FILOSOFÍA DE LA CULTURA Y DE LA RELIGIÓN

FILOSOFÍA DE LA CULTURA Y DE LA RELIGIÓN

LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XXIV)

73.- La unión mística: danza, embriaguez y erotismo. Junto a las formas normales de la festividad, a partir del calcolítico se encuentran las formas especializadas y excepcionales de unión con lo divino, en las que se expresa también una eucaristía escatológica.  La imagen del banquete y de las bodas no ha dejado de utilizarse en el judaísmo, el cristianismo y el islam, para expresar la felicidad de la vida eterna. En las religiones orientales, en el budismo hindú y sus formas, y en las tradiciones chinas prebudistas, donde no hay oposición entre materia y espíritu, se encuentran también doctrinas prácticas y teóricas en las que la unión con lo divino se logra a través de algunas actividades corporales claves en la afirmación de la vida, como comer, beber, hacer el amor, respirar, y otras. En el siguiente cuadro se muestran expresiones de las tres vías clásicas del éxtasis en la

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XXIII)

6.5.- La vida con los dioses aquí y allá. Las formas del éxtasis y del recogimiento.  72.- Fiestas y formas calcolíticas del éxtasis. Placer orgánico y gozo espiritual. Las fiestas calcolíticas apuntan a la escatología Las fiestas calcolíticas (MORN §§ 43 y 53, ROREM §§ 41-42.1), que expresan el gozo y permiten experiencias de felicidad en el éxtasis, corresponden al modo en que las sociedades urbanas estatales, generalmente de religión profética, apuntan a la escatología, la reproducen y la conmemoran. Tal gozo y tal éxtasis presentan desde sus orígenes una forma normal, que es la fiesta misma, y varias formas extremas. Las formas extremas son experiencias particularmente intensas de la unión con lo sagrado en la propia interioridad, son las formas de la unión mística, de la fusión del viviente humano y su fundamento sagrado en el propio sí mismo (MORN §§ 43 y 53, ROREM §§ 42.2). Dimensiones de

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XXII)

71.- Vida mundana y vida buena, pasiones y virtudes: tener, poder y valer. El fin de la ética Desde el calcolítico hasta fines de la modernidad, el fin de la ética es la felicidad de todos y cada uno de los habitantes de la ciudad, del estado o de la nación, lo que se alcanza si las diferencias entre las clases se atenúan o disuelven, si los grupos y entidades profesionales cumplen bien su cometido, y si se evita la diseminación del yo, la vida mundana de los habitantes de la ciudad, y se alcanza su integración unitaria, o lo que es lo mismo, una vida buena. Los problemas de integración El calcolítco recuerda los problemas neolíticos de integración de los diversos grupos sociales, de las diversas tribus, como combates entre dioses, entre dioses viejos y dioses nuevos, pero describe los suyos propios como guerras entre pueblos o como revueltas

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XXI)

70.- Ideales educativos y ética de normas. Cuando en las sociedades pre-estatales se acumula suficiente experiencia de que la supervivencia depende, más que de la naturaleza, de la organización de las actividades de individuos y grupos, entonces surgen las organizaciones estatales, los códigos, las prácticas educativas y la ética. Surgen en un proceso gradual, como procedimientos para lograr mayor cohesión y eficacia en las actividades del grupo y para evitar su disgregación en un primer momento, y como procedimientos para lograr la mayor cohesión y eficacia de las actividades individuales, para evitar la diseminación del yo y para encauzar su caudal de poder a unos fines de excelencia personal e institucional. El yo se diferencia y autonomiza del sí mismo Como se ha dicho, al multiplicarse los roles sociales, el yo se diferencia y autonomiza del sí mismo, y vaga o divaga por los espacios sociales, por la interioridad social

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XX)

6.4.- Vida mundana, vida buena y vida feliz. Nacimiento de la ética. 69.- Formas arcaicas de la virtud. La inmortalidad de los héroes. En el paleolítico no hay héroes, solamente poderes sagrados. En el neolítico hay unos héroes que son semidioses, cuyos nombres, Caín, Hércules o Virachocha, y cuyas hazañas, las relatan los aedos y sacerdotes de las culturas urbanas calcolíticas. Los héroes ontológicos del calcolítico En el calcolítico hay hombres divinos, que alcanzan la inmortalidad, como se ha dicho, y se ubican en la cúspide de una escala social que tiene valor ontológico, que es una escala metafísica. No solo en lo que se refiere a la inmortalidad, sino también en relación con las acciones que se pueden llevar a cabo, en relación con la virtud. En la ontología calcolítica, como en la antigua y la medieval, el principio de que el obrar sigue al ser tiene plena vigencia.

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XVIII)

6.3.- Destino de las almas y configuración de la psique humana.   67.- Diferenciación de las formas de vida y las etapas de la existencia. Las expresiones “formas de vida” y “etapas de la existencia” se entienden aquí con el sentido que les dan Wittgenstein y Kierkegaard, respectivamente[1], y se van a utilizar para designar y describir la cantidad y variedad de niveles sociales y étnicos, de roles familiares, profesionales, religiosos, etc., que surgen y proliferan a partir del calcolítico. La vida en este mundo y en el más allá En el paleolítico, la vida en este mundo y en el más allá se entiende y se vive desde el punto de vista de la sensación y la secuencia espacio-temporal de un aquí y un ahora, seguido de otro y otro, desde el punto de vista de la existencia estética o de la experiencia sensible. En el neolítico se entiende

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XIX)

68.- Diferenciación del yo y el sí mismo. Diseminación del yo, maldad y mal. Surgimiento de la interioridad social Se ha dicho anteriormente que al aumentar los asentamientos urbanos y agrupar a poblaciones superiores a los 20.000 o 30.000 individuos, en virtud de la división del trabajo los seres humanos se organizan en grupos y clases jerarquizadas, y pasan a constituir sociedades del tipo que Durkheim denomina de “solidaridad orgánica”, en las que se genera lo que se ha llamado “interioridad social” (ROREM §§ 6-7 y 12-14). Al multiplicarse los papeles sociales, se produce una ampliación de la interioridad individual porque cada individuo, aunque no tenga muchas opciones de elegir papeles diferentes al que por nacimiento el destino asigna a los varones y mujeres de su familia, grupo y clase, sí que tiene que convivir, y de un modo u otro tratar, con personas que tienen papeles sociales muy diversos,

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XVII)

66.- La ontología de la inmortalidad y las esferas de la cultura. Hasta el calcolítico la inmortalidad pertenece al orden de las aspiraciones y creencias de las comunidades humanas, es decir, al punto de vista de la interioridad subjetiva o de la fenomenología, y al punto de vista de la exterioridad subjetiva o de la vida y lenguaje ordinario, que es el que adoptan las ciencias sociales, especialmente la antropología. Pero a partir del calcolítico, y sobre todo a partir de la antigüedad, se inaugura un punto de vista nuevo, el de lo que las cosas son en sí mismas, que es el punto de vista del espíritu, el cual, en su mayoría de edad, puede ponerse en el lugar de la conciencia imaginativa individual, en el de la vida ordinaria de la comunidad, y en el de lo que cada realidad es en sí misma. Este es el punto

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XVI)

65.– Resurrección, nacionalismo y onto-teología. Zaratustra y la visión de Ezequiel. Se ha dicho antes (MORN§ 20) que los tiempos de Urano, Cronos y Jrono, son diferentes. Cuando en las sociedades estatales se elaboran los relatos de la vida en los periodos anteriores, se designan los primeros tiempos, los tiempos paleolíticos, los tiempos lunares de la vida animal y del cielo nocturno, con el nombre de Urano. Los tiempos siguientes, los de la vida vegetal y agrícola, los tiempos de las estaciones, se designan con el nombre de Cronos, Saturno, dios de la agricultura. Y los tiempos del presente propio, tiempo aritmético, del estado y de la ciudad, de los numerales de los calendarios, se designa con el nombre de Jrono. Jrono ya es el tiempo de Zeus, del espíritu. Cada uno de los tres tiempos es distinto y por eso la muerte también, el tiempo posterior a la muerte,

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LA REVELACIÓN ORIGINARIA: LA RELIGIÓN EN LA EDAD DE LOS METALES (XV)

6.2.- Cartografía calcolítica del más allá. Desarrollo de la escatología. 64.- El cielo y el infierno calcolíticos. El “juicio” y el “Libro de los muertos”. Se ha dicho anteriormente que en el paleolítico no hay propiamente infierno y en el neolítico tampoco, que no hay nada parecido a un juicio y que la vida en el más allá no guarda especial relación con el tipo de vida de este mundo. Por otra parte, el más allá puede ser visitado y de hecho es visitado por el chamán para llevar a las almas al descanso y al orden propio de las almas en el más allá (MORN § 47). La vida está demasiado acoplada a los ritmos de la naturaleza, depende demasiado de ella y muy escasamente de las organizaciones y actividades humanas, Ciertamente hay diferencias entre el más allá de unas y otras tribus de cazadores recolectores, y entre el

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