El doctorado y la identidad del investigador en Ciencias Sociales

 

Resumen

El objetivo del presente trabajo es responder a la pregunta: ¿La realización del doctorado implica un momento importante en la biografía, en la escritura de la propia vida, del investigador en Ciencias Sociales? La investigación se circunscribe al análisis descriptivo de las respuestas dadas por 17 académicos con experiencias notables en la investigación social: 1) Un alto nivel académico-profesional; 2) El reconocimiento de su actividad investigadora por la comunidad científica; 3) Experiencia en la formación de doctores; 4) La valoración positiva que conceden a la investigación en los campos del conocimiento de las Ciencias Sociales y/o Humanísticas.

Después de una revisión actualizada de los antecedentes de la literatura científica, se obtiene la convicción de la originalidad del planteamiento. La perspectiva metodológica cualitativa con la que se aborda la investigación es la hermenéutica crítica de P. Ricoeur. El instrumento de recogida de la información contiene cuatro categorías. 1) Las aportaciones del doctorado a su biografía personal y académica; 2) El impacto que su tesis, tanto en la temática como en el rigor científico, tuvo en sus investigaciones posteriores; 3) La pertenencia, a partir de la tesis, a una comunidad científica con la que ha colaborado o colabora; y 4) La valoración que confieren a los años empleados en la realización de la tesis propia y de sus doctorandos.

Tras la discusión de los resultados, las principales conclusiones son: 1) La realización del doctorado marca la identidad personal del profesorado con experiencia exitosa; 2) El tema seleccionado, la relación positiva con su director, el clima intelectual y la pertenencia a comunidades científicas, nacionales o internacionales, son factores determinantes en el éxito profesional que han obtenido en sus carreras académicas.

Palabras clave

identidad personal; doctorado; hermenéutica; grado de doctor; director de tesis.

 

Doctorado
Estudiante universitario en una biblioteca. Imagen 1

 

1. El contexto del problema que se investiga

Propósito de este artículo

El propósito de este trabajo es mostrar nuestras convicciones sobre el sentido y el significado de la realización del doctorado en la construcción de la identidad personal del investigador en Ciencias Sociales. Y ello, desde la experiencia como responsables académicos de instituciones universitarias, coordinadores de varios Programas de Doctorado en las Universidades de Valencia (Estudi General), Católica de Valencia (UCV) y Murcia, así como profesores invitados en Programas de Doctorado de otras Universidades y supervisores (directores) de 35 tesis defendidas con éxito ante las Comisiones correspondientes.

 La construcción de la identidad personal significa la tarea de individualizarse y de diferenciarse respecto de los demás. Cada acto de identidad implica la elaboración de un significado personal de lo que se hace en relación con los demás y la sociedad. Esto es algo no meramente intelectual, sino también emocional. Organizar en secuencias los eventos de la vida significa darles una trama narrativa, una unidad narrativa, que es la continuidad unitaria del sentido de uno mismo. El problema al que tratamos de responder es: ¿La realización del doctorado implica un momento importante en la biografía, en la escritura de la propia vida, del investigador social? La metodología más adecuada para esta concreta investigación es la hermenéutica crítica de P. Ricoeur, como argumentaremos más adelante.

Con la experiencia de otros académicos

Para dar una perspectiva más general a la investigación, nos proponemos que la experiencia no sólo sea la nuestra, sino ser portavoces de la experiencia de académicos versados en la formación de doctores. Para cumplir tal propósito, abordamos tres cuestiones importantes:

1) determinar los criterios para la selección del profesorado académico con experiencia;

2) buscar qué preguntas hay que formular para recabar su experiencia;

y 3) tomar consciencia del sesgo que posiblemente se puede producir en las respuestas, debido al cambio normativo que en España regía al doctorado de los profesores con experiencia respecto a las normas que regulan el doctorado actual.

Circunstancias académicas del doctorado que han cambiado en los últimos 30 años

Empezando por esta última cuestión, el sesgo posible de las respuestas del profesorado con experiencia, es conveniente hacer constar que las circunstancias académicas han cambiado en los últimos 30 años, con una incidencia importante sobre la tesis doctoral. Antes, la tesis era un trabajo individual, original y solitario, cuyo principal objetivo consistía en mostrar la capacidad de realizar un trabajo serio y largo que se presentara en el ámbito de la investigación. Evidentemente, quien no era capaz de defender una tesis doctoral no era considerado capacitado para formar parte de los claustros académicos universitarios.

Hoy el horizonte del doctorando tiene otros puntos de referencia importantes. Por ejemplo: se puede defender una tesis que sea la suma de varios artículos del doctorando, incluso cuando alguno de ellos haya sido firmado por varios autores. Este cambio tiene consecuencias importantes. En concreto: 1) Ya no se trata de un trabajo ni solitario ni largo; 2) Tampoco se exige que el trabajo sea original; 3) Se manifiesta un cambio, al ponderarse más la publicación de artículos que la de libros; 4) Se valora el trabajo colectivo dentro de un grupo de estudio, que se suele constituir para presentarse a Convocatorias de Ayuda a la Investigación, que tiene una nueva y grande importancia tanto económica como académica.

Criterios para la selección del profesorado académico con experiencia

Acompañamiento y orientación al alumno. Imagen 2

Desde las anteriores reflexiones, cabe señalar las limitaciones que hay que conferir a las manifestaciones del profesorado, con experiencia muy cualificada, para acompañar y orientar a los doctorandos de hoy. A pesar de ello, sus declaraciones son de una riqueza de matices y sugerencias de valor incalculable para la formación hoy de nuevos doctores. Es conveniente atender sus experiencias del pasado y del presente, y analizarlas de cerca, puesto que sus narraciones y argumentaciones pueden prevenir o evidenciar deficiencias actuales. El profesorado con experiencia tiene un largo historial académico con éxitos notables, según los criterios que exponemos en el párrafo siguiente. De ellos se puede aprender mucho.

En cuanto a la selección de académicos con experiencia, los criterios que hemos seguido son los siguientes: 1) El alto nivel académico-profesional alcanzado; 2) El reconocimiento de su actividad investigadora por la  comunidad científica; 3) La experiencia en la formación de doctores; 4) La valoración positiva que conceden a la investigación en los campos del conocimiento de las Ciencias Sociales y Humanísticas[1]; 5) La pertenencia a un elenco plural de universidades[2]; 6) La percepción, por nuestra parte, de una actitud positiva para colaborar con la aportación de su experiencia. Alguno de esos criterios es subjetivo, sobre todo el último.

17 académicos han respondido

Hemos solicitado la colaboración de 20 académicos con experiencia, según los criterios expuestos, y tuvimos 17 respuestas antes de cumplirse la semana siguiente; no pudo o quiso responder el profesorado concreto de 2 Universidades al que solicitamos su colaboración. Deseamos resaltar la rapidez en la contestación a las preguntas, así como la elaboración meditada de las mismas, a pesar de la ingente labor investigadora, docente y de gestión que ese profesorado desarrolla. Podemos inferir razonablemente que los asuntos relacionados con el doctorado son un problema que les interesa.

La aportación original de esta investigación consiste en profundizar en la identidad personal de esos académicos, a través de las narraciones que hacen de su experiencia en la realización de la propia tesis y en la supervisión (o dirección) de las tesis de otros investigadores. En la revisión de la literatura científica, no hemos encontrado el problema investigado desde esa perspectiva.

 

2. Antecedentes de la investigación

A pesar de la valoración positiva que, de modo generalizado, se le concede a los Programas de Doctorado y la formación de doctores, como piedras angulares para la excelencia académica, el crecimiento económico y la creación de empleo, la investigación sobre ello es muy exigua en España y en los países Latinoamericanos de habla española, con la excepción de México. En las revistas publicadas en habla inglesa, sí hemos encontrado varios artículos que respondían a investigaciones sobre Programas de Doctorado y formación de doctores en Ciencias Sociales. Con las más relevantes de esas investigaciones confrontamos los resultados de nuestro trabajo.

 

3. Metodología

Las obras fundamentales de P. Ricoeur

La perspectiva metodológica de nuestra investigación es la hermenéutica crítica de P. Ricoeur que nos presenta en dos obras fundamentales. En la primera, Si mismo como otro (1996, pp. 88-103), pone en marcha un procedimiento analítico-hermenéutico para profundizar: 1) en la identidad personal como identidad narrativa y 2) en la acción como praxis. Se trata de considerar el testimonio que nos da el otro, en este caso el profesorado con experiencia, como un testimonio fiable; es una especie de confianza porque merece crédito o fianza, atestación fiable según expresión del propio Ricoeur. En la segunda obra, Caminos de reconocimiento (2005), profundiza en esos aspectos y defiende que

existe un estrecho parentesco semántico entre la atestación y el reconocimiento de sí, en la línea del reconocimiento de la responsabilidad atribuida a los agentes de la acción (Ricoeur, 2005, p 103).

Desde esa perspectiva, pedimos la colaboración al profesorado con experiencia porque, como formadores de doctores, nos reconocemos fiables en nuestras afirmaciones en tanto que reconocemos la fiabilidad de su testimonio.

Elaboración del instrumento de recogida de la información

Para la elaboración del breve instrumento de recogida de la información, organizamos un Grupo de Discusión con 6 profesores de la Universidad Católica de Valencia “San Vicente Mártir” y, después de una prolongada deliberación, acordamos que tendría interés centrar las preguntas al profesorado con experiencia en cuatro cuestiones:

1) Las aportaciones de la realización del propio doctorado a su biografía personal y académica;

2) El impacto que su tesis, tanto en la temática como en la metodología, tuvo en sus investigaciones posteriores;

3) La pertenencia, a partir de la tesis, a una comunidad científica o grupo de investigadores con los que ha colaborado o colabora;

y 4) La valoración que confieren a los años empleados en la realización de la tesis propia y a la tutoría de sus doctorandos.

Se introdujo un apartado 5) para que añadieran valoraciones, sugerencias u orientaciones a los doctorandos actuales que ayudara en su promoción personal y académica.

 

Trabajo de investigación. Imagen 3

 

4. Análisis descriptivo de las respuestas

4.1. Las aportaciones de la realización del propio doctorado a la biografía de los académicos con experiencia

En este apartado son de especial interés las siguientes categorías: 1) Los motivos por los que realizaron el doctorado; 2) La elección del tema a investigar y del director de la tesis; 3) El aprendizaje de las estrategias metodológicas del proceso de investigación; 4) La dedicación al doctorado; y 5) Las actitudes generadas durante su realización.

Motivos por los que realizaron el doctorado

En cuanto a los motivos para la realización del doctorado, el profesorado entrevistado aduce dos tipos: uno estratégico y otro de interés por el conocimiento. En cuanto al primer tipo: “1) Cumplir con el compromiso de la beca de investigación que se obtiene al acabar los estudios de Licenciatura; 2) La promoción como profesor, en la medida en que es un requisito para presentarse a las oposiciones a los cuerpos de profesorado universitario; 3) Acceder al cuerpo de Profesores Adjuntos o Titulares de Universidad (Filosofía Moral y Política) o a los cuerpos especializados en la gestión educativa como la Inspección o la Dirección de Centros” (Didáctica y Organización Escolar). En cuanto al segundo tipo de motivos, “4) Estar mejor preparado en el ámbito de la investigación y adquirir pronto una disciplina intelectual para su ulterior desarrollo” (Profesorado en varias disciplinas).

 

Elección del tema y del director

En cuanto al tema. Para algunos expertos es fundamental la elección del tema de la tesis. Así, uno de los académicos dice: 

Dediqué tiempo a elegir un tema y un autor que fueran relevantes, que fueran verdaderamente claves en el ámbito que investigaba y que me interesaran especialmente. Hasta el punto de que cambié tres veces de asunto hasta dar con el que elegí por fin. No me arrepiento del tiempo empleado en la búsqueda, porque es muy importante acertar. Siempre he dicho que el tiempo que se dedica a la tesis doctoral es único. Después se trabajan muchos asuntos, pero nunca en un espacio de tiempo tan amplio y dedicado con tanta intensidad (Filosofía Moral y Política).

En análogo sentido, otro académico manifiesta:

La tesis doctoral fue el primer paso, sin duda, conveniente y necesario, de estudio a fondo perdido, en un tema y autor clásico, que marcó el inicio de aprender a investigar (Teoría de la Educación).

Y para otro:

Investigué una teoría fuerte que me ha acompañado transversalmente en mis distintas investigaciones posteriores (Filosofía del Derecho).

En cuanto al director. Para alguno de los académicos consultados:

Lo mejor de hacer la tesis doctoral fue establecer una relación de amistad profesional con el director que ha marcado mi vida académica, me ha abierto puertas y he aprendido lo que no se aprende en los libros; mi director ha sido un verdadero maestro. Lo importante verdaderamente no es el tema sino el director (Filosofía de la Educación).

Aprendizaje de estrategias metodológicas

 En cuanto al aprendizaje de las estrategias de los procesos de investigación. La mayoría, casi la totalidad de los profesores consultados considera que el doctorado ha sido la clave para empezar a manejar el proceso de la investigación y del análisis científico; considera el tiempo del doctorado como un momento privilegiado para el aprendizaje de los procedimientos y metodologías de la investigación. Es en la tesis doctoral donde se aprende de verdad a investigar, ya que lo que se estudia durante la Licenciatura dota de algunas herramientas, pero donde se ajustan de verdad es en la tesis.

En la etapa de realización del doctorado, la formación se especializa en dos ámbitos fundamentales: 1) Se adquiere mayor rigor y dominio de los conocimientos necesarios para abordar un asunto o problema; además; 2) se adquiere la suficiente competencia técnica en el diseño, desarrollo y finalización de un proyecto de investigación. Ciertamente considera que el doctorado es un momento inicial, pero importante, que hay que mejorar a lo largo de la vida profesional, reestructurando estrategias de trabajo y aplicando innovadoras metodologías.

La dedicación al doctorado

Las causas del aprendizaje anterior se deben al largo tiempo dedicado al doctorado que supone la entrada en el ámbito de la investigación, del trabajo profundo y realizado de forma individual, con gran nivel de presión y exigencia. El contacto con profesores destacados y exigentes, y con estudiantes muy críticos en los seminarios de investigación, contribuye a que se busque las claves de la consistencia lógica, la perspectiva crítica, el rigor en la argumentación y la claridad en la exposición.

Un acervo de libros (en aquel entonces los artículos no tenían la importancia que tienen ahora) de autores clásicos y contemporáneos, que exponían brillantes y complejas teorías, ha sido uno de los mayores tesoros. Sobre todo fueron importantes aquellos libros cuyo contenido se fue desmenuzando y relacionando con las preocupaciones investigadoras. La combinación de métodos para acopiar la información y para el análisis y la síntesis fue algo más que se aprende en el proceso de la elaboración del doctorado. El hecho de tener que buscar en bibliotecas para construir la metodología que mejor respondía a los problemas que se planteaban, fue un aprendizaje extraordinario.

Las actitudes generadas

En cuanto a las actitudes que genera el doctorado, según la mayoría de los académicos consultados, son:

Doctorado
Actitudes generadas en el doctorando. Imagen 4

1) La resistencia: es el primer trabajo académico serio que uno realiza durante un tiempo prolongado, como único firmante, en el que integra sus competencias y saberes acumulados a lo largo de la carrera universitaria. Es un tiempo para aprender a sostener la voluntad y la resistencia para investigar.

2) El compromiso: el doctorado tiene que ser asumido como un reto, es una tarea compleja que precisa de un alto grado de compromiso y empeño del doctorando.

3) La predisposición al trabajo en soledad: el doctorado no es cuestión únicamente del tema, del contenido tratado, que es importante, sino también y de modo relevante del estilo, del modo de trabajar intelectualmente. La tesis es un ejercicio prolongado de soledad.

Y 4) La apertura intelectual a otras disciplinas, que son necesarias para resolver el problema que se investiga. En el doctorado se pueden necesitar elementos (conceptos, teorías y metodologías) provenientes de la filosofía, la psicología, la sociología, la historia, la pedagogía, etc. El dominio de una disciplina es importante, pero la discusión y solución de los problemas sociales requiere el diálogo interdisciplinar con un amplio abanico de campos del conocimiento, sobre todo cuando se pretende que la investigación doctoral sirva para intervenir en los problemas reales de la sociedad.

 

4.2. El impacto temático y metodológico del doctorado en sus investigaciones posteriores

Para muchos de los académicos, el bagaje adquirido en la tesis doctoral les ha servido siempre como una referencia para abordar nuevos problemas y ha formado parte de su modo de pensar, de investigar y de vivir.

En cuanto al tema

Respecto a la temática, los proyectos posteriores se han ido enlazando, en continuidad, sin quedar estancados con el inicial de la tesis doctoral. Así se expresa un académico:

De la comunicación educativa, pasé a una reflexión sobre la sociabilidad, después a la educación ciudadana y a la educación moral o del carácter. Por supuesto ha habido otros intereses colaterales, pero el núcleo duro de la investigación sigue un hilo conductor (Teoría de la Educación).

Otro de los consultados manifiesta:

Al elegir un tema en el que me encontraba muy cómodo, pude seguir investigando, publicando, dando cursos, conferencias, seminarios, etc., después de la tesis y durante mucho tiempo (Teoría de la Educación).

Y alguno usa la siguiente metáfora:

La tesis doctoral fue el tronco de un árbol que, con el paso del tiempo y el cultivo de la investigación relacionada, se ha ampliado y profundizado en nuevos campos o problemas de investigación (Filosofía del Derecho).

La marca que deja el tema de la tesis es tan profunda que, para alguno de los académicos,

se convierte en uno de los hijos, que no se independiza, que hay que tratar de echarle pronto de casa para que no te invada todos los caminos (Teoría de la Educación).

Sobre la metodología

Y en cuanto al rigor,

haber investigado un tipo de problema que requería una especial metodología de trabajo bastante exigente genera unos ciertos hábitos de trabajo y de estudio, que tiene ciertas ventajas como la preocupación por la precisión y tal vez también algún inconveniente, porque a veces uno sigue aplicando una metodología rigurosa en campos nuevos en los que no se suele emplear (Filosofía Moral y Política).

Nos ha llamado la atención la valoración de un académico cuando declara:

El doctorado me amuebló bien la cabeza y marcó mis posteriores trabajos de investigación y la orientación que he seguido ya desde entonces: investigaciones con correlato empírico y aparato estadístico. Al principio con metodología puramente cuantitativa y luego buscando complementariedad metodológica con la perspectiva cualitativa. Además, me permitió seguir trabajando en el mismo tema durante bastantes años, y publicar bastantes trabajos (Sociología).

Amueblar la cabeza es un aspecto del doctorado, que se resalta en muchas de las declaraciones de académicos que no han seguido investigando en la misma línea temática que investigaron en el doctorado, pero que sí les marcó en el rigor de la investigación. Así, uno manifiesta;

En síntesis, el doctorado me marcó no en cuanto la temática, pero aprendí virtudes sociales e intelectuales necesarias para un profesor universitario (Filosofía de la Educación);

y otro dice:

La tesis doctoral me marcó, en el ámbito científico, durante unos años y después en otras áreas, gracias al rigor metodológico con el que fue realizada (Antropología Cultural).

Puede decirse que la tesis de doctorado, a juicio de la mayoría, con matices varios según unos u otros, marcó las líneas de trabajo que han seguido a la largo de su trayectoria como investigadores.

 

4.3. La pertenencia, a partir de la tesis, a una comunidad científica con la que han colaborado o colaboran

Inserción en una comunidad científica

La pertenencia a una comunidad científica o la relación con grupos de investigadores es, a juicio de la mayoría de los consultados, una de las consecuencias más beneficiosa del doctorado. Un académico dice:

La tesis ofrece, entre sus múltiples posibilidades, poder entablar amistad con otras personas y grupos interesados en problemas similares a los tuyos. Este dinamismo potencial debe ser aprovechado porque proporciona una riqueza intelectual y humana, un caudal inédito de recursos intangibles, que difícilmente se puede encontrar en otras circunstancias (Filosofía Moral y Política).

Y otro:

A partir de entonces he formado parte de distintas asociaciones, tanto comunidades científicas con las que colaboro activamente, como revistas o redes. Pero además no sólo me he sentido parte de otras comunidades científicas, cercanas a mi tema de tesis, sino que participo en ellas y cuentan conmigo como uno de sus miembros (Teoría de la Educación).

 Algunos académicos matizan las afirmaciones anteriores:

Pero, con el tiempo, si uno va ampliando o cambiando de especialización respecto del tema de la tesis, entonces surgen nuevos grupos con los que se establecen nuevas relaciones que ya no están vinculadas con los temas de la especialización inicial de la tesis (Teoría de la Educación).

Se van creando nuevos vínculos con base en otros proyectos de investigación.

A través del propio Departamento o de la propia Universidad

La pertenencia a comunidades de investigación, a partir de la tesis, unas veces se produce a través del Departamento en el que se ha realizado:

En el que había personas de gran valía, y que a su vez estaban en contacto con otros grupos de investigación sobre el tema de la universidad de Murcia, de Barcelona, de Santiago de Compostela, entre otros (Teoría de la Educación).

Y, otras veces, con profesores de la misma Universidad, ajenos al Departamento, que investigaban en la misma línea temática de la tesis:

De hecho, mis primeros trabajos en equipo lo fueron con investigadores del ámbito de la psicología evolutiva y de la educación, que trataban temas cercanos al que yo había trabajado en mi tesis, con quienes conseguí, como investigador, mi primer proyecto de I+D+i (Teoría de la Educación).

En otros casos, se consideran miembros de comunidades científicas que pertenecen al mismo campo del conocimiento, tomado en sentido amplio y no en el sentido restringido del problema concreto investigado en la tesis:

Con mis compañeros de Filosofía, no sólo del Derecho, sino también de la Educación y de la Cultura (Filosofía del Derecho).

En una comunidad científica internacional

Es de sumo interés la afirmación de algunos académicos sobre que la tesis doctoral les condujo a la pertenencia a una comunidad científica internacional, a la misma vez que se sentían miembros de la comunidad universitaria concreta en la que realizaron la tesis y de la comunidad científica de su país:

He estado siempre en contacto con grupos de investigación, de la propia universidad donde inicié la tesis, con grupos nacionales e internacionales (USA, UK, Italia; Australia, etc.) (Teoría de la Educación).

Universidad de Shanghai Jiao Tong. Imagen 5.

Y otro afirma:

Gracias a la publicación de la tesis he conocido a colegas de mi país con intereses análogos. La relación constante se ha traducido en la formación de la Red de Investigadores en Educación y Valores, que cumple ya 17 años. También me permitió contactar con colegas de otros países (España y Francia, principalmente, y en menor medida Estados Unidos) con quienes he desarrollado proyectos muy interesantes y de quienes he aprendido mucho (Filosofía de la Educación).

Las relaciones internacionales, a partir del doctorado, es resaltada por muchos de los consultados:

La tesis me puso en contacto con una comunidad científica internacional, de la que todavía hoy sigo disfrutando. Me inició en la investigación más allá de las fronteras y en el intercambio científico internacional (Antropología Cultural).

Posturas críticas

Sin embargo, no todos los profesores consultados están de acuerdo en la necesidad de pertenencia a una comunidad científica o a un grupo de investigadores, bien porque no continuaron investigando problemas relacionados con la tesis doctoral o bien porque consideran sobrevalorado el trabajo en equipo:

Creo que está sobrevalorado el trabajo en grupo en determinadas áreas pedagógicas. Dirijo un grupo de investigación y una de mis preocupaciones principales es que los doctorandos firmen artículos como únicos firmantes. El grupo de investigación debe servir como una plataforma sobre la que apoyarse para que cada uno labre, sólo o acompañado, el camino que quiera recorrer, pero no debe ser una estructura opresiva, invasiva y que camufla la incompetencia y vaguería de algunos. Al final hay que saber responder de lo que uno ha dicho o escrito, es imposible pensar en grupo, se participan las ideas en grupo, pero no se piensan (Teoría de la Educación).

 

4. 4. La valoración de la formación de doctorandos para abrir nuevos horizontes en los conocimientos sobre Ciencias Sociales

Este apartado tiene, en nuestra opinión, una importancia especial porque muestra las actitudes profundas del profesorado con experiencia en la formación de doctores, que es un trabajo oculto, con resultados a largo plazo y que necesita una dedicación intensa del doctorando y del supervisor (o director) de la tesis. El trabajo y la dedicación del director no han sido reconocidos como un mérito hasta relativamente hace poco tiempo. Hemos encontrado dos tipos de pronunciamientos: el entusiasmo apasionado por la formación de doctores y la valoración positiva de la misma, pero con matices.

Sí es tiempo para abrir nuevos horizontes

Para algunos académicos, la dirección de la tesis merece la pena para abrir nuevos horizontes en todo el ámbito del saber. Es un tiempo decisivo para el quehacer de las personas y por eso merece la pena cuidarlo con todo esmero. Es el tiempo más productivo en la tarea del director y del doctorando. Primero, porque establece un vínculo intelectual e incluso en muchos casos afectivo que perdura a lo largo del tiempo; incluso constituye por lo general (aunque, como en todo haya excepciones) una agradable gratificación en la tarea de la docencia a nivel de investigación.

En segundo lugar, porque contribuye a trasmitir, y a veces contagiar, la necesidad de impulsar el estudio riguroso de los asuntos y, por tanto, a abrir un horizonte innovador a partir del trato personal con los nuevos investigadores. Esto es especialmente relevante en el caso de los doctorandos que son también becarios de investigación, porque el contacto es más asiduo y conlleva la colaboración en diversas actividades, a la vez que se lleva a cabo la tesis doctoral. El tiempo de formación de doctorandos es, a su vez, un tiempo en el que se forma también a la persona en una serie de aspectos de la vida que van más allá de lo estrictamente profesional en el orden de la investigación de un tema concreto.

Los académicos que manifiestan esa visión tan positiva consideran que la formación de nuevos doctores equivale a formar a quienes habrán de: 1) Estudiar y proponer soluciones a los múltiples problemas que se enfrentan en el campo de lo social; 2) Influir en la definición de políticas y programas de acción social; y 3) Hacer la crítica de lo existente en las teorías y prácticas en el ámbito de las realidades sociales.

Sí, pero con matices

Otros académicos, con gran experiencia y brillante carrera profesional, establecen diversas matizaciones. Nos ha llamado la atención una matización que compartimos: la incertidumbre sobre el éxito del proceso doctoral:

Nunca sabes si la semilla esparcida cae o no en tierra apropiada. Seguramente, habrá mucha dedicación que tenga escasos frutos. El presentismo, que caracteriza nuestra época, atenaza a no pocas personas que realizan la tesis como si tuvieran que lograr un pasaporte, como un tedioso y largo trámite, como un cáliz que no se puede apartar. De este modo, el genuino aprovechamiento de la realización de la tesis es prácticamente imposible. No obstante, algunos doctorandos pueden hacer abstracción de estos condicionantes y tratan de disfrutar del proceso de su realización, procurando aprender todo lo posible. Por uno solo de estos doctorandos ya merece la pena la inversión del tiempo. Y en ellos queda la esperanza de que la investigación y la vida académica no dejen de buscar la excelencia (Teoría de la Educación).

Para otros expertos, el tiempo dedicado a la formación de doctorandos es el idóneo para abrir nuevos conocimientos. Para ello, es preciso que los directores de tesis sean realmente como la punta de lanza de nuevos conocimientos y problemas a investigar.

Con formación sólida en temas básicos
Estanterías de libros. Imagen 6

Hay quienes insisten en la formación básica que ha de adquirirse en el doctorado frente a las modas pasajeras de algunas tesis. Observan cierto interés en utilizar la formación de los doctorandos y la realización de sus tesis para abrir nuevas vías de investigación, pero, en ocasiones, observan que se especializan en temas muy secundarios, aunque estén de moda, perdiendo de vista los principios fundamentales y las conexiones básicas entre los grandes problemas sociales. Al perder esta formación sólida en temas básicos les hace vulnerables a las modas, a los juicios muy ligeros. Hay que saber compaginar la especialización con el conocimiento profundo por eso, si el doctorando no es capaz de esto, es mejor que escoja temas sólidos, aunque no estén de moda.

Perfil de los doctorandos

Por último, en cuanto al perfil del alumnado, algunos académicos afirman que los doctorandos deberían ser alumnos especialmente brillantes con capacidad de trabajo autónomo. Con buenos mimbres se puede hacer una buena cesta. Con alumnado brillante se pueden abrir nuevos horizontes. Para eso debemos ser más exigentes y selectivos. Cualquier alumno no puede ser doctor. Y muchas veces son alumnos mediocres los que consiguen el doctorado. Como la tesis permite la colación del más alto grado de estudios posible, marca también la carrera profesional del investigador que debe aspirar a la excelencia.

 

4. 5. El doctorado y la identidad personal del investigador

Doctorado, proyecto profesional y vital

Un experto/a de los consultados sintetiza la convicción que se pretende manifestar en este apartado cuando dice:

La realización de la tesis doctoral es decisiva en el conjunto del proyecto profesional y vital ((Política Educativa).

Prolongamos el anterior testimonio, afirmando que la tarea investigadora no está separada de la construcción biográfica de la persona. Creemos que en los últimos tiempos se está generando un perfil de doctor con ciertas peculiaridades como la de su carácter más despersonalizado. No sólo debido a la especialización temática crecientemente desvinculada de las propias preocupaciones personales, sino también por el nuevo modo de estudiar los asuntos a través de las innovaciones de los medios tecnológicos, así como por la presión de la nueva forma de meritocracia que establece el imperativo de publicar en revistas consideradas de impacto (Ibáñez, 2019).

Nos parece que algunos rasgos de ese perfil están provocando una creciente despersonalización y burocratización de la tarea investigadora en la medida que, cada vez más, los profesionales de la investigación se someten a las nuevas exigencias que imperan en la sociedad actual y a las que resulta muy difícil resistirse si se quiere prosperar en la vida académica.

Ocasión idónea para la mejora personal y social

Dada la situación actual de la Universidad y la presión que muchas veces se ejerce para la obtención de resultados prácticos en la investigación, estamos de acuerdo con el académico que sugiere tener presente la primera premisa que Peters (1977) ofrece como señal de persona educada:

Ser educado no es haber llegado a un destino; es viajar con una manera diferente de ver el mundo y la vida. Lo que se necesita no es la preparación para algo que está por delante, sino trabajar con precisión, pasión y gusto en lo valioso que esté a nuestro alcance (Peters, 1977, p. 42).

El doctorado tiene o debe tener, como consecuencia de su proceso de realización, una forma de vida valiosa y deseable por sí misma, no porque sea útil para otra cosa. Por ello, varios de los académicos con experiencia insisten en la adquisición de virtudes intelectuales y morales como columna vertebral de la realización de la tesis doctoral.

Aunque se dijo en párrafos anteriores, insistimos en la necesidad de formar una cabeza bien amueblada y unos sentimientos adecuados para la mejora personal y social. La tesis doctoral es probablemente no solo el pórtico ideal para hacerlo sino, en la mayoría de los casos, tal vez la única gran oportunidad. Hay que sobrevolar los tiempos para no ser meras cañas al viento. Ayer se exigían aspectos que hoy parecen prescindibles. Pero siempre será perjudicial la pérdida de sentido, carecer de brújula para el desarrollo de la investigación, de la ciencia, de la cultura y de las cualidades necesarias para el fomento del rigor y la crítica que no sólo puede aliviar la angustia, sino salvar de la decadencia profesional que hoy amenaza a los que investigan en Ciencias Sociales.

 

4.6. Sugerencias prácticas que los académicos con experiencia hacen a los doctorandos actuales

a) Aprender idiomas

Las sugerencias que hacen los expertos/as consultados nos parecen de sumo interés. La mayoría de los académicos insisten en la necesidad de aprender idiomas para poder leer textos escritos en diversas lenguas y para poder comunicarse directamente con aquellos que trabajan en problemas semejantes al que ellos investigan.

b) Temas punteros

La necesidad de abordar en las tesis doctorales temas punteros a los que es conveniente hincar el diente, pero en serio. Entre los más importantes, que señalan los académicos con experiencia, están: 1) Las neurociencias, tema que precisa de aproximación interdisciplinar; se saben muchas cosas que deberíamos usar en el campo de lo social, pero no acabamos de hacerlo, más allá de aproximaciones superficiales. 2) La convivencia y el vigor de nuestras democracias. 3) El uso de las redes sociales; hoy al alcance de todos, adultos y niños demasiados jóvenes, con todos los problemas que comporta la falta de control y los múltiples problemas que se están detectando. 4) El desarrollo sostenible, en sus múltiples dimensiones. 5) La inteligencia artificial y sus implicaciones en las vidas de los ciudadanos.

c) Aprender a escribir con estilo

La necesidad de aprender a escribir con estilo: tipos de manuscrito científico; criterios profesionales, éticos y legales que eviten el plagio y otras distorsiones en los resultados de la investigación. La necesidad de aprender qué información mínima debe contener el manuscrito de la tesis: criterios comunes y específicos para investigaciones cuantitativas, cualitativas o de diseño mixto. Cualquier Programa de Doctorado debería incluir la formación de los doctorandos en cómo convertir el texto de la tesis en texto publicable, los requisitos que hay que atender en el proceso de publicación, así como los principales canales para la misma.

d) Fases psicológicas del alumno durante la elaboración del doctorado

Tomar consciencia de las fases psicológicas por las que el doctorando transita durante el proceso de elaboración de la tesis y generar capacidades de resiliencia a las mismas: ilusión, descorazonamiento, aburrimiento, subidas y bajadas de ánimo. Las tesis doctorales no se terminan, se dejan.

e) Sobre el tema, el director y el ritmo de trabajo
Agenda. Imagen 7

 

Es conveniente elegir un tema en el que el doctorando se encuentre ilusionado y que tenga recorrido más allá de la finalización de la tesis. Es vital elegir un buen director o directora de la tesis; que tenga conocimientos y capacidad para dirigir.

Mantener una tensión constante durante la realización de la tesis; si se hacen parones prolongados, costará mucho esfuerzo retomar el tema. Dependiendo de las posibilidades de cada uno, lo mejor es hacer la tesis de modo continuado; sin prisa, pero sin pausas.

 

 

5. Discusión de los resultados

En este apartado, confrontamos las respuestas que hemos obtenido con algunas de las investigaciones que se han realizado en estos últimos años sobre la misma temática. Los académicos con experiencia manifiestan que, en su doctorado y en el éxito profesional obtenido con su realización, ha sido de sumo interés el acierto en la elección del tema y del director (o supervisor); esos factores les ha producido una alta satisfacción que ha marcado su biografía personal como investigadores. Evidencias, en ese sentido, manifiesta la literatura científica de la investigación actual (Popkochev y Popkochev, 2019): la satisfacción de los doctorandos y el éxito en el progreso de la tesis están positivamente relacionados con la calidad de la relación, académica y personal del doctorando con su director, así como en la coincidencia en la línea de investigación del problema.

Sobre el tema

En cuanto al tema de la tesis, es necesario promocionar la autonomía del doctorando. En todo caso, sí es necesario que el director y el doctorando tengan un proyecto claro de la tesis, de los objetivos a conseguir, de las fases del proceso de investigación y de su evaluación (Backlund, 2017).

Sin embargo, no es conveniente sacralizar algunos de los temas punteros que han señalado algunos de los académicos entrevistados. Por su relevancia actual, quisiéramos poner de manifiesto la advertencia que se nos hace de la digitalización. A través de servicios digitales básicos comienza la extracción de datos de la vida de cada uno de los ciudadanos que utilizan internet, la acumulación de sus comportamientos (cómo se visten, qué películas ven, qué comen, los libros que leen, el deporte que practican, si son activos o jubilados…), que serán horneados para poner en bandeja un festín de predicciones listas para ser transformadas en dólares (Zuboff, 2020).

Así mismo, el desarrollo sostenible hay que investigarlo en toda su complejidad: desarrollo económico, inclusión social, cambio climático, gobernanza política y empresarial (Sachs 2015; Banerjee y Duflo, 2020). Tal complejidad, quizás no pueda ser abordado en una tesis doctoral. Otro de los temas punteros es la inteligencia artificial y sus implicaciones en las vidas de los ciudadanos; en este asunto, también hay que estar alerta para no confundir las máquinas inteligentes, los cerebros digitales, con la persona real que vive en sociedad

como agente natural (dimensión psicofisiológica), como actor de su vida (dimensión histórica) y como autor de su vida (dimensión personal) (Conill, 2019, p 106).

Sobre el director

En cuanto a la elección del director, es un asunto complejo, como bien sabemos los que hemos dirigido Programas o hemos pertenecido a Comisiones Académicas de Doctorado. En una investigación realizada en España con 1173 doctorandos de 56 universidades, se evidencia como uno de los desafíos más problemáticos y negativos (Corcelles y al, 2019), bien por la ausencia de una estrategia adecuada de los gestores de Programas de Doctorado de las universidades en la oferta de directores (Kiley, 2019), o bien por una predisposición negativa de los directores para dar todo el apoyo necesario a los doctorandos. Para la solución de este problema, en una investigación en red de 63 Universidades de 20 países, se propone el apoyo conjunto a los doctorandos de todos los miembros senior de los Departamentos o de la red universitaria a la que se adscriben (Dericks, Thompson, Roberts y al., 2019).

Sobre la participación en seminarios, laboratorios, etc. y la pertenencia a comunidades científicas

Conveniencia de asistir a seminarios durante el doctorado
Seminario. Imagen 8

La investigación anterior pone de manifiesto que la tutoría en cascada y la participación de los doctorandos en seminarios, laboratorios y redes interdepartamentales, interuniversitarias e internacionales, es un excelente procedimiento para generar trayectorias positivas en la adquisición de habilidades y competencias para la investigación; en el mismo sentido se manifiesta una investigación longitudinal de 336 estudiantes de doctorado de EEUU (Feldon y al, 2019). Las anteriores investigaciones muestran la conveniencia de la pertenencia a comunidades científicas bien de los Departamentos o de las Universidades, nacionales e internacionales, como ha evidenciado el análisis de los datos.

Sobre el tiempo dedicado a la investigación

Se ha insistido en la consideración del doctorado como un tiempo de dedicación intensiva a la investigación de un tema. Sin embargo, nos encontramos con varios tipos de problemas:

1) Muchos doctorandos abandonan los Programas, entre el 36% y 51 % en Estados Unidos (Young y al, 2019), o por un preparación básica o metodológica insuficientes (Cronley, Black y Killian, 2019); quizás esta realidad confirma la manifestación de uno de los académicos:

no todos los estudiantes están capacitados para iniciar estos estudios y es necesario ser más selectivos.

2) En España, según Caparrós (2019), hay evidencias empíricas de que un tiempo prolongado en la realización del doctorado es una señal negativa de la capacidad del doctorando para desarrollar habilidades de investigación y de la probabilidad de trabajar como investigador.

Límites de la investigación

Somos conscientes que los resultados de la investigación, que presentamos, tienen dos limitaciones importantes: 1) La experiencia de los académicos con una larga trayectoria no ha sido confrontada con la experiencia de los actuales doctorandos en la realización de su tesis; 2) El doctorado, tal como es planteado por los académicos con experiencia, es percibido como un proceso para convertirse en académico y esta visión es miope y trasnochada (Jones, 2018) : a) Las opciones hoy de empleo en la academia son muy limitadas; b) Los gobiernos y la sociedad exigen doctores adaptados a las necesidades sociales y al desarrollo de la economía; y c) Los empleadores actuales, con frecuencia, buscan doctores con habilidades y cualificaciones específicas para determinadas funciones y empleos, ausentes en el modo tradicional de enfocar el doctorado.

 

6. Conclusiones de esta investigación sobre el doctorado

Cualquier investigación tiene que argumentar la perspectiva metodológica que adopta. En esta investigación se ha utilizado la perspectiva fenomenológica como metodología, hermenéutica crítica, y emplea ideas extraídas de los escritos de P. Ricoeur especialmente sus nociones de narrativa, yo, tiempo y agencia humana. Desde esa perspectiva, se ha detectado que la realización del doctorado es importante en la conformación de la identidad personal del profesorado con experiencia exitosa. El tema de tesis seleccionado, la relación positiva con su supervisor (o director) para la ayuda necesaria, el clima intelectual de los Departamentos, las discusiones con los compañeros, y la pertenencia a redes de investigación departamentales, nacionales o internacionales son factores determinantes en el éxito profesional que han obtenido en sus carreras académico-profesionales.

 

 Si quieres consultar otro artículo de fondo, te aconsejamos Universidad: ¿Sin libros y sin cultura?, de Nicanor Ursua

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Backlund, F. (2017). A project perspective on doctoral studies: a student point of view. International Journal of Educational Management, 31, (7), 908-921. https://doi.org/10.1108/IJEM-04-2016-0075

Banerjee, A. V. y Duflo, E. (2020). Buena economía para tiempos difíciles. En busca de mejores soluciones a nuestros mayores problemas. Madrid: Taurus, (original, 2019).

 Black, B. y Killian, M. (2019). Teaching note-preparing doctoral students confront the grand challenges: streng thening base line statistical skills. Journal of Social Work Education, 55, (2) 389-395. https://doi.org/10.1080/10437797.2018.1544520

Conill, J. (2019). Intimidad personal y persona humana. Madrid: Tecnos.

Dericks, G., Thompson, E., Roberts, M. y al. (2019). Determinants of PhD student satisfation: the roles of supervisor, departament, and peer qualities. Assessment & Evaluation in Higher Education, 44, (7), 1053-1068. https://doi.org/10.1080/02602938.2019.1570484

Feldon, D. F., Litson, k., Jeong, S. y al, (2019). Postdocs’lab engagement predicts trayectories of the PhD students’ skill development. Proceedings of the National Academy of the United States of America, 116, (42), 20910-20916. https://doi.org/10.1073/pnas.1912488116

Ibáñez, J. A. (2019). La revista española de pedagogía y la dialéctica cuidado-métrica. Revista Española de Pedagogía, 77, (274), 573-582. https://f.hypotheses.org/wp-content/blogs.dir/1224/files/2019/09/AULA-MAGNA-2.0-REP-metrica.pdf

Jones, M. (2018). Contemporary trends in profesional doctorates. Studies in Higher Education, 43, (5), 814-825. https://doi.org/10.1080/03075079.2018.1438095

Kiley, M. (2019). Doctoral supervisory quality from the perspective of senior academic managers. Australian Universities Review, 61, (1), 12-21. https://eric.ed.gov/?id=EJ1206746

Peters, R, S. (1977). Filosofía de la educación. México: Fondo de Cultura Económica, (original, 1973).

Ricoeur, P. (1996). Sí mismo como otro. Madrid: Siglo XXI, (original, 1990), https://construcciondeidentidades.files.wordpress.com/2014/08/ricoeur-paul-si-mismo-como-otro.pdf

Ricoeur, P. (2005). Caminos de reconocimiento. Madrid: Trotta, (original 2004).

Sachs, J. (2015). La era del desarrollo sostenible. Nuestro futuro está en juego: incorporemos el desarrollo sostenible a la agenda política mundial. Barcelona: Planeta-Deusto, (original, 2014).

Popkochev, T. & Popkochev, A. (2019). The preparation of PhD students in pedagogy: legal dimensions and satisfaction (situation of the Faculty of Pedagogy, SWU “Nofit Rilski”). Strategies for policy in science and education, 27, (6), 618-636. https://strategies.azbuki.bg/en/staregies/sonparticles2016-4/sp-strategii-na-obrazovatelnata-i-nauchnata-politika-knizhka-6-2019-godina-xxvii/

Young, S. N., Van Wye, W., Schafer, M. A. y al. (2019). Factors affecting PhD success. International Journal of exercise science, 12, (1), 34-45. https://digitalcommons.wku.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2324&context=ijes

 

NOTAS

[1] Teoría de la Educación, Filosofía Moral y Política, Filosofía de la Educación, Sociología, Política Educativa, Didáctica y Organización Escolar, Filosofía del Derecho y Antropología Cultural.

[2] Universidades de Sevilla, Valencia (Estudi General), UNED, Complutense, Autónoma Nacional de México, UNIR, Burgos, Murcia, Navarra, Jaén, Católica de Valencia y Autónoma del Estado de Morelos (México).

 

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Juan Escámez-Sánchez
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Catedrático emérito de Teoría de la Educación de la Universidad de Valencia y doctor en Filosofía

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Licenciado en Derecho y en Filosofía y Ciencias de la Educación. Doctor en Derecho con una tesis sobre el paradigma del iusnaturalismo tomista en su génesis histórica y en la actualidad. Autor de diversos artículos y publicaciones sobre derechos humanos y de la familia, así como sobre temas de biojurídica. En los últimos años ha intensificado su investigación sobre los directores del Hollywood clásico, teniendo como referencia la obra de Stanley Cavell. Ha publicado estudios sobre Georges Stevens, Henry Koster, Mitchell Leisen, Leo McCarey y Frank Capra.

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