5.- Particularidad y universalidad de cristiandad y cristianismo

 

§ 55.- Nacionalismo y ecumenismo. Las guerras de religión

Las comunidades religiosas, y la vida religiosa individual, se puede situar en dos órdenes, el histórico empírico, y el místico trascendental. El orden escatológico es el orden en el que se cumplen las expectativas mesiánicas, se cumplen las profecías y finaliza el periodo histórico. En la escatología desaparece el orden temporal, y queda como definitivo y único el orden místico.

Sageada Escritura. Rollo de la Torá. Imagen 1

La historia de cada pueblo, es historia sagrada primero y profana después, como señala Orígenes (OORA § 33.2). Filón lee el Antiguo Testamento como Proclo lee la Ilíada y la Odisea, y como Orígenes lee el Antiguo y el Nuevo Testamento. Como libros históricos, que contienen la historia del pueblo, y como libro revelado, en cuanto que Dios se revela en la Historia.

Esos libros históricos se interpretan y se comprenden como escritura sagrada, por una parte, en sentido literal y empírico, y, por otra en su sentido místico anagógico y místico alegórico, como indica Orígenes (OORA § 34.1).

Desde la perspectiva del sentido literal, la articulación de las diferentes comunidades entre sí, y de los individuos con ellas, resulta problemática y conflictiva, porque la revelación que se medita, la escritura sagrada en que se contempla la sabiduría divina, es la epopeya que contiene la historia del propio pueblo, y la del propio individuo, ciertamente particulares.

Desde esta perspectiva las religiones son tan excluyentes como los territorios ocupados por las comunidades que las profesan, y, y si su profetismo proclama su oferta de salvación como universal, a menudo las relaciones entre las comunidades y las religiones correspondientes son las de guerra.

Cuando la persona individual se identifica con esta iglesia profética particular, y vive personalmente la religión en la forma profética, entonces su entrega a los valores religiosos lleva al nacionalismo, a la guerra santa y al martirio. Por otra parte, su benevolencia hacia las otras religiones consiste en apostasía e idolatría.

Hay otra perspectiva en la que lo problemático de la pluralidad se distiende y se resuelve, que es la de la escritura en el sentido místico anagógico y místico alegórico.

La escritura, en cuanto asumida en el culto espiritual interior, tiene un carácter ontológico trascendental. Y esto da lugar, en la época histórica, y posteriormente en la era de la globalización, a ver los problemas del conflicto entre las religiones e historias particulares, que son historias sagradas de pueblos particulares, desde el punto de vista de su vocación universal, desde el cual todas las escrituras sagradas trascendentales.

Desde este punto de vista, todas las religiones positivas son universales, y tienen una vocación universal en cuanto que llaman y convocan a todas las comunidades humanas históricamente dadas. Pero en el orden místico no son excluyente, sino que se identifican también en cuanto al contenido de su oferta de salvación.

Cuando la persona se identifica con esta iglesia mística particular, entonces su entrega a los valores religiosos es universal, lleva al ecumenismo, y su benevolencia hacia las otras religiones consiste en solidaridad, fraternidad y enriquecimiento mutuo.  

Se trata del problema de la articulación del plano histórico temporal y el escatológico trascendental, tanto en el plano de las comunidades históricas como en el de las biografías personales. En las subjetividades individuales y en las subjetualidades de las instituciones civiles y eclesiásticas.

Hay cuatro “formas de vida” para las comunidades y cuatro para los individuos, según que el yo individual, o la subjetualidad social de la comunidad, en sus modos proféticos y místico, se pongan en el escenario común histórico o en el escenario común trascendental.

Esta diversidad de ubicaciones de las formas de vida se puede representar en la siguiente tabla.

 

 

I Orden histórico empírico

II Orden trascendental

1.- Institución religiosa empírica 

Religión profética histórica

Conflicto entre las instituciones empíricas. Guerras de religión.

Esperanza de triunfo y de concordia institucional

2.-Biografía personal empírica

Misión profética historia

Acuerdo con institución propia/ conflicto con ajenas

Esperanza de triunfo y de concordia personal

3.- Biografía personal mística

Vida personal mística

Concordia con instituciones empíricas propia y ajenas

Concordia del individuo con las instituciones empíricas

4.-Institución religiosa mística

Ciudad de Dios

Acuerdos y desacuerdos entre instituciones

Armonía concorde entre las instituciones empíricas

 

La articulación del orden histórico temporal y el escatológico trascendental, en el plano de la institución y en el del individuo, plantean dos problemas que se van desplegando y resolviendo en la época histórica.

El primer problema es el tránsito, de la comprensión que la iglesia tiene de sí misma como iglesia profética e histórica de un estado confesional, y por tanto como excluyente y dominadora, a la comprensión de sí misma como iglesia mística y universal, y por tanto como como iglesia histórica particular de un estado o de ningún estado, y que por tanto como iglesia ecuménica, fraterna y solidaria.

El segundo problema es la articulación del culto oficial de la iglesia institucional, perteneciente o no a un estado, con el culto espiritual personal y libre. Se trata de una libertad de culto personal, que no entiende la benevolencia y la cooperación con otras confesiones como idolatría ni apostasía, sino como fraternidad y solidaridad.

La institución estatal y la eclesiástica durante la época histórica, son territoriales, locales y particulares, mientras que el desarrollo y el papel hegemónico creciente del culto interior tiende a superar lo local, particular e histórico.

Tras la superación de la particularidad en el culto interior de los individuos, en la modernidad y después de la época histórica, se inicia el proceso de superación de la particularidad en la comprensión que las instituciones religiosas tiene de sí mismas.

Este proceso se inicia, por una parte, en las iglesias cristianas occidentales, donde la proclamación de los derechos humanos, en el orden político, lleva a la proclamación de la libertad religiosa en el orden religioso.

Superación de las guerras de religión
Jornada de oracción por la paz con los principales líderes religiosos (Asís, 2016). Imagen 2

Por otra parte, este proceso tiene un refuerzo en la difusión en occidente de las religiones orientales, que son místicas y no proféticas, no tienen raíces históricas particulares en occidente, y no generan particularismos exclusivistas. 

Hay una cadencia histórica de las corrientes del cristianismo occidental hacia la forma trascendental de la religión, que está en correlación con la deriva del humanismo y la autoconciencia humana a ese orden trascendental. En política genera, al final de la modernidad, graves conflictos entre los nacionalismos fascistas, por una parte, y los universalismos, por otra.

El proceso de transformación de una autocomprensión cristiana particular, que es la de la cristiandad en sus inicios, en una autocomprensión cristiana trascendental, que es la del cristianismo sin más, en el que se integra el cristianismo occidental en la era digital, y las demás versiones del cristianismo, se encuentra a comienzos del siglo XXI en fase de elaboración reflexiva.

Tiene sus primeras formulaciones en Orígenes, probablemente, a partir de sus tesis sobre la diferenciación entre los sentidos de la escritura. Tiene su culminación probablemente en la teología de las religiones de los siglos XX y XXI.[1]

 

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NOTAS de Nacionalismo y ecumenismo. Las guerras de religión

[1] Especialmente ilustrativas son las tesis de Tillich, Rahner y Ratzinger, entre otros. Cfr. Hernández-Pacheco, J., Corrientes actuales de la teología, en preparación. Agradezco a Javier Hernández-Pacheco la entrega de capítulos manuscritos de su texto.

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Jacinto Choza ha sido catedrático de Antropología filosófica de la Universidad de Sevilla, en la que actualmente es profesor emérito. Entre otras muchas instituciones, destaca su fundación de de la Sociedad Hispánica de Antropología Filosófica (SHAF) en 1996, Entre sus última publicaciones figuran Antropología y ética ante los retos de la biotecnología. Actas del V Congreso Internacional de Antropología filosófica, 2004 (ed.). Locura y realidad. Lectura psico-antropológica del Quijote, 2005. Danza de oriente y danza de occidente, 2006 (ed).

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