Un estudio sobre la antigüedad:

la apología de Sócrates 

 

Datos bibliográficos 

Comentario a este nuevo estudio de la Apología de Sócrates

¿Falta algo por decir de Sócrates?

Uno puede preguntarse si los autores clásicos, tan conocidos, tan leídos, tan ¿estudiados?, tienen algo que decir al ser humano del siglo XXI, un ser humano que parece que ya ha superado los pensamientos un tanto mitológicos, ingenuos si se quiere, de aquellos pensadores que vivían en una época que poco que tiene que ver con la suya. ¿Nos puede decir hoy en día algo Platón, o Sócrates a través suyo? ¿Es la figura de Sócrates una figura tan perenne que todavía se pueda pensar que no es perder el tiempo conocerla, más allá de los clichés o las etiquetas que uno se pueda haber forjado sobre él? ¿Nos puede sorprender Sócrates, hoy que vivimos en la era de la (des)información? ¿Se puede considerar su Apología un ‘libro sagrado’? 

Pues bien, estas mismas preguntas se las plantea el autor, Juan Alfredo Obarrio, al comienzo de su texto, destacando, en primer lugar, la necesidad de recuperar el diálogo y la reflexión serena, la capacidad para saborear una lectura que nos vincule íntimamente con su autor. Hay diferentes modos de acometer una lectura. Uno se puede acercar a un texto para entretenerse, o para cultivarse de un modo más o menos lúdico, sin mayor inquietud que la de conocer por autores especialistas un mundo que le pueda interesar.

Adentrarse en el texto

Pero uno se puede acercar a ese mundo desde una lectura más profunda, capaz de penetrar en las palabras para transitar allende ellas mismas, sumergiéndose en un mundo y en un ámbito al que difícilmente uno se pudiera aproximar explícitamente, ya que requiere un abandono, un leer entre líneas, un hacerse con las ideas y los actos de las personas que allí se conocen. Cuando uno es capaz de aproximarse así a un texto, a un texto clásico como es nuestro caso, se da cuenta, como dice el profesor de la Universidad de Valencia, de que «el pensamiento del pasado es mucho más enigmático de lo que generalmente se piensa» (p. 20), porque uno ya no vive de mensajes ni de ideas explícitas, sino que comienza a convivir con sus protagonistas, a pensar como ellos, a comprender por qué actúan como lo hacen. 

Este tránsito supone una verdadera aventura intelectual y aun vital, gracias a la cual nuestros horizontes se ensanchan, y nuestras pequeñas y mezquinas gafas con las que filtramos la realidad se hacen más transparentes y nos ofrecen matices y perspectivas insospechadas para comprender una realidad que siempre se nos escapa. Pues bien, a esta aventura nos invita el autor, a introducirnos en el mundo clásico, en sus problemas y en sus inquietudes, en sus valores y en sus disvalores, en sus intrigas, en sus actos heroicos… Un mundo el cual, quizá, no esté tan lejano del nuestro. 

La enseñanza de Sócrates

Sócrates nos enseña lo que es una vida honesta y auténtica, lo que es una vida verdadera. La verdad no es primariamente lógica, especulativa, teórica… Como decía Unamuno, lo que importa es no la verdad de nuestras razones, sino la verdad de nuestras vidas. ¿De qué sirve tener razón si nuestra vida es una mentira? Esto es lo que nos enseña Sócrates, a discernir entre tener razón y vivir verdaderamente. A los que le querían condenar el tribunal les dio la razón, pero… ¿qué vida fue más verdadera? 

El análisis que se realiza del proceso a que Sócrates es sometido, apoyándose principalmente en el texto de Platón, aunque no sólo en él (cuenta también con otros autores y otros registros, como Diógenes Laercio, Jenofonte o Aristófanes) es muy riguroso y generosamente, muy generosamente documentado. Un análisis ciertamente pormenorizado, atento, en el cual se van desmenuzando literalmente no sólo los discursos de cada una de las partes, sino también ―podemos decir― sus conciencias, sus intereses, sus motivaciones profundas, sus estados de ánimo con sus altibajos… Proceso alrededor del cual se manifiesta una confrontación entre dos posturas claramente diferenciadas, y que se pueden articular alrededor de la siguiente cuestión, tan válida y necesaria en nuestros días: ¿hasta qué punto tenemos que ser fieles a nuestros principios? 

J.-L. David, La muerte de Sócrates
J.-L. David, La muerte de Sócrates. [https://filosofia.laguia2000.com/filosofia-griega/la-muerte-de-socrates]

El auténtico valor de la Apología de Sócrates

Quizá ahí estribe el auténtico valor de la Apología de Sócrates: 

En ella, más allá de la realidad histórica de sus palabras ―de la llamada cuestión socrática―, se puede ver cómo Platón teje un alegato en el que ‘Sócrates, a diferencia de ciertos acróbatas de la sofística, se niega a postular lo que sabe perfectamente ―euoida― que está mal’(p. 41). 

Y esto no tanto teóricamente sino prácticamente, existencialmente, encarnando dichas convicciones en su propia vida; porque la verdad no es tanto un asunto teórico como vital, una verdad no dogmática, sino ejemplar, porque «la verdadera enseñanza se lleva a la práctica mediante el ejemplo» (pp. 41-42). Una verdad vivida, aun a costa de que no ‘encajó’ bien en el devenir de los tiempos, en aquellos tiempos de su querida Atenas. 

 

Aportaciones de esta edición

Se esconde bajo estas páginas una labor ciertamente lúcida, con un feraz aparato crítico que proporciona al texto un calado académico notable. El manejo de la bibliografía, así como del resto de textos platónicos, es resuelto y oportuno, mostrando un conocimiento ya no sólo de Platón y de Sócrates, sino del mundo clásico en general, profundo y crítico.

Quizá debido a ello no sea un texto que se pueda leer de una vez, pues su discurso es denso; circunstancia que, lejos de ser un inconveniente, se convierte en un acicate interesante ya que, la necesidad de ir poco a poco nos permite sin duda saborearlo de un modo más afín al propio espíritu clásico que, en definitiva, es de lo que se trata. Del mismo modo que escribir este estudio ha supuesto una importante experiencia para el autor (cf. pp. 197-198), un lector inquieto y entregado no le irá muy a la zaga. 

 

About the author

Alfredo Esteve
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Doctor en Filosofía (Universidad de Valencia, tesis sobre la influencia de la afectividad en el comportamiento humano a la luz del pensamiento ético y estético de Xavier Zubiri) y Máster en Ética y Democracia (Departamento de Filosofía Moral y Política de la Facultad de Filosofía y Ciencias de la Educación de la UV).

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