles. Eso es lo que Hegel llama “reflexión”, y lo que expresa en el poema Amistad a lo largo Gil de Biedma: “Ah, el tiempo, ya todo se comprende”.

Si lo que se tienen son fragmentos dispersos de una realidad, que es lo que hace el tiempo con las realidades, distenderlas, no se comprenden, pero si se tienen los fragmentos todos a la vez y simultáneamente, que es lo propio de la eternidad y del espíritu, según la definición de Boecio, entonces todo se comprende.

 

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NOTAS

[1] Choza, J., La revelación originaria: la religión de la edad de los metales, Sevilla: Thémata, 2018, § 27.

[2] Orígenes, De principiis, III, 15, edición portuguesa en

file:///D|/Documenta_Chatolica_Omnia_Provv…ri/mbs_Library/001_Fare/01/0-ORPRINCIPIIS.htm2006-06-02 15:26:45.

[3] Filón de Alejandría, La creación del mundo según Moisés, [De opificio mundi],Obras completas, vol I, Madrid: Trotta, 2009.

[4] Proclo, Lecturas del Cratilo de Platón, Madrid: Akal, 1999.

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Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran Antropología y ética ante los retos de la biotecnología. Actas del V Congreso Internacional de Antropología filosófica, 2004 (ed.). Locura y realidad. Lectura psico-antropológica del Quijote, 2005. Danza de oriente y danza de occidente, 2006 (ed).

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