La primacía del amor

Estudios sobre la ética y la antropología de Max Scheler

Ficha técnica del libro

Sobre el libro

El protagonismo del amor en el pensamiento de Scheler se explica por una doble convicción del filósofo. Estaba persuadido, por una parte, de que el nivel más profundo de la vida personal es de naturaleza emocional. Cuanto pensamos, deseamos y sentimos está condicionado, según este modo de ver las cosas, por el íntimo sistema de apegos y aversiones que constituye el fondo último de nuestro ser. Por otra parte, Scheler había llegado al convencimiento de que, dentro de las vivencias emocionales, las más básicas son, precisamente, los actos del amor.

Puesto que el amor ocupa el nivel más profundo de la vida del espíritu, será en él donde haya que buscar los factores determinantes de la identidad personal de cada ser humano. Scheler sostiene, en efecto, que somos a última hora amor, pero no un amor único e indiferenciado, común a todos los seres humanos, sino dirigido en cada caso a una constelación de valores diferente. La referencia intencional a esa constelación modula, de un modo único en cada caso, el amor fundamental que somos. Dicho con los términos de Scheler, a cada ser personal le corresponde exclusiva un ordo amoris. Precisamente porque esa modulación del amor es privativa de cada individuo, en el constitutivo de su identidad como ser espiritual.

Leonardo Rodríguez Duplá

Rodriguez Duplá, estudioso de Max Scheler
Rodriguez Duplá, estudioso de Max Scheler

Leonardo Rodriguez Duplá es profesor titular de filosofía moral en la Universidad Complutense de Madrid, después de haber sido durante muchos años catedrático de ética y filosofía política en la Universidad Pontificia de Salamanca. Ha sido profesor visitante en Brasil, Alemania y Colombia.

Es sabido que el amor ocupa un lugar central en la antropología elaborada por Max Scheler en el período intermedio de su biografía intelectual, fase que coincide aproximadamente con el segundo decenio del siglo XX. Probablemente la atención que el filósofo concedía al amor no era ajena al catolicismo que profesaba por aquellos años. La idea de que el hombre es ante todo un ens amans (cf. GW 10, 356)1 es sugerida, en efecto, por estas dos convicciones características del cristianismo: que Dios es amor, y que el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios. Recuérdese también que en su conocido ensayo Amor y conocimiento (GW 6, 77-98), publicado en 1915, Scheler sostiene que una de las contribuciones capitales del cristianismo a la historia espiritual de Occidente consiste precisamente en su novedosa concepción del amor.

L. Rodríguez Duplá, «La esencia y las formas del amor según Max Scheler«, publicado en Anuario Filosósfico 45(1) 2012, 69-96.

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María Díaz del Rey es Licenciada en Filología Clásica (Univ. de Murcia) y Licenciada y Doctora en Teología (Pont. Università della Santa Croce, Roma). Profesora del Grado en Filosofía online de la UCV San Vicente Mártir. Editora ejecutiva y secretaria de la Red de Investigaciones Filosóficas José Sanmartín Esplugues

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